

Desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) anunciaron días atrás que, producto del desfinanciamiento por parte del gobierno de Javier Milei, el inicio del segundo cuatrimestre corre peligro. Política del Sur habló dialogó sobre el tema con Facundo Pascutto, secretario de Relaciones Institucionales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, docente e integrante de la fundación Economía de Francisco.
Pascutto afirmó que “la normalidad está en riesgo, en tanto y en cuanto le está siendo muy dificultoso a los estudiantes poder cursar con normalidad y a los docentes poder desempeñarse también bajo las circunstancias que deben hacerlo. Aproximadamente, el 80% de los trabajadores están bajo la línea de pobreza en cuanto a lo que es el sueldo”.
En ese sentido, remarcó que los estudiantes deben afrontar gastos en transporte, apuntes, alimentos, lo cual lleva a dejar materias, mientras que los docentes deben recurrir a un segundo empleo para mejorar sus ingresos. También se dificulta el mantenimiento de los edificios y en algunas facultades, lo que tiene que ver con laboratorios y maquinarias para el desarrollo productivo.
“Los gastos de funcionamiento son elementales para el normal desenvolvimiento de la universidad. Hay facultades que requieren más que otras, pero igualmente para los gastos cotidianos se hace muy difícil, desde el mantenimiento de la limpieza hasta el acondicionamiento de equipos técnicos y demás”, explicó.
Asimismo, remarcó que “el caso de la universidad argentina es único y es uno de los grandes motores de la movilidad social ascendente. La universidad enrolada dentro de un proyecto de país que acompañaba un proceso de industrialización y podía hacer que un hijo de obrero pueda ser profesional, hizo que en la Argentina se estableciera una clase media única a nivel regional”.
Y subrayó que “en la Argentina durante muchísimos años, existió una clase media profesional dentro de un país medianamente industrial. Con el deterioro de los años y de las distintas administraciones que fueron en contra de esa Argentina industrial, van rompiendo de a poquito y dentro de ese romper de a poquito el sistema universitario es fundamental”. “No se puede entender el sistema universitario argentino, si no entendemos que está enrolado dentro de un proyecto político económico. La universidad argentina es parte de la identidad nacional. Hay pocos puntos de encuentro que tenemos entre distintos sectores de la sociedad y eso es un poco la impronta de la educación pública y de la universidad pública, y eso se vio mucho en las marchas”, señaló.
Finalmente, con respecto al proyecto de Ley de Financiamiento Universitario y las marchas en defensa de las universidades públicas, sostuvo que “hay que tener inventiva, hay que ser creativos". "Hay que sacar más la universidad a la calle, contarle a la gente lo que hacen las universidades, hacer un intercambio itinerante con la comunidad, ahí es donde realmente la gente se apropia del gran sentido que tiene la universidad”, concluyó.