jueves 09 de octubre de 2025 - Edición Nº2500

Gremiales | 9 oct 2025

GRAVE DENUNCIA

Piden que investiguen “operaciones sospechosas” de Garbarino previo a su quiebra

Una denuncia apunta contra la administración de la empresa antes que la compre Carlos Rosales. Se trata de maniobras sospechadas por la AFIP, que apuntan al ex CEO de la firma y los hermanos Daniel y Omar Garbarino. “Siempre dijimos que hubo vaciamiento”, dijo el grupo de trabajadores en lucha de la firma.


Por: Diego Lanese

En junio de 2020, luego de meses de negociaciones, Carlos Rosales asumió el control de Garbarino. En medio de la pandemia, la empresa de electrodomésticos mantenía su posición dominante, y contaba con unos 200 puntos de venta en todo el país y más de 4.300 empleados.

Las dificultades económicas de la firma eran conocidas, y se esperaba que el nuevo dueño pudiera reestructurar su enorme deuda. Pero la idea no salió bien, y en noviembre del 2021 comenzó un proceso que finalizó con la quiebra definitiva, decretada hace unas semanas.

En este tiempo, los ex trabajadores venían alertando sobre situaciones irregulares, tanto antes de la llegada de Rosales como durante su gestión, que hablaban de un posible vaciamiento.

Esta semana, se conoció que los síndicos de la causa que lleva la quiebra de la empresa pidieron investigar al menos “tres operaciones sospechosas”, que habían sido advertidas en su momento por la AFIP. Se trata de movimientos realizados bajo la gestión del ex CEO Carlos García, y que involucrarían a los hermanos Daniel y Omar Garbarino. Así lo marcan fuentes judiciales, que confirmaron la presentación judicial.

La denuncia judicial fue presentada por los síndicos de la causa que lleva adelante la quiebra de Garbarino, ante el Juzgado Nacional de 1° Instancia en lo Comercial N°7 de la Ciudad de Buenos Aires. Ante la posibilidad de compra de la firma, que surgió hace unas semanas, la sindicatura pidió que la justicia “desarchive” una causa donde se investigaron “tres movimiento sospechosos” que fueron detectados por la AFIP.

Se trata de tres reportes de operaciones que se incluyeron en la causa 6.128/2016 del Registro de la Secretaria 20 del tribunal Federal 10, que están pidiendo al juez de la quiebra que vuelva a investigar. En la denuncia, a la que tuvo acceso de forma exclusiva Política del Sur, se recordó que Garbarino “se encontraba en dificultades económicas” antes de venderse a Rosales, y como muestra de eso se presentó un mail que “envió el señor CEO de la empresa Carlos García a los bancos Santander y Galicia informándoles sobre los contactos a quienes les había ofrecido la compra”.

A partir de esto a aparecieron las sospechas de la AFIP, que si bien fueron desestimados por el juzgado que lo investigó, la sindicatura pidió volver a investigar.

Esta denuncia es la primera de su tipo, y puso a los ex trabajadores de la firma en alerta. “Siempre dijimos que las maniobras realizadas en torno a la quiebra parecían un vaciamiento”, dijo Gabriel Yapuro, referente del Grupo de Trabajadores de Garbarino en Lucha.

Ante la consulta de Política del Sur, expresó que “nosotros sabemos de algunas maniobras, por ejemplo en 2018 Garbarino formó una empresa paralela para sacar dos inmuebles importantes: el depósito de La Tablada y el local de Cabildo y Juramente.

A partir de eso, remarcó Yapura, lo que hizo la firma fue “sub-alquilarse” esos inmuebles. “Por eso siempre pusimos el ojo en eso, porque no sabíamos cuánto se pagaba”, agregó. La denuncia, para este grupo, no hace más que confirmar que estas maniobras  ratifican los dichos: “Nosotros ya lo dijimos esto fue un vaciamiento”.

Yapura destacó que “es la primera vez que la justicia apunta a la familia Garbarino y a su CEO por estos movimientos”. En aquel momento, la denuncia recayó en el juez Ercolini, y nunca se terminó de investigar un tema que ahora volvió a la discusión.

El pedido se da en momentos que apareció un posible comprador para la firma, aunque eso quedó en versiones. Lo cierto que la justicia abrió un Registro de Interesados para la compra de Garbarino y Compumundo, y sobre el cierre del límite impuesto se presentaron dos pedidos de inclusión para realiza una nueva oferta, una del propio Rosales que quiere “auto comprarse” la firma, y la de Vlinder S.A., presidida por el contador Claudio Alejandro Achino.

Los potenciales adquirentes debieron inscribirse antes del vencimiento del plazo depositando 400 mil pesos en la cuenta judicial correspondiente y presentando la documentación requerida. A partir de esto, según se pudo saber, se designará un evaluador que dispondrá de 30 días para determinar el valor real de mercado de las empresas. Así, se evitó el cierre definitivo de ambas firmas y su liquidación, algo que parecía inevitable.

El futuro inmediato dependerá de la evaluación judicial. Si las propuestas de Garbarino o de Vlinder no prosperan, el juez Fernando D’Alessandro avanzará con la quiebra definitiva de Garbarino y de Compumundo, tal como ya ocurrió con Garbarino Viajes meses atrás.

La marca, que alguna vez fue sinónimo de ventas de electrodomésticos en la Argentina, enfrenta así su última oportunidad. El valor simbólico de Garbarino podría atraer a quienes busquen reposicionarla, pero el escenario es complejo: la empresa arrastra pasivos millonarios y un deterioro de mercado que no parece fácil de revertir. Por el momento, uno de los principales acreedores de la empresa son los empleados, cerca de 4 mil de los cuales sólo quedan 22.

Además, el pasivo con organismos estatales también es considerable: según se supo, Garbarino adeuda alrededor de 6 mil millones de pesos en aportes jubilatorios y 2.500 millones en deudas posteriores al concurso. Uno de los datos que alarma es que una resolución del gobierno dejó de declarar a los trabajadores de una empresa quebrada “prioritarios” a la hora de cobrar cuando se liquidan los bienes. Esto fue criticado en su momento, porque puede favorecer a otros sectores, en especial el Estado.

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