

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) anunció que la inflación de julio fue del 1,9% y si bien se mantiene debajo del 2, los números de agosto preocupan.
Política del Sur conversó con Florencia Iragui, economista de la consultora LCG, quien adelantó que la consultora ya tiene los datos de la primera semana de agosto.
Las mediciones de LCG se realizan en Ciudad de Buenos Aires y parte del Gran Buenos Aires, sobre los datos de las cadenas de supermercados. “A veces tienen más o menos los mismos precios las cadenas. Nosotros relevamos los días miércoles y al primer miércoles de agosto, la variación semanal en el rubro alimentos y bebidas nos dio un 2%. Esto quiere decir que hay una aceleración, pero las primeras semanas suelen ser un poco más altas”, detalló Iragui.
En ese sentido, advirtió que “ese suele ser el momento en el que se hacen los cambios más fuertes". "El tema es que la primera semana de julio, para tener una referencia, fue de 0,7% la inflación y esta fue de 2%. Es para tener en cuenta, parecería un poquito más acelerado. Además, julio vino con las últimas dos semanas con caída de precios. Entonces, se nota más la diferencia”, explicó.
Y agregó: “Veníamos de cuatro semanas de desaceleración y agarrar una primera semana con un 2 adelante, llamó un poco la atención. Hay que ver cómo sigue. Si tenemos una semana de mucho movimiento, de promociones, a la otra semana esto se corrige. No creemos que sea el caso”.
Explicó, en este marco, que “la primera semana de agosto estuvo muy influenciada por lo que pasó en los últimos días de julio". "Estuvimos hablando del tipo de cambio, las tasas, todas esas cosas que empezaron a aparecer en todos los canales de comunicación. Esas cosas se pueden haber trasladado a precios recién en agosto y por eso no pegó tanto en la inflación de julio, que fue 1,9%. Pero no sería por el tipo de cambio, cosa que sí podría pasar en agosto”, argumentó.
Por otro lado, subrayó que “cada vez hay más productos importados". Y consideró que "eso es bueno porque disciplina precios, obliga a poner precios acorde a eso para poder competir. Por el lado malo, si se mueve el tipo de cambio, es más costoso importar ese producto y hace que suba". "Entonces, tenemos esas dos patas del relevamiento semanal”, comentó.
“Nos gusta hablar de lo que está pasando en el mes. Ver que si la carne o las verduras se movieron en una semana, está bueno, pero lo importante es qué va pasando en el mes", admitió.
De todos modos, alertó: "Si la inflación mensual se empieza a acelerar un poquito y en vez de empezar con 1, arranca con 2, ahí ya tenemos otro panorama distinto al de los últimos tres meses”.
Por otro lado, Iragui explicó que en la medición general “cada grupo de productos tiene su ponderador. Un aumento en carnes no pesa lo mismo en la estructura de precios de los argentinos que un aumento en condimentos, por ejemplo".
"Carnes, para nuestro relevamiento es más de un 30%. Teniendo en cuenta un movimiento brusco, un aumento de carnes por arriba del 2%, lleva a que la inflación general de alimentos y bebidas aumente más fácil, que un aumento del 2% en cualquier otro rubro con menos peso relativo”, explicó.
En otro orden, comentó que “la primera semana de agosto, dio deflación en lácteos y huevos. A veces depende de las promociones y por eso hay deflación. Que se eleve el precio no quiere decir que subió mucho en sí, sino que es una semana sin promoción”.
Finalmente, subrayó que “lo que hay que seguir es el promedio general". "Arrancamos el mes de julio arriba del 2%, fue bajando y llegó al 0,7%. La primera semana de agosto dio 0,8%, hay que ver si vuelve a subir o se estabiliza ahí. Por estas primeras semanas no estamos viendo desaceleración como sí pasó en las últimas de julio". "Hay que ver cómo sigue el mes, y a principios de septiembre, podremos decir cómo va a dar también la general”, concluyó.