martes 23 de septiembre de 2025 - Edición Nº2484

Provincia | 23 sep 2025

Análisis político

Fernández: “Después de las elecciones, la UCR debe entrar en un estado de reflexión profunda”

El presidente electo de la UCR bonaerense analizó la fractura del partido en la provincia de Buenos Aires y cuestionó la falta de conducción a nivel nacional. El radicalismo no va con boleta propia sino que algunos dirigentes se sumaron a otros espacios.


Llegar a acuerdos al interior del radicalismo en medio de un año electoral ha sido muy complicado. La UCR no logró presentarse en la provincia de Buenos Aires ni a nivel nacional con una boleta propia, con lo cual algunos de sus dirigentes optaron por sumarse a otros espacios políticos. Política del Sur conversó sobre este tema con Miguel Fernández, presidente electo de la UCR bonaerense y parte del Comité de Contingencia interno.

“Un sector del radicalismo -referenciado en Evolución y en Martín Lusteau- forma parte de Provincias Unidas, lista que encabeza Florencio Randazzo y que Danya Tavela va como candidata a diputada nacional en el cuarto lugar”, detalló Fernández. “Nuestro espacio forma parte de otra coalición con la Coalición Cívica, donde intercalamos una lista mitad y mitad. La mitad de los candidatos pertenecen a la Coalición Cívica y la otra mitad son radicales. Es una lista con una fuerte presencia de radicales en los 35 candidatos que van a competir en la elección de octubre. Y en segundo lugar, va nuestra candidata, Elsa Allende Rosas”, detalló.

En este marco, manifestó que “cada radical podrá optar por la lista que más lo represente y habrá que, el día después de las elecciones de octubre, terminar la regularización del partido para que esto no vuelva a ocurrir" porque "no se puede conducir una organización con dos choferes”. “Es un tema que se tiene que resolver por la salud política del partido y tener la discusión que es fundamental, que en el ámbito del radicalismo se da en la Convención del partido. Integrada por muchísimas personas radicales, discute fervorosamente pero por mayoría se toman decisiones. Acá es una toma de decisiones muy acotadas, pocos dirigentes y es muy difícil conducir en ese contexto. Es la situación heredada, no es la deseada”, consideró.

“El radicalismo a nivel nacional tiene un único comando, pero parece que perdió el rumbo. O por lo menos, no alcanza a alinear a los radicalismos provinciales. Cuando no hay una conducción clara a nivel nacional, cada territorio soluciona el problema como le parece mejor. Después de este proceso eleccionario, el radicalismo tiene que entrar en un estado de reflexión profunda, no solo a nivel nacional, también a nivel provincia”, advirtió.

Insistió en que “tiene que haber una conducción clara y un proyecto sin ambigüedades respecto a qué piensa de los grandes temas de la Provincia y de la Nación". "Necesitamos recuperar protagonismo nacional, claridad en las posiciones del partido. El radicalismo ha sido ambiguo y ha votado dividido en muchas de las discusiones a nivel nacional. Esto nos quita perfil, claridad y la gente cuando no ve claridad no te referencia y no te vota”, alertó.

“Hay gente valiosa en todos lados, lo que no se discuten son las ideas. Si discutiéramos la génesis de cada uno de los problemas, encontraríamos solución. No discutimos los problemas. ¿Cómo se resuelven? Se resuelven con técnica, no con discursos. Pero la gente discute el discurso, el dogma. Y así estamos, llevamos años hablando, poniendo discursos y los problemas siguen siendo los mismos”, cerró.

Por otro lado y haciendo un análisis global, consideró que “un país es exitoso si tiene instituciones fuertes que funcionen. Y dentro de la funcionalidad de la política, está el diálogo". "Hoy lo que vemos, y ojalá que sea la última vez, son tensiones preelectorales por situaciones económicas, que tienen una base de ‘gané y hago lo que quiero’. No hay diálogo, no hay consensos, no hay un rumbo claro acordado por mayorías, que se logran en el Congreso, para llevar adelante un proyecto”, lamentó.

“Nos encontramos nuevamente en una situación compleja económicamente, con mucha incertidumbre, que veremos cómo se resuelve el día después de las elecciones, hay un parche de acá al 26 de octubre. La pregunta de todo el mundo es ¿y el 27 qué pasa?. Este es el problema que nosotros planteamos y no es una mera cuestión de ñoños republicanos, es una cuestión central”, reflexionó. “Hay que resolver la macroeconomía, ordenar las cuentas públicas, decidir quién hace las cosas y qué nivel de competencia tienen los gobiernos provinciales. Hay que discutir muchas cosas. Pero las cosas importantes terminan no discutiéndose nunca”, lamentó Fernández.

Asimismo, señaló que “este gobierno heredó una crisis enorme que merecía otro tipo de diálogos institucionales y mo llevarse a todo el mundo por delante como una imposición". "No es la forma y ahora estamos donde estamos. Es muy importante para cualquiera que forma parte de la política en un gobierno democrático, tratar de que al otro le vaya bien. No somos los responsables de poner palos en la rueda. Somos responsables de marcar diferencias, plantear alternativas e inconsistencias”, apuntó.

Remarcó la importancia de las elecciones de octubre y “lo más valioso y muy importante es el día después, la lectura que cada espacio político hace del resultado electoral. Porque uno gana y se pone contento, pero hay que ser muy prudente en el momento de analizar los resultados para que a nadie se le suba la espuma a la cabeza”.

“(Javier) Milei nacionalizó una elección que era provincial pensando que iba a arrasar por la adhesión popular y es lo que no pasó. Lo que también tiene que ver el gobierno nacional es que los votos que le cayeron fueron de la gente que no fue a votar. Algo le pasó a la gente que en el 2023 acompañó y en este momento vio inconsistencias, se le fue el ánimo, decayó la esperanza y dijo no voy a votar. Lo que tiene que entender es qué está haciendo mal que hace que la gente no vaya y lo vote”, dijo.

Fernández, además, reconoció : “Lo que teníamos que discutir era la gestión de Kicillof y cuáles eran las alternativas para proponer en la legislatura un efectivo control del gobierno provincial. Era una elección provincial. Sin embargo, hubo fuerte presión del gobierno nacional de nacionalizarla y perdimos una oportunidad como bonaerenses de discutir la provincia. Y la gente optó por una cosa o la otra”.

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