

El Gasolero tuvo un muy duro partido que afrontar pero no precisamente ante Gimnasia de Mendoza si no que el rival más difícil fue el árbitro del encuentro, Monzón Brizuela quien se dispuso como objetivo hacer todo lo que esté a su alcance para perjudicar a los hombres de Forestello para apagar su ilusión de pelear el campeonato. Los horrores del árbitro del encuentro fueron tales que dejaron el trámite del partido en un segundo plano completamente.
Un partido bastante chato y apagado dió un vuelvo de 360 Grados al minuto 13 del segundo tiempo cuando Monzón Brizuela decidio comenzar con su particular show, expulsando a Luciano Nieto por doble amarillas tras el interpretar que estaba demorando el juego, solo por darle la pelota al encargado de hacer los laterales para que lo haga, algo nunca antes visto. "De entrada sabíamos que iba a ser un partido difícil, Gimnasia de local no había pedido un solo partido en todo el año. Venía de dos victorias y es un equipo que se mantiene regular hace muchos años y demuestra que los equipos que planifican a largo plazo pueden estar pelando arriba. Iba a ser difícil, trabajoso, no sabíamos que nos lo iba a hacer tan cuesta arriba pero afortunadamente tuvimos el premio por todo el esfuerzo, todo este viaje que hicimos todos los chicos desde Buenos Aires", Señaló Fernando Brandán posterior al partido en diálogo con Locos Por Temperley.
Hay una vieja frase que dice que dios es justo, quizás así sea realmente porque en una especie de justicia divina. En la jugada siguiente a la expulsión, el Gasolero encontró el único tanto del partido. Centro al área de Agustín "Picky" Toledo y cabezazo sensaciónal del pequeño Gigante, Fernando Brandán para entonar el grito sagrado. "La cabeceaba yo o la rechazaba con la rodilla el central de ellos, pero bueno. Son jugadas que se dan, que se ve el espació y que si no tiras el centro bien no llega esa posibilidad por eso nosotros confiamos muchos en el compañero, buscamos siempre con la mirada, lo mire al Picky a los ojos y el me la puso en la cabeza", señaló Fernando.
Ante la desventaja, lógicamente ni Gimnasia de Mendoza ni el árbitro del encuentro se iba a quedar con los brazos cruzados. Por un lado el elenco mendocino salió en búsqueda del gol mientras que Brizuela brindo todas las facilidades, omitiendo faltas claras en favor de Temperley y cobrando hasta el más mínimo roce en favor del local, sin embargo lo peor estaba por llegar. Cuando al minuto 35 del segundo tiempo, Temperley elaboró una contra dos contra 1 que iba a sentenciar el encuentro, Franco Ayunta partió 2 metros habilitado y definió al gol pero el linea cobro un offside totalmente inexistente que recorrió todo el mundo. Sin ningún obstáculo por delante e inclusive con las líneas de la cancha ayudando para marcar la posición, decidió sancionar un bochornoso fuera de juego que le permitió a Gimnasia seguir en partido. Ante este bochorno, los reclamos de todo Temperley no se hicieron esperar y Brandán vio el cartón rojo desde el banco de los suplentes pero según señaló Fernando la roja la vio por otra cosa distinta a la jugada. "Me echo el juez de línea por lo que le dije en el primer tiempo. Tuvo el una discusión con Ari en el primer tiempo, no se yo que le dije y se ve que después se acordó, no se que tan grave habrá sido lo que dije pero bueno, ahora toca aceptar la responsabilidad", explico.
Aún con semejante bochorno, Temperley y su espíritu pudo más que todo el mal, consiguiendo resistir la ventaja hasta el final del encuentro."Es un poco de justicia divina ante todo lo que sucedió, nosotros con esfuerzo, tranquilos y sabiendo que aunque el partido sea largo, nosotros íbamos a poder". Este es un triunfo bisagra que enaltece la figura del equipo y lo corona como un serio candidato a dar pelea hasta las últimas circunstancias. El equipo podrá no ser el que mejor juega pero indudablemente demostró que la actitud está por encima de la normativa. Lo quisieron bajar y no pudieron.