miércoles 10 de septiembre de 2025 - Edición Nº2471

Gremiales | 10 sep 2025

INFORME ESPECIAL

Los salarios volverán a perder en agosto y se profundiza la crisis de ingresos

Según datos de una consultora, es muy posible que la inflación supere el aumento promedio de los sueldos, a partir de la estrategia oficial de sostener el techo salarial. Esto genera malestar entre los gremios, que presionan por “paritarias libres”. Qué sectores se escaparon de esta situación y consiguieron mejoras para este mes.


Por: Diego Lanese

Durante todo este año, el Ministerio de Economía instruyó a la secretaría de Trabajo que mantenga la estrategia salarial “a rajatabla”. La idea de no permitir aumentos mensuales por encima del 1-2 por ciento bajo el argumento de la baja inflacionaria se vio con claridad en las paritarias estatales –en especial trabajadores de la administración pública y docentes y nodocentes –y de manera más difusa en el sector público.

Allí, donde el gobierno no tiene influencia directa en las negociaciones, se decidió por dejar de homologar los convenios fuera del rango permitido. Esto no generó mayores problemas cuando el IPC bajó a cifras acordes con esta estrategia, pero se volvió un problema en momentos que la suba de precios se reactivo.

En definitiva, en el trascurso del año, el techo libertario tuvo un impacto visible, ya que la pérdida salarial se fue generalizando, y hoy alcanza a casi todo los rubros. Al parecer, agosto profundizará la tendencia, ya que los salarios no le ganarían a la inflación, según las proyecciones.

Esto puso en alerta a los gremios, como la conducción de ATE nacional, que se declaró en “estado de alerta y movilización” por esta situación. Algunos rubros lograron romper con este corcet de los salarios, y este mes cobrarán incrementos, pero en general la estrategia oficial está deteriorando “rápidamente” el poder de compra de los trabajadores.

El techo a las paritarias es uno de los aspectos más cuestionables del plan económico, aunque no es tan visible a la hora de analizar el presente del gobierno nacional, en especial luego de la enorme derrota electoral en provincia de Buenos Aires.

En este sentido, la CGT viene pidiendo por “paritarias libres”, junto con varias organizaciones de su entramado, pero el tema no parece salir del ámbito sectorial. Lo cierto que este límite impuesto por la Casa Rosada tiene consecuencias negativas en los ingresos de los trabajadores.

Un reciente informe de la consultora Ecolatina adelantó que en el mes de agosto los salarios creciendo 1,9 por ciento, y según su proyección “volvería a quedar debajo del IPC. “El promedio de cuota de aumentos del mes de agosto se ubicó en 1,9 por ciento, levemente por encima del 1,6 por ciento de julio, pero todavía por debajo de la inflación proyectada por las consultoras privadas”, destacó el reporte, al que tuvo acceso Política del Sur.

La inflación que están anunciando las consultoras privadas tiene como base ese 1,9 por ciento, y alcanza en algunos casos el 2,4 por ciento.

Este repunte de los ingresos, agregó Ecolatina, “si bien corta la desaceleración del mes anterior, no alcanza para compensar la aceleración de precios, por lo que los salarios seguirían perdiendo frente al IPC. Así, “tras dos meses en los que los ingresos habían logrado ganarle a la inflación, julio y agosto consolidarían un nuevo período de deterioro en la relación precios-salarios”.

Esta tendencia podría empeorar si la presión sobre el dólar sigue aumentando, y se producen movimientos por fuera de la banda cambiaria, según estiman los analistas. Tal vez por eso el gobierno nacional intervino esta semana, una medida muy alejada del discurso de campaña del presidente Javier Milei.

En este contexto de nuevo deterioro del ingreso de los trabajadores, los gremios plantean estrategias diversas, teniendo el condicionamiento de la estrategia de la cartera que conduce Julio Cordero, que deja sin homologar acuerdos salariales que se escapen de la pauta libertaria.

Por eso Ecolatina completó su reporte con un relevamiento de los principales convenios salariales. “Esa dinámica de aumentos para el conjunto general de acuerdos relevados, se ve algo más contenida entre los grandes gremios, donde se incluyen también gremios que vienen muy rezagados como los estatales o aquellos gremios que dependen indirectamente del gasto público vía subsidios”, resaltó el trabajo.

Con diferentes períodos de acuerdo, insistieron, “en general muestran una velocidad de aumentos mensuales que oscila entre 1 y 2 por ciento, y con gremios que vienen corriendo, en la parte remunerativa de los acuerdos, claramente por debajo de la inflación”. Por las restricciones oficiales a la homologación de acuerdos, recordó, “las sumas no remunerativas se han vuelto un complemento esencial en el ingreso”.

Las consecuencias de esta estrategia se vieron claramente en la negociación salarial de los metalúrgicos, que estuvo estancada por meses, ante la negativa de las grandes empresas de salirse de los porcentajes pretendidos por el gobierno.

En realidad, la estrategia de las patronales fue en doble sentido: En la rama metalmecánica, la más amplia de la UOM, se firmó un acuerdo que luego la secretaría de Trabajo tardó meses en homologar; mientras que en la rama siderúrgica se negaron a salir del techo libertario.

En ambos casos, dicen en el gremio, está “la mano negra” del Grupo Techint. “Sus productoras de acero decidieron ofrecer cifras apenas superiores al 1 por ciento, negando aumentos salariales”, recordó una fuente del gremio ante la consulta de Política del Sur.

En cuanto a la rama metalmecánica, “utilizaron al secretario Julio Cordero para retrasar la activación del acuerdo hasta el límite”. Cordero tiene pasado en el grupo de la familia Rocca, y suele ser apuntado por la dirigencia gremial como parte de la estrategia laboral de la multinacional argentina. A la cuestión se le suma el aumento de la conflictividad, de la mano de los despidos y suspensiones que se vienen dando en el sector. En concreto la situación es muy compleja. “Los metalúrgicos perdimos más del 30 por ciento de nuestros salarios”, marcó una de las fuentes consultadas.

Con este nuevo retroceso a confirmarse en breve –el IPC de agosto se conocerá hoy 10 de septiembre –los acuerdos ya firmados quedan en una especie de limbo, ya que mejoran los ingresos en un contexto que ya no existe. Aunque también las mejoras permiten pelear de mejor manera contra este contexto de retroceso.

Lo cierto es que muchos sectores tienen acordados aumentos para este mes, que no comprenden esta nueva realidad. La excepción la constituyen gremios como Bancarios (que este mes llevarán su básico a .895.421 pesos), que ajustan por inflación, y petroleros, Seguros y Sanidad, que lograron acuerdos más cercanos a la dinámica de precios. En contraste, gremios masivos como Camioneros y Comercio cerraron incremento que recurrieron a sumas no remunerativas para sortear el techo que busca imponer el gobierno.

Los que mejorarán sus ingresos este mes son varios sectores, con dinámicas distintas. Estatales de la provincia de Buenos Aires cobrarán un aumento del 2,5 por ciento sobre los haberes de julio, más un 7,5 por ciento en viáticos, por lo cual podrían escapar de esta realidad.

En tanto, la construcción (UOCRA) aplica un 1,1 por ciento de incremento sobre los básicos de julio. Empleadas domésticas percibirán un 1 por ciento de aumento y la última cuota de un bono no remunerativo (de 4 mil a 9.500 pesos según las horas). Por su parte, los metalúrgicos de la UOM recibirán un 1 por ciento correspondiente a agosto más 25 mil pesos no remunerativos.

Así, el ingreso mínimo global de referencias se ubica en 909.114 pesos. Los camioneros de Hugo Moyano cobrarán un 1 por ciento de agosto más una suma no remunerativa de 45 mil pesos, mientras que FATSA acordó un 1,9 por ciento sobre básicos más una suma fija no remunerativa de 60 mil pesos.

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