viernes 10 de octubre de 2025 - Edición Nº2501

Sociedad | 9 oct 2025

Un intendente que jugó la propia

El astuto: Gray usó a Fuerza Patria para ganar concejales y ahora juega en contra

En septiembre Gray votó junto a La Cámpora; en octubre la critica y se corta solo. Su victoria local le aseguró concejales. Ahora lidera Unión Federal, con un 0,2 % de intención, pero ya hizo su negocio personal a costa de quienes lo votaron como Fuerza Patria.


Por: Ricardo Carossino

En Esteban Echeverría, Fernando Gray sacó provecho político del sello de Fuerza Patria para consolidar una victoria municipal contundente el 7 de septiembre. Luego, con esa misma fuerza que lo sostuvo, se aparta con Unión Federal para disputar la elección nacional del 26 de octubre, en un giro que muchos interpretan como oportunista: ganar primero con el andamiaje ajeno y ahora desmarcarse en busca del protagonismo personal.

El 7 de septiembre, en las elecciones para concejales del distrito de Esteban Echeverría, la lista de Fuerza Patria, encabezada por Magui Gray —esposa del intendente—, se impuso con claridad: obtuvo cerca del 47,7 % de los votos, mientras que La Libertad Avanza se quedó con aproximadamente el 27,4 %.

Ese resultado le permitió asegurarse al intendente el control de ocho de las doce bancas que estaban en disputa del Concejo Deliberante, cifra que le da una cómoda mayoría para dominar la agenda local.

Pero la historia cambió rápido. Para la elección nacional del 26 de octubre, Gray decidió presentarse como candidato por Unión Federal, su propio armado, rompiendo con Fuerza Patria. ¿La razón oficial? Que la boleta nacional de Fuerza Patria está dominada por La Cámpora y por Juan Grabois, sectores que para Gray no representan ni al peronismo territorial, ni a los intendentes, ni a quienes hicieron campaña local bajo ese sello.

Ese discurso está cargado de contradicción si uno recuerda que ese mismo sello, días atrás, fue utilizado para ganar con amplitud en su distrito, consiguiendo concejales propios y respaldo local potente.

El contraste entre lo que obtuvo con Fuerza Patria en Esteban Echeverría y lo que aparece en las últimas mediciones provinciales acerca de Unión Federal asusta: En Echeverría, como Fuerza Patria logró alrededor del 47,7 % de los votos. Esa proporción fue suficiente para casi duplicar a su competidor más cercano y para asegurarse una mayoría sólida en el Concejo Deliberante.

En cambio, según una encuesta de la consultora Zuban Córdoba, Gray ahora apenas suma un 0,2 % de intención de voto a nivel provincial para diputados nacionales (Unión Federal). Es decir: lo que con Fuerza Patria se tradujo en triunfo contundente local, con Unión Federal será meramente testimonal.

Otra encuesta lo ubica con un 3,3 % dentro de lo que se denomina la “tercera vía” del peronismo federal, pero muy lejos de los punteros. Jorge Taiana, candidato de Fuerza Patria, aparece con cerca del 35,9 % de intención de voto en provincia; La Libertad Avanza con 26,8 %.

El viraje de Gray no sólo es discursivo, también condiciona de lleno la estrategia electoral local de Fuerza Patria, porque perder el apoyo activo de alguien que moviliza votos (y aparato local) en Esteban Echeverría obliga a recomponer alianzas, rearmar estructuras territoriales, negociar nuevos matrices de poder local y corregir sobre la marcha lo que se daba por sentado.

Gray, al romper con FP, no solo critica la lista nacional, sino que también deja sin respaldo lo que previamente había impulsado: estructura, movilización, territorio. Esas herramientas que le aseguraron la victoria local ahora están siendo desviadas hacia su propio espacio, Unión Federal. Y eso pone en aprietos a Fuerza Patria, que no contaba con perder esa pata local fuerte en un distrito que fue garantía de sus resultados del 7‑S.

Durante la campaña del 7 de septiembre, Gray celebraba que su distrito consolidaba la “patria chica” y que los vecinos le daban un “límite al avasallamiento de derechos”, en referencia a La Libertad Avanza. Esa victoria fue atribuida al sello de Fuerza Patria y su actuación conjunta con el peronismo provincial.

Apenas unas semanas después, Gray afirma públicamente que no “va a pedirle a los vecinos de Esteban Echeverría que voten una lista que no sentimos que los represente”, pese a que esa misma lista fue la que obtuvo casi la mitad de los votos locales justo semanas atrás bajo ese sello.

Gray evidencia con este giro que la política —y más aún el poder territorial en el Conurbano— admite rediseños rápidos cuando hay un espacio para mover ficha. Usar Fuerza Patria para asegurarse concejales y control local fue una estrategia exitosa; cuestionarla ahora, apuntando a liderar un espacio propio, puede interpretarse como intento de capitalizar esa victoria y transformarla en algo más grande, pero también como un gesto de traición política hacia quienes votaron bajo Fuerza Patria esperando continuidad.

El problema para Gray es que los porcentajes lo desmienten fuera de Echeverría: lo que localmente fue un 47 % con sello FP, hoy lo tiene casi irreconocible con UF en la Provincia, con 0,2 % en algunas encuestas. Esa brecha revela que su apuesta es alta: o logra transferir los votos locales al escenario provincial, o terminará siendo la curiosidad de campaña que no penetró más allá de su propio municipio.

En octubre se verá si ese astuto movimiento le permite jugar en primera línea nacional o si queda como episodio más de ambición desmedida. Porque usar un sello para ganar y después tirarlo a la basura puede surtir efecto si se logra el relato adecuado, pero también puede volverse contra el autor si los votantes perciben que fueron usados como escalón, más que como fundamento político.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias