

El comienzo fue intenso con un Lanús que no se metió atrás y tuvo a Marcelino Moreno como su principal credencial. Aunque el elenco carioca recuperó la pelota y con el correr de los minutos metió en su campo a su rival. El argentino Luciano Acosta fue la carta más peligrosa del Fluminense.
A los 20 minutos el equipo carioca se puso en ventaja luego de una asistencia de cabeza de Acosta y una media chilena de Agustín Canobbio. El tanto del uruguayo igualaba la serie.
Antes del descanso, el equipo de Mauricio Pellegrino se animó y jugó más en el campo del Flu. Se arrimó y dispuso de algunas llegadas, pero sin profundidad.
El trámite fue complicado. Lanús salió a buscar el empate y Fluminense aprovechando los espacios. Losada se vistió de héroe e impidió la caída de su valla con una tapada providencial ante un misil de Matheus Martinelli.
La banda derecha fue el lugar elegido por Fluminense para atacar y llovieron los centros en el área de Lanús, que le costó salir. En una de las tantas llegadas, Juan Pablo Freytes cabeceó y la pelota pasó muy cerca.
Las pocas que dispuso Lanús debió aprovecharlas y a los 67 minutos capitalizó la primera llegada que tuvo en el segundo tiempo luego de una buena jugada en la que Dylan Aquino (entró muy bien) descargó para Moreno y tras una asistencia perfecta el juvenil definió en el aire ante el arquero Fábio. Tras el gol Granate comenzó a agigantar su figura en la cancha y empezó a sostener el dominio de la pelota, cargando de nerviosismo al local que intento ir a la ofensiva y si bien tuvo una jugada muy clara que pego en el poste cuando la historia se estaba por consumir, la grandeza de Lanús pudo mucho más y consiguió abrochar una historica clasificación.
Nuevamente Lanús está entre los 4 mejores de la copa, tal como lo había conseguido el año pasado. El Granate sigue demostró su mística en la competición de plata a nivel sudamericano y sigue representando al país en dicha competición.