Un presunto sicario paraguayo que respondía a una banda narco fue detenido en las últimas horas por el crimen de Luis Alberto Troche, el comerciante asesinado en frente de la Comisaría de Transradio.

Se trata de un sujeto de 28 años, identificado como Rolando Giménez Olivella, apresado durante un allanamiento llevado a cabo en Ingeniero Budge, en el marco de la investigación por el homicidio ocurrido el pasado 13 de septiembre.

En su poder, las autoridades policiales incautaron un par de zapatillas blancas, una campera rompeviento, una remera blanca que tenía manchas de sangre que había sido arrojada a la basura y un pantalón que se hallaba lavado y tendido para secarse (prendas de vestir que el muchacho habría llevado colocadas justo cuando se perpetró el asesinato).

Además, detuvieron al dueño de la agencia de coches de alquiler, de 58 años y también de nacionalidad paraguaya, dentro de un domicilio en José María Paz al 600, en el cruce con Ingeniero Huergo, ya que en esa remisería había un Chevrolet Corsa negro (con un choque en la puerta delantera izquierda), que el agresor habría usado para escapar del escenario de lo ocurrido.

El crimen, según la causa, se habría cometido en menos de 5 minutos. Aunque resta conocer cuál fue el móvil del homicidio, y para ello será clave la apertura del celular de Olivella, el principal sospechoso. El joven sería "mano de obra criminal" de una organización dedicada a la venta de drogas.

El operativo estuvo a cargo del Departamento de Homicidios de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, quienes realizaron un total de cinco allanamientos, en base a las directivas impartidas por María Paula Segade Sánchez, fiscal de la UFI 2 de Esteban Echeverría.

El crimen del comerciante

El sangriento hecho sucedió el 13 de septiembre pasado, cuando personal policial acudió a la sucursal de Rapi Pago, ubicada en Ruta Provincial 4 al 6031, en la zona de Transradio. En el baño del local encontraron al propietario sin vida, con lesiones cortantes en el rostro y el pantalón bajo.

Gracias al análisis de las imágenes captadas por las cámaras de vigilancia del local, se consiguió establecer que un individuo había ingresado al establecimiento y que luego de 15 minutos habría atacado a Troche, para de inmediato fugar sin apoderarse de objetos de valor, ya que en el negocio fueron secuestrados 5.500.000 de pesos, 200 dólares y el aparato de telefonía celular que era utilizado por la víctima.

Según declaró una testigo clave, el propio Troche le indicó que debía realizar el pago mediante una billetera, por lo que ella le transfirió dinero para que él lo acreditara en la aplicación. Mientras aguardaba, ingresó el sospechoso y el comerciante comentó: “Esa persona me está esperando a mí”. La mujer sostuvo que ambos se conocían.