domingo 07 de septiembre de 2025 - Edición Nº2468

Sociedad | 2 sep 2025

TIERRA DE DISPERSIÓN

Porqué la oposición de Lanús rechazó unirse para enfrentar a La Cámpora

Nadie sabe quién gana, pero todos temen perder. La oposición eligió regalarle la ventaja a una Cámpora que hace agua en la gestión. El 7 de septiembre no se vota solo concejales: se juega la supervivencia en la política local. Cuántos ediles puede cosechar cada fuerza.


Por: Ricardo Carossino

Por lo charlado con actores de la política del Lanús, lo primero que Política del Sur percibió para analizar la mirada de estas elecciones del 7 de setiembre desde la oposición al intendente camporista Julián Álvarez, es que reina una total desorientación en cuanto a qué resultados pueden arrojar las urnas en el Municipio. Incluso algunos oficialistas peronistas, tampoco tienen claro el panorama. En síntesis, reina una poderosa oscuridad en cuanto a arriesgar un triunfo o una derrota.

Increíblemente, en el peor momento político del peronismo local, con una interna feroz que no aparece acompañar al intendente que tiene infinidad de problemas de gestión, los dirigentes opositores rechazaron la chance de armar un frente capaz de capitalizar el enojo de los vecinos.

Lo que sí todos saben es que al no haber figuras descollantes en las listas seccionales de la Tercera, el arrastre sí o sí, tiene que ser de abajo para arriba, o sea, los intendentes serán los que definan un triunfo o una derrota de sus gestiones. Por lo demás, como nunca antes, el descontento de la gente será más elocuente y más definitorio que nunca.

La oposición al intendente Álvarez no quiso tener una estrategia en común para enfrentar a La Cámpora. Podían haberlo hecho a nivel local. Podían haberse desentendido de las lógicas nacionales. Podían haber acordado un gran frente local, pero eligieron otro camino y van separados.

Por un lado un PRO abandonado, sin la más mínima presencia luego de ganarle al peronismo en 2015 y de haber gobernador por dos períodos el Municipio. Néstor Grindetti se mostró lejano a esta elección. No caminó su distrito, no influyó en la campaña y aceptó la migaja que le tiraron: el tercer concejal en la persona de Damián Sala. Por lo que el PRO no gana nada en esta compulsa.

La otra pata amarilla, los ahora ex PRO, los que se sostienen bajo el ala del número dos de la SIDE, Diego Kravetz, tampoco cobraron mucho más que los grindettistas: Claudia Serapio y Marcelo Rivas. Esta siembra tendrá mucho que ver con lo que pase este domingo, porque habrá que ver si entran cinco ediles.

El otro sector de la oposición es la que encarna el radical Emiliano Bursese con Somos Buenos Aires, un sector que tiene una clara aspiración al frentismo más amplio con el argumento de la ancha avenida del medio: ni Milei ni kirchnerismo, donde se agregan los peronistas despreciados por La Cámpora.

Juntos podrían haber tenido un rol superador para enfrentar al kirchnerismo, pero eligieron pensar más en los personalismos, como indicó uno de los abanderados de la oposición. Según los testimonios que PDSUR pudo obtener de las distintas fuerzas, “no estaban dadas las condiciones para planear una estrategia común en Lanús”.

Grindetti lo hizo en 2015 a nivel local, cuando a diferencia de la estrategia nacional de Mauricio Macri, supo incorporar peronismo lanusense identificado con lo que en su momento fue el manolismo. En modo ambulancia, el ahora presidente de Independiente, leyó la desunión del peronismo local y aprovechó la oportunidad.

Al cabo, Máximo Kirchner vio lo mismo en Lanús en 2023 y abrió el juego para que la unidad pesara por sobre los componente ideológicos, y ante un PRO que empezaba a hacer agua frente a la pérdida de confianza por la aparición de Javier Milei, aglutinó con Sergio Massa una estrategia común y ganaron Lanús.

Un dirigente opositor a La Cámpora propuso una estrategia del mismo calibre para aprovechar la interna feroz que sufre el peronismo de la Provincia de Buenos Aires donde Álvarez se enfrenta al gobernador Axel Kicillof, pero no fue tomado en cuenta.

Desde el radicalismo, lo que sugirieron es que de cara a 2027 tendrán esa mismo oportunidad durante dos años más y espera que se priorice la necesidad política de sacar al peronismo de la intendencia.

Otro dirigente del PRO aceptó que pesaron muchos “los egos” en este armado sobre todo porque los libertarios se vieron ganadores (aunque ahora duden) y decidieron jugarse todo a ganador sin compartir con los demás.

Desde LLA por ahora rechazan hablar de frente amplios. La orden de arriba fue una estrategia son alianzas y Sebastián Pareja trabajó en esa dirección. En CABA les resultó bien, pero en Corrientes fracasó. Es la interna entre la estrategia de los Menem que tuvo más impacto interno que la del mago del Kremlin, Santiago Caputo que pedía ir atrás de los liderazgos locales más consolidados para no mostrar derrotas.

Ahora la lectura de los más optimistas es que Julián Álvarez podría ganar este 7 de setiembre y que con el arrastre del aparato municipal, aún a pesar de cierto descontento que reina entre los trabajadores, podría cosechar seis concejales, con lo que según esperan la torta podría repartir cuatro ediles para Ignacio Moroni y dos concejales para Emiliano Bursese.

Este resultado sería óptimo tanto para el intendente como para el radicalismo local porque sacarían mucho más de lo que esperaban hace un mes atrás. Dirigentes lanusenses creen que el escándalo de corrupción terminó por salpicar a Javier Milei, pero también saben que no por eso La Cámpora se va a llevar los votos enojados con LLA.

Desde las filas libertarias entienden que efectivamente, admitieron a PDSUR, “el tema Spagnuolo” salpicó al espacio a días de las elecciones y ante la pregunta de si creen que ganarán en Lanús, la respuesta fue inimaginable un mes atrás: “No lo sé”.

Lo cierto es que los resultados del domingo preconfigurarán un nuevo escenario a futuro, pero todo escenario necesita un actor que protagonice la obra para ponerla en escena y todos los opositores al intendente Álvarez saben que ahora ese líder no apareció. A Grindetti lo ven retirado y ocupado de su pasión futbolera: “Quiere la gloria de Independiente y quedar en la historia grande del club”.

Tan alejado está Grindetti de la lógica libertaria que no tuvo empacho en reunirse con el titular de la AFA, Chiqui Tapia, señalado por Milei y Patricia Bullrich como uno de los integrantes de la irreal célula golpista ruso-chavista junto al peligroso espía de la ex URSS, Jorge Rial. 

Por el lado del radicalismo, como siembre talla el eterno candidato Bursese, que es el que tiene fichas en tanto no aparezca alguien con dinero y cuña nacional y desde la LLA, la aparición de Moroni todavía no termina de configurar una alternativa de conjunto y para eso va a tener que ganar este domingo, de lo contrario corre el riesgo de desdibujarse.

Algunos miran hacia Kravetz, que no aparece ni local, ni nacionalmente. El ex secretario de Seguridad de Lanús, se mantiene a resguardo tratando de no quemarse, sobre todo en este momento de incertidumbre política del gobierno nacional. Esa sería una chance en tanto y cuanto no quede salpicado por los escándalos de La Rosada.

Por lo demás, hoy dialogan todos y todos se llevan bien. Todos admiten que nadie tiene la batuta y que dudosamente la puedan tener, pero son contados con dos dedos de la mano los que proponen un frente amplio opositor a La Cámpora: muy poco.

 

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