lunes 28 de julio de 2025 - Edición Nº2427

Sociedad | 26 jul 2025

PROBLEMAS PARA INTENDENTES

Recursos, inseguridad y ausentismo: pros y contras en la campaña de la Tercera Sección

La Tercera Sección Electoral abarca 19 distritos. En 2023, Unión por la Patria ganó en casi todos, con amplios márgenes. Para 2025, los intendentes peronistas buscaran consolidar su hegemonía en un contexto de desgaste nacional, pero sin los recursos del 23 contra un electorado de jóvenes varones identificados con LLA.


Por: Ricardo Carossino

Los recortes del gobierno nacional han golpeado con particular fuerza a la provincia de Buenos Aires y sobre todo a los municipios del conurbano. Para los intendentes de la Tercera Sección, el escenario plantea un desafío dual: estabilizar las finanzas locales mediante medidas impopulares, pero a la vez transformar ese ajuste en narrativa electoral en defensa de la gestión local. En la elección del 7 de septiembre, esos intendentes intentarán transformar la crisis fiscal en una oportunidad política, explotando su relevancia territorial para frenar el impulso nacional de La Libertad Avanza.

En 2024, los giros automáticos de coparticipación a la provincia cayeron un 10,9 %, superior al promedio nacional y en lo que va del 2025, el Gobierno nacional recortó cerca del 80 % de las transferencias no automáticas (fondos discrecionales), y redujo un 12 % las transferencias automáticas (coparticipación) a las provincias, especialmente a Buenos Aires, que fue una de las más afectadas.

Las transferencias discrecionales (ATN, obras, fondos especiales) se redujeron en un 84 % real, pasando de 827.800 millones a 400.900 millones de pesos reales. Esto implicó una pérdida cruda estimada en 3,5 billones de pesos para la provincia. Esta caída obligó al gobernador Axel Kicillof a aplicar un ajuste interno del gasto provincial cercano al 20 %, al suspender programas, obras y reasignar partidas para sostener servicios esenciales.

Para compensar la caída de recursos, muchos intendentes aprobaron subas importantes en las tasas municipales: en algunos casos excediendo el 200 y hasta el 300 %. Sin embargo, la tasa de cobrabilidad es baja (algunos distritos apenas recaudan el 40 % de lo previsto), lo que limita la aplicación efectiva de estas medidas. A su vez, el gobierno nacional prohibió la inclusión de tasas municipales en las boletas de servicios públicos, lo que agravó la situación financiera municipal.

Javier Milei por otra parte paralizó obras públicas por decisión nacional amparado en su narración político-económica de reducir el déficit “generado por el kirchnerismo”, lo que según Milei habría impactado en una economía que generó fuertes desequilibrios financieros en la macro.

Frente al relato de Fuerza Patria sobre la pobreza en la actualidad, hubo un aumento en el primer semestre del 2024 que se atribuye principalmente a la brutal devaluación de diciembre de 2023 y al fuerte ajuste fiscal aplicado durante los primeros meses de 2024, lo que provocó una espiral de inflación y deterioro del poder adquisitivo. Luego una posterior reducción de la pobreza se vinculó a la caída de la inflación (que pasó de 200 % anual a 66,9 % para fines de 2024).

Sin embargo, economistas, ONGs y la Iglesia fundamentalmente, advirtieron que la baja estadística no se tradujo plenamente en una mejoría de la calidad de vida, al tiempo que criticaron los efectos de las políticas de austeridad, los recortes en asistencia social y el deterioro de los servicios públicos. El primer desafío de los intendentes peronistas será contrastar estos datos y hacérselos ver al electorado.

Los intendentes instalaron carteles con la leyenda “Obra paralizada por decisión del gobierno nacional” para frenar el desgaste político ante los vecinos y denunciaron públicamente estos recortes como “ilegales”, los que consideraron como motivados políticamente. En la Tercera Sección hay una fuerte presión hacia una narrativa local que destaque el impacto del ajuste nacional en la vida cotidiana en el conurbano.

De esta manera se distancian de los armados nacionales tradicionales y buscan posicionarse con candidaturas propias o apoyos locales para revertir la narrativa desde abajo hacia arriba. La gestión local, en particular la defensiva del ajuste, busca mostrarse como alternativa al modelo nacional: reclamos por coparticipación, defensa del empleo y la obra pública son ejes centrales.

Pero también es cierto que están en una encrucijada porque las subas de tasas municipales y la limitada recaudación pueden provocar descontento y desgaste local, especialmente si los vecinos perciben elevados impuestos sin servicios mejores. El discurso anti-ajuste del peronismo bonaerense, liderado por los candidatos Verónica Magario y Gabriel Katopodis podría movilizar electores afectados por la crisis, al menos es lo que esperan.

En esta campaña de cara al 7 de septiembre, los intendentes peronistas del conurbano actuarán como actores multifacéticos: aquellos con alta aprobación (Nardini, Achával, Gray, Zamora) jugaran un papel funcional para sostener la estructura territorial, mientras que otros, con imagen débil o actividad crítica (Secco, Watson), tenderán a operar con estrategias autónomas. La convergencia entre gestión local, percepción pública y narrativa sobre crisis social marcará si el peronismo logra frenar fragmentaciones internas y retener poder en distritos claves.

Milei y sus ventajas

Quizás la principal ventaja de LLA sea un nuevo fantasma al que en la Tercera le teme en PJ: el ausentismo que puede tener un impacto político significativo. Esta sección contiene unos 4,8 millones de electores y aporta casi el 50 % de los votos al peronismo provincial.

Aunque Buenos Aires enfrenta una crisis social y recortes presupuestarios, LLA parece consolidar su apoyo electoral por su discurso de cambio, su capacidad para captar el voto joven y urbano, y una alianza estratégica favorable con PRO.

La inseguridad, señalada por el 64,7 % de los encuestados como empeorada, es el principal tema de preocupación. Milei y LLA capitalizan ese descontento al presentarse como la alternativa frente a la violencia urbana. Además, gran parte del electorado percibe que el ajuste económico, aunque duro, representa un cambio frente a la gestión tradicional del PJ.

El voto por Milei es fuerte entre varones menores de 40 años, de nivel educativo medio urbano, que se sienten desencantados con las fuerzas tradicionales. La Tercera Sección tiene una alta densidad demográfica y socioeconómica diversa donde este perfil electoral es amplio.

LLA sumada al PRO consolida un frente que alcanza el 46 % en la provincia y hasta 42 % en la Tercera Sección, según encuestas recientes. Eso refuerza un voto estratégico: muchos eligen orbitalmente por el oficialismo nacional como única alternativa viable al peronismo.

Como antecedente, los intendentes de la Tercera evalúan que en 2023 Unión por la Patria venció en la mayoría de los distritos del conurbano, con fuertes desempeños locales y cortes de boleta por encima de la boleta presidencial. A esto le suman ahora que hay un lógico desgaste de la marca Milei, pero también es cierto que había una fuerte trasferencia de recursos por parte del gobierno de Alberto Fernández que ahora desapareció.

 

 

 

 

 

 

 

 

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