

El operativo se concretó el fin de semana pasado, luego de una investigación que incluyó más de 5 mil horas de escuchas telefónicas autorizadas por la Justicia, además de tareas de inteligencia, seguimientos, vigilancia encubierta y análisis de publicaciones en redes sociales.
Los investigadores determinaron que los delincuentes operaban de forma organizada y con roles claramente definidos: algunos integrantes se encargaban de sustraer los vehículos en distintos puntos del conurbano, mientras que otros los trasladaban a viviendas ubicadas en Esteban Echeverría, Luis Guillón, Monte Grande y la localidad de 9 de Abril. Allí funcionaban como desarmaderos clandestinos, donde se procedía al despiece de los autos robados y al almacenamiento de las autopartes. Luego, las partes eran ofrecidas en redes sociales a través de perfiles falsos, una modalidad cada vez más frecuente y difícil de rastrear para las autoridades.
La fiscalía ordenó nueve allanamientos simultáneos en domicilios vinculados a la organización, en los que se encontraron más de 300 autopartes —entre puertas, paragolpes, techos de vidrio, volantes, radiadores, elementos de suspensión, interiores y ruedas—, además de herramientas de corte, motores con numeración suprimida, una motocicleta, un vehículo utilitario con chasis adulterado, y documentación automotor con conexiones a otras causas penales. En uno de los inmuebles, incluso se secuestró un fusil calibre 7,65 sin numeración y una gran cantidad de municiones, lo que refuerza la hipótesis de que la banda contaba con logística y protección armada.
Cinco personas fueron detenidas durante el operativo: J.L.G. (34), K.E.C. (31), L.A.R.O. (36), H.D.D. (42) y Y.L.R.B. (31). Además, otras seis quedaron imputadas en la causa, entre ellas un hombre de 70 años. Se los investiga por los delitos de encubrimiento agravado con fines de lucro, desarmado de vehículos, portación ilegal de arma de fuego, asociación ilícita y resistencia a la autoridad.
Según fuentes judiciales, esta banda no sería la única en la zona. Apenas una semana antes, otra organización dedicada al robo y desarme de autos fue desbaratada en Luis Guillón y Monte Grande, donde también se incautaron vehículos de alta gama, como un BMW y un Mercedes-Benz. En ese caso, los imputados utilizaban galpones camuflados como talleres para esconder los autos robados antes de desguazarlos.