viernes 05 de septiembre de 2025 - Edición Nº2466

Gremiales | 5 sep 2025

ANALISIS

El clasismo sindical apunta a la situación de los municipales para disputar su representación

Durante la campaña electoral bonaerenses, varios referentes de la izquierda denunciaron la precarización y malas condiciones salariales del sector, y buscar hacerse lugar en sus organizaciones gremiales. El avance se da en momentos que la FESIMUBO recambia autoridades y pelea por ingresar a la CGT.


Por: Diego Lanese

El desdoblamiento de las elecciones en la provincia de Buenos Aires suponía, en los argumentos usados por el oficialismo bonaerense, instalar una agenda de debate sobre los problemas que afectan a los habitantes de los 135 municipios.

Pero la explosión del escándalos por supuestas coimas en la compra de medicamentos, que abrió una verdadera caja de pandora en cuanto al entrama interno del gobierno, desdibujo esa posibilidad.

Al final, la campaña provincial fue una serie de ataques entre el gobernador Axel Kicllof y la Casa Rosada, con escasa participación de los candidatos locales, que como en el caso de Maira Mendoza pareció más interesada en marcar diferencias internas que en discutir la realidad en la Provincia.

Uno de los temas que podía ser clave en esta agenda frustrada fue la situación de los trabajadores de las comunas. Históricamente postergados, en esta realidad de ajuste  y recesión golpea más fuerte en los municipios, que son la escala más baja del empleo público.

La gran mayoría de las demandas fueron largamente expuestas en estos años por la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (FESIMUBO), que lleva adelante esa agenda desde su formación a mediados de los 90. En este proceso, además de los gremios de la entidad los dirigentes clasistas pasaron su mirada en esta realidad, y denunciaron los bajos salarios y las condiciones precarizas que viven, pese a tener una ley desde hace más de 10 años para buscar revertir estas cuestiones.

En momentos que hay un proceso de renovación de la dirigencia municipal, la izquierda quiere meterse en la discusión de la representación de este colectivo, que unido es “el gremio más grande del país”.

Durante la campaña, los candidatos del MAS y del FIT-U alertaron reiteradamente sobre las condiciones laborales de los municipales bonaerenses, colectivo muy castigado desde hace mucho tiempo.

Los reclamos por mejoras salariales son constantes en la provincia de Buenos Aires, y en momentos de ajuste se repiten con mayor dramatismo. En una reciente recorrida por el distrito de Lanús, Pablo Giachello, candidato a diputado provincial por el FIT-U en la Tercera Sección Electoral, apuntó contra la situación de los municipales locales: “Lo que me denunciaban los trabajadores es que están cobrando 300 mil con 18 años de antigüedad y que hay contratos precarios, que incluso pagan menos”.

Además, en algunos lugares trabajan cinco días a la semana, seis horas por día, con lo cual, “se trata de niveles de explotación completamente descomunales, con salarios que no alcanzan para nadie”. En tanto, Emiliano Bonfigio, compañero de lista de Giachello, llamó “verdaderos salarios de indigencia” los que paga el jefe comunal Julián Álvarez, lo que ponen de manifiesto “una coincidencia a la hora de reventar los salarios y los derechos de los trabajadores entre Javier Milei, que es un enemigo jurado de la clase obrera, y los ajustadores Axel Kicillof y Álvarez”.

“Este no puede siquiera sacar un comunicado de solidaridad con los trabajadores en lucha, siendo el responsable de empujar a la indigencia a miles de trabajadores municipales”, agregó.

Esta equiparación entre libertarios y peronistas es una estrategia de la campaña de los distintos candidatos de izquierda, pero en los municipales tiene similitudes con una vieja máxima del histórico líder de la FESIMUBO, Rubén “Cholo” García, quien suele decir que a la hora de precarizar trabajadores no hay “distinciones en los colores políticos”.

En estas décadas de trabajo, el dirigente suele ser muy duro con los jefes comunales del PJ, que pese a los discursos, tienen políticas laborales guales al resto. “Ganan pidiendo el voto a los municipales y después les pagan salarios miserables”, suelen explicar desde la entidad que lidera García, que condena este doble juego. Ahora la izquierda se sube a esta cuestión, e intenta sumar agrupaciones clasistas al entramado sindical.

Esto es una advertencia, en especial para los intendentes”, le dijo a Política del Sur una fuente del sector, que marcó que el descontento crece entre los empleados, y esto puede volverse en su contra. Así, se recordó como la izquierda llegó a la conducción de muchos gremios, desde las bases, aprovechando la indiferencia a los reclamos.

“Más allá de lo ideológico, el clasismo pone en su agenda los reclamos más urgentes, si no se resuelven a representan, los trabajadores van a ir hacia quien los haga escuchar”, marcaron las fuentes consultas.

Antes de la campaña, el Frente de Izquierda ya se había fijado en la situación salarial del sector. A fines del 2023, los diputados Néstor Pitrola y Romina del Pla presentaron una propuesta en el Congreso para crear un “piso salarial” para los trabajadores de las comunas de todo el país, que evite que se paguen sueldos por debajo de las líneas de pobreza e incluso de indigencia, como suele pasar.

Este proyecto de ley propone que “los municipales ingresantes de cualquier modalidad, transitoria o permanente nunca cobren un salario inferior a dos sueldos mínimos vitales y móviles”. También que cualquier aumento, bono o retribución “siempre sea remunerativa -sujeta a retenciones y cargas patronales por jubilación-.

Y que se ingrese siempre por concurso a la planta permanente”. La medida fue apoyada por el Sindicato de Trabajadores Municipales de Vicente López (STMVL), uno de los gremios de peso en la FESIMUBO. Al respecto, en su momento su titular Víctor Pirillo explicó que la propuesta clasista “también toca temas como la carrera municipal, el ingreso por concurso, los ascensos de categoría cada cinco años”, entre otras cuestiones.

Los reclamos clasistas respecto de la situación de los municipales se dan en momentos que la principal entidad sindical de la provincia de Buenos Aires está a días de completar su proceso de renovación de autoridades, que además implica una especie de trasvasamiento generacional.

García dejará la conducción de la entidad para darle paso a Hernán Doval, como sucedió en la Confederación de Trabajadores Municipales (CTM). La Lista Celeste y Blanca, única en competencia, lleva como candidato a secretario general al autor de la Ley de Paritarias Municipales, la 14.656, que implicó la presencia de negociación colectiva en decenas de distritos de la provincia.

Doval redactó, presentó y logró la aprobación del proyecto cuando fue diputado provincial. Unos 105 mil afiliados divididos en más de 82 mil trabajadores municipales activos y casi 23 mil pasivos, elegirán el próximo 12 de septiembre la nueva conducción de la FESIMUBO, que tiene la representatividad de los casi 300 mil trabajadores municipales de la provincia de Buenos Aires, cuenta con más de 90 Sindicatos de base.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias