sábado 11 de octubre de 2025 - Edición Nº2502

Nación | 8 oct 2025

Crisis habitacional

Para Inquilinos Agrupados, el Estado es cómplice de la crisis de vivienda

La Federación Inquilinos Agrupados advirtió que la desregulación agravó la desigualdad habitacional. “Las condiciones profundamente abusivas están generando que la situación sea cada vez peor”, señaló Gervasio Muñóz.


Tras la derogación de la Ley de Alquileres, en diciembre del 2023, las condiciones para quienes no tienen vivienda propia se volvieron cada vez más complejas. La falta de regulación y los sobreprecios hacen que sea casi imposible alquilar en la Argentina. Política del Sur conversó al aire con Gervasio Muñóz, presidente de la Federación Inquilinos Agrupados para actualizar el mapa de situación.

Detalló que “se viene profundizando una lógica que se impuso desde que asumió el gobierno nacional, sobre todo por el decreto 70/2023 que desreguló los alquileres para que el mercado inmobiliario tenga todos los beneficios y por lo tanto la flexibilización que hay en los contratos de alquiler, las condiciones profundamente abusivas están generando que la situación que sea cada vez peor”.

En ese sentido, remarcó que los contratos son cortos con aumentos trimestrales o cuatrimestrales, que hacen imposible sostener el pago del alquiler. “Todas las cargas sobre los inquilinos, los arreglos de la vivienda, los impuestos, las expensas. Es una transferencia de ingresos de los inquilinos hacia los rentistas muy fuerte”, detalló.

Además, alertó que los hogares están profundamente endeudados porque pagan el alquiler y usan la tarjeta de crédito para comprar comida.

“Si el estado deja que cualquiera pueda tener la cantidad de viviendas que se le antoje vacías, eso presiona sobre el resto de las viviendas que sí están en el mercado y que, por lo tanto, pueden aumentar precios. Entre otros factores que hacen que se puedan aumentar los precios y que nosotros tengamos que destinar un salario para el alquiler y el otro para vivir. Esa es un poco la lógica del mercado inmobiliario”, cuestionó.

Y señaló que “ahí también está la causa de la crisis de vivienda en Argentina". "Por lo general, es muy difícil encontrar algún gobierno que se quiera pelear con el mercado inmobiliario", planteó, y graficó esta situación con la venta del predio del Regimiento de Patricios a Constantini por 175 millones de dólares.  “Este predio depende de la ABE, la Agencia de Bienes del Estado, que hoy está a cargo del ex CEO del grupo Irsa, de Eduardo Epszteyn, otro desarrollador inmobiliario. El estado es un facilitador de negocios que finalmente agudiza la crisis habitacional”, subrayó.

Por otro lado, sostuvo que “siempre que hay alguna política de crédito sobre el suelo o la vivienda, aumentan exponencialmente los precios de la tierra y de las viviendas. Pasó con el Procrear, con el crédito UVA y pasa con todo crédito, mientras que el Estado no regule el precio de venta. En Argentina, el talón de Aquiles para resolver la crisis habitacional es el suelo y la vivienda dolarizada. Pensar que un trabajador se puede comprar una vivienda es como cuando (Mauricio) Macri prometía pobreza 0. Es una consigna nada más”.

“Hoy hay más viviendas que hogares en Argentina. Por lo tanto, no es un problema de construcción, es un problema de distribución. Hay una persona en Argentina que tiene 1500 viviendas, otra que tiene 500, otra persona que tiene 700. Y hay muchísima gente, cada vez más, que nunca en su vida va a tener una. Tenemos que discutir la distribución”, remarcó Gervasio.

“Los inquilinos cada vez destinamos más salario al pago del alquiler, esa es la captura de la renta que hace el mercado inmobiliario, porque sabe que es mucho más seguro que dar créditos hipotecarios. Los bancos ya no asumen esos riesgos, prefieren comprar edificios enteros. Los sectores de poder económico prefieren construir y dejar vacíos, ahí está la captura de la renta, porque en Argentina está dolarizado la vivienda”, mencionó.

Y explicó: “El mercado inmobiliario nos decía, cuando peleábamos por la Ley de Alquileres, que el problema era que nosotros queríamos vivir en la ciudad de Buenos Aires. Nosotros queremos vivir donde trabajamos, porque no hay forma de que uno pueda vivir más lejos ¿Cómo me vas a dar un lote con servicio a 70 kilómetros? Si en realidad lo primero que tiene que haber son servicios, transporte, fundamental y además tiene que ser barato. Y después la posibilidad de desarrollarte en la vida, que haya una escuela”.

Y en línea con esto, advirtió que “el mercado construye en los centros de las grandes urbes porque lo que quiere capturar no es la posibilidad del desarrollo urbano, del desarrollo de la vivienda y de la sociedad, lo que quiere capturar es la renta que da el Estado”.

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