viernes 03 de octubre de 2025 - Edición Nº2494

Gremiales | 3 oct 2025

ANALISIS

Milei le promete una reforma laboral a Trump pero no frena la fuga de multinacionales

El salvataje que trajo el presidente de Estados unidos incluye un compromiso de impulsar nuevamente cambios en la legislación del trabajo, un viejo pedido del empresariado. Pese a esto, en los últimos meses la crisis hizo que grandes firmas decidieran dejar sus negocios en el país.


Por: Diego Lanese

Casi al mismo tiempo que el presidente Javier Milei se reunía con su par norteamericano Donald Trump y anunciaba un salvataje financiero para nuestro país, los trabajadores de la multinacional Magnera recibían la peor noticia: La firma deja su negocio local y sale de la Argentina.

La misma es una firma norteamericana dedica a la producción de materiales no tejidos y films, como insumos para fábricas de pañales y toallitas higiénicas. Tiene una facturación millonaria, pero en el último balance “incumplió las expectativas de ganancias”, por lo cual inició el ajuste, que incluye su planta en el país.

La firma decidió concentrar sus negocios en otros países y no está muy convencido de los anuncios de “todo marcha de acuerdo al plan” del gobierno argentino. Tampoco confía en las muy demostrativas declaraciones de Trump sobre la gestión de Milei, a quien incluso pidió para la reelección.

Este contraste entre la mirada del líder republicano y la mirada de las empresas de su país marca el momento complejo de la economía. Al punto que ni la promesa de una reforma laboral que dejó el mandatario argentino en la mesa de negociación calma a las firmas, cuya fuga es una de las formas más visibles y dramáticas de las dificultades del modelo actual de sostenerse en el tiempo.

El anuncio de un salvataje para el país generó múltiples versiones sobre los detalles de las condiciones que se le pidieron al gobierno de Milei para lograr esos dólares frescos que paren la corrida y la disparada del dólar. Más allá de las fotos muy amigables y las palabras de aliento, no hay información fehaciente de este acuerdo, e incluso hay versiones de una marcha atrás.

En cuanto a los pedidos, uno de ellos es insistir con la reforma laboral, tema al que se refirió el propio presidente  Mieli: “Tenemos que reformar el mercado de trabajo para que contratar sea más accesible para los distintos emprendimientos. Es necesario también sacarnos de encima el flagelo de la industria del juicio, que lleva negocios a la quiebra para beneficiar a unos pocos vivos”.

Según las versiones periodísticas que circulan, el gobierno busca flexibilizar el mercado de trabajo mediante instrumentos impulsados originalmente por el DNU 70/2023 y luego incorporados a la Ley de Bases 27.742.

Entre las principales modificaciones que evalúa el gobierno se encuentran: ampliación del período de prueba laboral de tres a seis meses, con la posibilidad de extenderlo hasta ocho meses en pequeñas empresas y 12 en microempresas; eliminar multas adicionales por trabajo no registrado; creación de incentivos para facilitar la inscripción formal de nuevos trabajadores; la figura de los "colaboradores" permite a un independiente sumar hasta cinco ayudantes sin generar una relación de dependencia tradicional; y modernización de la paritaria salarial; impulsa que los aumentos de sueldo se negocien con parámetros regionales y sectoriales.

“La reforma laboral es seguramente una de las condiciones impuestas para desembolsar la ayuda económica por parte de Estados Unidos, junto otras reformas regresivas como la tributaria y la previsional”, le dijo a Política del Sur una fuente sindical, que confirmó que en la CGT y el resto de las centrales obreras están tratando de saber los detalles de lo acordado por el gobierno.

La posibilidad de concretarlas, agregó la misma fuente, “depende en gran medida del resultado electoral del mes de octubre”. En este sentido, se recordó que “la composición actual del Congreso complica el objetivo del gobierno y si no le va bien en las elecciones hasta se vuelve compleja la gobernabilidad y Trump, más que en la ayuda económica va a estar pensando en colaborar con un recambio político que no altere el alineamiento de la Argentina con los Estados Unidos”.

Por eso, para el oficialismo, es clave la cantidad de bancas que logren sumar en octubre a nivel nacional, en un Congreso que en los últimos tiempos se le volvió muy ajeno a La Libertad Avanza, que sufrió una serie de derrotas a partir de la nueva mayoría formada por gobernadores y varios sectores provinciales.

Pese a esto, la figa de empresas norteamericanas y multinacionales no para. Esta semana se oficializó la compra de Diagnóstico Maipú por parte de Swiss Medical. El empresario Claudio Belocopitt pagó 110 millones de dólares al grupo brasileño Dasa, que decidió retirarse del país.

La operación incluye ocho centros de diagnóstico por imágenes y 15 laboratorios de análisis clínicos. A la salida de Dasa se suma la de Magnera (ex Berry), fabricante estadounidense de textiles y films industriales. La firma cerró su planta en Pilar, dejando sin trabajo a 60 empleados.

La decisión responde a un plan global de racionalización de operaciones. En lo que va de los 21 meses de gestión de Javier Milei, ya se fueron 16 multinacionales. Entre las más resonantes figuran ExxonMobil, HSBC, Prudential, Procter & Gamble (P&G), Clorox, Xerox, Internexa, Petronas, Enap Sipetrol, Mercedes Benz, Telefónica, Southern Cross (Atria Soluciones Logísticas), SHV Holding (Makro), Nutrien (de Profértil), Dasa y Magnera.

El mercado local sigue en alerta. Raízen, que controla las estaciones de servicio Shell, busca comprador para sus 700 bocas de expendio y la refinería Dock Sud. La operación podría rondar los 1.500 millones de dólares. En la misma línea, Carrefour avanza en un proceso de venta que entró en etapa decisiva.

La multinacional francesa analiza ceder su operación local o asociarse con un socio estratégico que inyecte capital. Tres candidatos siguen en carrera. También se encuentra en plena revisión Paramount, dueña de Telefé, mientras los brasileños de InterCement, controlantes de Loma Negra, evalúan su salida.

El grupo mexicano Alsea, que maneja Starbucks y Burger King, decidió desprenderse de la cadena de hamburguesas y quedarse únicamente con las cafeterías. La francesa TotalEnergies, por su parte, vendió a YPF varias áreas petroleras en Vaca Muerta, aunque conservará sus operaciones de gas.

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