

Por: Federico Cedarri
El gobernador bonaerense Axel Kicillof lleva la batuta en el devenir de la campaña provincial de Fuerza Patria.
Para el mandatario representa una elección que pude ser crucial para una potencial candidatura presidencial, es por eso que se puso el proselitismo al hombro y recorre infatigablemente la Provincia para intentar poner en valor su gestión y contrarrestar la nacionalización que quiere imponer Javier Milei.
El gobernador bonaerense entendió, luego del acto en Atenas, que el Presidente decidió subirlo a él al ring y no a Cristina Kirchner y en cierto modo coincide con la estrategia de campaña de Kicillof, que más allá de darle preponderancia a la gestión se muestra cómodo en la diferenciación con el modelo económico de Milei.
En rigor, el mandatario eligió mostrar las disidencias fundamentales que ostenta con el modelo de gobierno libertario, es por esto que busca hacer particular hincapié en la obra pública, algo que el mandatario nacional desecha por relacionarla con la corrupción.
Se ha visto a Kicillof recorrer prolíficamente distintas obras públicas que lleva adelante la Provincia, su agenda está saturada de inauguraciones tanto en el Conurbano, lugar que recorre todas las semanas, como en las distintas secciones del interior, prestando especial preponderancia a la Segunda y la Cuarta, donde advierte una diversificación del voto con Hechos, la fuerza de los Passaglia, y Somos que puede tornarse definitoria a la hora de contar los votos.
En los cálculos kicillofistas sobre el interior bonaerense, dan por pérdida a priori la Quinta y la Sexta, ven pelada la Séptima y Octava y partida en tres tercios la Segunda y Cuarta.
Respecto a la situación en el definitorio Conurbano, Kicillof logró que sus intendentes vayan en su mayoría como candidatos testimoniales para empujar la lista seccional: la ventaja que el peronismo saque en la Tercera puede convertirse en determinante.
Como informó hace unos días PDS, desconfían de los trascendidos que emanan de la usina de la Casa Rosada que hablan de que LLA arranca de atrás en los sondeos para la elección de septiembre.
Hay encuestas que anidan en despachos de la Gobernación que han sembrado inquietud, sobre todo por algunos números en la Tercera que no son los esperados: los sondeos hablan de un aventaja de Magario de alrededor de seis puntos, que puede extenderse a nueve, pero que si se miden las marcas electorales, la misma se vería reducida a menos de cinco.
“En ese escenario estamos complicados, aunque todavía hay muchos indecisos y creemos que la mayoría son votantes nuestros”, analiza ante PDS un legislador provincial peronista.
Respecto a la otra sección determinante que es la Primera, convertida ahora en la de mayor cantidad de electores, los números que manejan en el oficialismo provincial sostienen una ventaja de entre tres y cinco puntos para la lista de Diego Valenzuela por sobre Gabriel Katopodis.
También preocupa de sobremanera los votos que estaría consiguiendo el alcalde tigrense Julio Zamora, candidato a primer senador por Somos: “Los votos que saca Zamora son la diferencia que tenemos hoy con Valenzuela”, se sincera una fuente peronista que consulta periódicamente sondeos.
Lo cierto es que más allá de la unidad lograda por los tres polos que componen el frente Fuerza Patria, Kicillof se está manejando independientemente de La Cámpora y viceversa.
Los seguidores de Máximo Kirchner, sobre todo sus principales espadas en la Tercera como la alcaldesa quilmeña Mayra Mendoza y el matancero Facundo Tignanelli, transitan el territorio poniendo de relieve la figura de Cristina Kirchner: en actos de los que participó la jefa comunal de Quilmes fue posible escuchar audios de la ex presidenta, ya sea en vivo o grabados.
Los intendentes, en tanto, también hacen campaña de manera individual y destacando sus gestiones municipales, es posible ver los paredones del conurbano sur plagados de afiches con fotos de los jefes comunales que van de testimonial en soledad: “Los intendentes siempre priorizan su quintita aunque jueguen para Axel”, suelta otra fuente oficialista.
Kicillof, en tanto, seguirá trajinando el Conurbano y algunas secciones del interior bajando la línea del antagonismo ideológico con Milei y llamando a votar por la boleta de Fuerza Patria para ponerle un freno a los ímpetus del Presidente.
La apatía y la posible baja participación es algo que también preocupa en el campamento del Movimiento Derecho al Futuro, los números que manejan hablan de que podría votar apenas algo más que el 50% del padrón.
Además, entienden que muchos de los potenciales ausentes a votar el 7 de septiembre son peronistas desencantados que no ven con buenos ojos a Milei pero no acompañan desde hace tiempo al kirchnerismo: “Tenemos que volver a recrear la confianza en el peronismo”, explican.