miércoles 17 de septiembre de 2025 - Edición Nº2478

Club Lanús | 16 sep 2025

Victoria por 1 a 0

La historia también juega, Lanús sacó chapa ante Fluminense

El Granate consiguió una ventaja importante como local en la ida de los cuartos de final contra Fluminense, al imponerse 1‑0 en una noche que se prometía tensa, física y cargada de emociones. El gol llegó en los pies de Marcelino Moreno sobre el final del encuentro.


Desde el arranque del partido se vislumbraba que sería un duelo de mucho respeto mutuo. Lanús, consciente de la potencia ofensiva del conjunto brasileño, apostó a tomarse el medio campo, cerrar los espacios y contragolpear con verticalidad rápida. Fluminense, por su parte, buscó imponer el ritmo, mover el balón por abajo, abrir la cancha y encontrar la profundidad con sus laterales.

 

Hubo pocas situaciones claras. Lanús intentó con remates de media distancia, centros cruzados, alguna jugada insistente por las bandas, pero sin precisión en el último cuarto. Fluminense tuvo la pelota, presionó, pero chocó muchas veces contra una defensa bien ordenada, con marcaciones ajustadas y buen repliegue. Los nervios quedaron evidenciados en pérdidas inoportunas y decisiones apresuradas, sobre todo del visitante, que sintió la atmósfera en “La Fortaleza”.

 

En el arranque del segundo tiempo , Lanús salió con mayor determinación. El ingreso de algún mediocampista o volante con frescura le dio más orden al centro. Los laterales empezaron a subir mejor, el ataque comprimió, y poco a poco Fluminense comenzó a retroceder, a jugar más al contraataque que a generar. Más allá de las intenciones que el Grana plasmó aún se le dificultana poder romper la línea defensiva de Fluminense y todo parecía indicar que todo se consumiria un pálido empate, sin embargo al minuto 44, Salvio ganó en velocidad a su marcador sobre el costado izquierdo y envío un pase hacia atrás que encontró de frente al arco a Marcelino Moreno que de una manera poco ortodoxa logro rematar la pelota al fondo de la red para hacer delirar a la fortaleza.

 

Después del gol, Fluminense intentó reaccionar: cambios ofensivos, mayor presencia en el área rival, centros al corazón del área, pero Lanús respondió con orden, sacrificio, bloque compacto y control de los tiempos. Hubo momentos de zozobra: corners consecutivos del brasileño, exigencia física, trastornos tácticos, pero los dirigidos por Pellegrino lograron aguantar las embestidas finales del elenco brasileño.

 

Ganó Lanús, pero no por un margen amplio. En Río de Janeiro la historia será otra: viento en contra afuera, la cancha ajena, presión del público, la obligación de Fluminense de volcar la serie. Sumado a que habrá que ver cómo maneja los recursos físicos, las lesiones, la concentración en los momentos de mayor presión. Lanús dio un golpe importante más no definitivo, quizás, pero sí de esos que marcan una diferencia anímica enorme. En la Sudamericana los equipos medidos, los que tienen carácter, corazón y pueden aguantar los momentos difíciles, suelen llegar lejos. Esta noche, Lanús dio una prueba de carácter y levanto la imagen respecto a lo mostrado en el último mano a mano frente a Argentinos por Copa Argentina.

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