

La Legislatura bonaerense aprobó -días atrás- una ley que limita el uso de celulares (y otros dispositivos inteligentes) en el aula. Política del Sur habló con una de sus impulsoras, la senadora Lorena Mandagarán del bloque UCR-Cambio Federal.
“La Ley no habla de prohibición del uso del celular, sino de un uso responsable y a conciencia. Y en el ámbito educativo, puntualmente habla de un uso sólo con fines pedagógicos y frente a la decisión o motivación de un docente”, aclaró Mandagarán.
Explicó que “queda a reglamentación de la Dirección General de Cultura y Educación". La normativa, que tiene como co-autor al senador de Unión por la Patria, Emmanuel Santalla, ingresó por la Cámara de Senadores y fue sancionada la semana pasada en Diputados.
Insistió en que no se trata de una prohibición y precisó que “la realidad es que los niños están utilizando el teléfono durante la clase e incluso en los recreos”.
“Eso ha generado distracciones y cuestiones que tienen que ver con ansiedad, desmotivación, incluso pérdida de la socialización con el par. Encontramos chicos que en el recreo están jugando online con el compañerito que tienen sentado al lado. Utilizan un celular en vez de estar interactuando de otra manera, con otro tipo de contacto visual, de diálogo. Es muy preocupante lo que está generando un uso desmedido y descontrolado de las pantallas en nuestras niñeces”, subrayó.
La senadora comentó que para hacer este proyecto, además de consultar trabajos e investigaciones a nivel nacional e internacional y a organismos oficiales dedicados al cuidado de la salud, también se consultó a Mauricio Pedersoli, médico neurólogo infantil que publicó un libro que se llama "Adictos en Pañales". "Con ese nombre identifica el daño que está haciendo la exposición a la pantalla a muy temprana edad”, apuntó.
En esa línea, señaló que “incluso habla de que hay niños que son expuestos a una tablet o a un televisor a los meses de vida para que reciba un estímulo, ya sea visual o auditivo. Uno quizás lo hace con total desconocimiento del daño que eso está generando en nuestras infancias y en el desarrollo de ese período que es importantísimo”.
Mencionó que esta exposición a temprana edad impacta en el desarrollo de la personas. “Él nos hablaba de diagnósticos erróneos, de niños diagnosticados con trastorno del espectro autista, déficit de atención, niños con depresión. Y cuando a él le llegan esas consultas y hace minuciosa la entrevista con los padres, se encuentra con que el motivo de esos diagnósticos tiene que ver más con la exposición a las pantallas que con una cuestión de índole clínica”, contó.
“Sólo con indicar que usen menos horas el dispositivo, que vayan bajando la hora, el cuadro revierte. Cuando se suponía que eran cuadros irreversibles y tenían que ser atendidos farmacológicamente. Cuando uno empieza a entrar en contacto con gente que se dedica a la investigación de estos temas, es alarmante el daño que estamos generando a nuestra niñez por el solo hecho de no controlar el tiempo que están expuestos a la pantalla”, manifestó Mandagarán.
Destacó que la iniciativa “tiene dos ejes fundamentales. Uno es el destinado al ámbito educativo, solo con fines pedagógicos. El resto del tiempo hay que buscar otras estrategias, hay que motivar a los niños de otra forma para que no usen el celular. Y si lo usa, obviamente, habrá un llamado de atención”.
En segundo lugar, “tiene todo un eje que tiene que ver con la sensibilización y campaña de información destinada directamente a los adultos responsables. Tiene que ver con actuar en espacios en los que el niño concurre asiduamente con un adulto responsable", precisó. "Apuntamos a una fuerte campaña de sensibilización a partir de folletería, afiche, charlas. Eso también va a quedar a cargo de la reglamentación del ejecutivo”, agregó.
“Existen mecanismos o herramientas para poder hacer también desde casa efectiva esta limitación. Es una cuestión también de los padres asumir la responsabilidad que tenemos en la crianza de nuestros hijos”, reflexionó.
Además, subrayó: “Nos hemos reunido con docentes y muchos incluso nos pedían este instrumento legal para tener una herramienta de defensa. Porque se encontraban con que quizás ellos limitaban el uso del celular y la resistencia a hacer caso era ‘¿Y quién lo dice?’. Sabemos que es compleja hoy la relación del sistema educativo con algunos grupos de padres. Nos pedían una herramienta legal para sentirse protegidos frente a comunicar a los padres, a los niños que el teléfono solo va a ser utilizado con fines pedagógicos”.
“Si hay alguna otra cuestión por la cual el niño debe comunicarse con su familia o la familia con el niño debe hacerlo a través de la institución. Es volver a prácticas más sanas también”, consideró. Y agregó: “Que un niño esté pendiente de un teléfono más que de una clase, después tenemos un montón de problemas en el aprendizaje, en la vinculación, cuestiones físicas de motricidad, de postura, visuales, auditivas”.
FInalmente, aseguró: “Imstamos al Ejecutivo a que en un periodo no mayor a 180 días, a través del organismo que considere, entendemos que en esto va a actuar, la Dirección General de Cultura y Educación, reglamente la ley”.