

Temperley viajo hacia la ciudad de Rio Cuarto con la obligación de traerse un buen resultado, los últimos 4 empates consecutivos empujaron al Gasolero hacia la parte más baja de la zona de reducido y lo ponía en una situación incomoda de cara al duelo con el León ya que este era un rival directo por los primeros lugares de la zona. Precio al encuentro Estudiantes adelantaba a Temperley por tan solo 2 puntos por lo que una victoria iba a acomodar a Temperley entre los primeros 3 de la tabla.
Desgraciadamente el equipo demostró que no se termina de amigar con los contextos adversos y los momentos calientes. Temperley salió un poco mejor al partido, haciéndose dueño de la pelota mientras el rival esperaba sosegado el error de Temperley. Quizás sea por la falta de costumbre de proponer o lo propio del momento tenso pero el Gasolero se terminó pegando solo el tiro en el pie, en un intento de salir jugando de abajo, Monti se tropezó y le regaló la pelota a Granero quien ante un estático Mastrolia abrió el marcador y decretaba la venta local antes del minuto 10 de juego. Un golpe doloroso para el equipo de Forestello que veia como su rival sin despeinarse, en su primera arremetida ofensiva le convirtió el primer tanto.
Más allá del duro golpe, el gol no mató la ilusión de Temperley que salió con la sangre en el ojo a atacar y a base de ocasiones fue metiendo contra su arco al dueño de casa, convirtiendo así al arquero, Olivera en la máxima figura del partido con varias intervenciones salvadoras durante gran parte de la primera parte. La diferencia en el primer capítulo la marco la efectividad. Estudiantes de Río Cuarto generó poco e hizo mucho mientras que Temperley generó bastante entre el minuto 15 y 35 pero traslado poco al marcador,
producto de lo que viene siendo un pésimo momento de todos sus atacantes.
En el segundo tiempo la historia continuo por el mismo camino, Temperley con más ganas que con ideas intento ir a buscar por lo menos el empate pero lamentablemente toda intención ofensiva terminaba mayormente en un centro intrascendente que no terminaba nada. En el primer cuarto de segundo tiempo, la única jugada clara de Temperley la tuvo Franco Ayunta quien recibió prácticamente en soledad un balón en el borde del área chica que pedía a gritos remate de cabeza pero contra toda lógica, el atacante Celeste intento tirar una patada voladora que no llego a destino.
A partir del minuto 15 del complemento el partido perdío el guión por completo debido a la expulsión de Fenoglio que fue con la pierna extendida ante la salida de Valentín Aguiñagalde, impactando de manera vehemente sobre el brazo del central celeste. Desde allí el partido se volvió violento, discutido y poco jugado. Estudiantes de Río Cuarto se metió en su propio campo a resistir el resultado, mientras Temperley iba con empuje y cargada de centros el área de Olivera. Tuvo sus ocasiones claras, la primera en un remate de Peralta desde el borde del área que rozó el travesaño y la más clara llegó en la última pelota del encuentro con un cabezazo de Luciano Nieto en la boca del arco que a puro reflejo el arquero cordobés, Olivera desvío para consagrarse como el gran héroe del partido.
Temperley volvió a jugar mal, volvió a mostrar su gran incapacidad para convertir y volvió a dejar al descubierto el flojo nivel individual de varios futbolistas en los cuales destaca Federico Milo, Franco Ayunta y Luciano Nieto. En este último tiempo, el equipo se empezó a complicar sólo y con esta derrota, el Gasolero queda octavo en la zona tan solo 5 puntos por encima de Agropecuario que es el último equipo que se está quedando afuera del reducido, con 15 puntos en juego, Temperley se complicó por sus propios medios una clasificación que parecía asegurada.