

La tarde lluviosa del domingo no era más que un fiel reflejo de lo que fue la semana para Temperley. Posterior al empate como visitante ante Defensores Unidos de Zárate por 0-0 donde el equipo mostró uno de sus peores rendimientos en el campeonato, las críticas hacia el equipo se dispararon de manera abrupta y la tensión comenzó a subir con cada minuto que transcurría. El hincha se convirtió en un experto en la matemática que especulaba con cada resultado para ver cómo se acomodaba en favor del Celeste en la tabla de posiciones. Temperley inclusive perdiendo, podía llegar a meterse en la siguiente redonda pero estaba obligado a ganar si no quería depender de terceros. Por lo que, la responsabilidad decaía totalmente en el equipo de Forestello que era dueño de su destino. El teatro de Turdera esperaba expectante y con un recibimiento a la altura de lo que el partido exigía.
Los primeros minutos del encuentro mostraron un trámite parejo. Temperley al principio se le notó el miedo derivado de la presión propia de lo que estaba en juego, por dicha razón la visita tuvo algunos leves acercamientos al área Gasolera pero sin peligro. Desde el minuto 10 en adelante, comenzó un encuentro totalmente distinto, Temperley tomo por completo el mando del encuentro, haciéndose responsable de que era el que tenía la obligación de buscar el resultado, algo que prácticamente nunca a lo largo del torneo habíamos visto. Mediante la conducción de Luciano Nieto y de Fernando Brandan, Temperley encomendaba ofensivas bastante peligrosas que en gran medida eran cortadas por faltas tácticas de la vista que entendía que debía impedir el ingreso de Temperley al área. Precisamente desde una de esas infracciones, al minuto 16 del primer tiempo provino el primer tanto del encuentro. Un Centro al segundo palo de parte Nieto, encontró en primer lugar la cabeza de Agustín Toledo que la bajo al primer palo, para allí ser enviada al segundo palo por Valentín Aguiñagalde que primereo al arquero de Chicago, dejándolo mal parado para que finalmente apareciera en escena Javier Toledo quien a arco vacío empujó con su cabeza al fondo de la red.
Con la ventaja, Temperley se convirtió aún más en el dominador del encuentro. Desde la tenencia de balón y jugando al contraataque empezó a conseguir más ocasiones manifiestas de gol. Por su parte Chicago intentaba ser más incisivo de mitad de cancha para adelante y si bien tenía buenas intenciones, todavía carecía de brillantez en el último tercio del campo por lo que sus ataques se disolvían previos a poder concluir las jugadas. La visita tenía dos caras, de mitad de cancha para adelante era interesante pero de mitad de cancha hacia atrás regalaba muchos espacios y brindaba libertades que no tardaron en ser aprovechadas por los hombres de Forestello. En el ocaso del primer tiempo, un desentendimiento entre los Defensores por la derecha de Nueva Chicago, fue aprovechado por Federico Milo que con potencia física peleó la posesión y se terminó llevando la pelota para posteriormente elevar un centro raso al segundo palo que encontró en soledad a Fernando Brandan que con el arco a su merced convirtió el segundo gol del encuentro.
Ya en el segundo tiempo, la historia se siguió haciendo aún más favorable de Temperley que se volvió completo dominador del partido tanto en tenencia de balón como en ocasiones creadas. Teniendo la oportunidad de sentenciar la historia por completo en el minuto 13 del complemento, cuando Javier Toledo fue derribado en el área mediante una entrada por detrás de Aguirre, situación que Llobet no dudo en señalar como pena máxima. La responsabilidad de cambiar la ejecución por tanto, recayó en los hombros de Franco Ayunta quien no falló y convirtió el tercer tanto que sentenció la historia por completo. Posterior al tercer tanto, el "Torito" se desmotivó por completo y prácticamente dejo de intentar. El equipo de Forestello movía la pelota de izquierda a derecha y se deleitaba haciendo bailar al equipo de Mataderos mientras principalmente con Javier Toledo seguía generando ocasiones de peligro que convertían en figura al arquero de Chicago. La historia estaba totalmente escrito pero no sé iba a acabar con los veintidós protagonistas en cancha, ya que en el último minuto reglamentario del partido, propia de la bronca por como se dió el encuentro, Román Zalazar, defensores de Nueva Chicago, le pegó una patada de calentura a Agustín Toledo por lo que Llobet sin mediar palabra le mostró la cartulina roja.
Triunfazo del Gasolero que ganó el partido tal como lo pedía el contexto. Yendo al frente con autoridad, buen fútbol y con hambre. Grandes actuaciones individuales de.la gran mayoría del plantel, inclusive de jugadores históricamente resistidos como Javier Toledo o Federico Milo. Sumado a que por primera vez en el torneo, Javier Forestello desde la tatctica demostró que el equipo podía hacer algo distinto a lo habitual, saliéndose de su guión correspondiente de solo dedicarse a defender.
La próxima cita por los 8vos de final del reducido será a partido único con ventaja deportiva para el local ante Gimnasia y Tiro de Salta en territorio salteño. El próximo sábado 11 de Octubre desde las 20:30.