Olor a un partido grande se palpitaba en las calles de Turdera, no por la envergadura del rival si no por el contexto de ilusión que se está generando alrededor de un equipo que más allá de por momentos no convencer con su juego, viene sacando resultados y de a poco se va consolidando como un serio candidato al ascenso pero para confirmar esas sensaciones, el equipo de Forestello no podía fallar frente a Central Norte, más considerando que por delante tendrá que medirse a los dos líderes de la zona por lo que llegar a esos partidos con confianza y un buen colchón de puntos era completamente vital por eso mismo el contexto en Turdera más allá de la algarabia también se mostraba tensionado y expectante.

En la primera parte en cuanto a lo futbolistico, no hubo mucho para destacar. El partido fue una continuidad de lo que había sido el anterior partido frente a Almirante Brown. Temperley se mostro inconexo con poca fluydez en el juego y sin lograr concretar ninguna ocasión peligrosa de gol, únicamente aproximaciones que por uno u otra razón siempre terminaban siendo truncadas, mientras que el rival desde el primer momento mostró claras sus intenciones de trabar el partido, perder el tiempo y tratar de cerrar el partido en un empate. Lo sorprendente es que aún en esa postura, el elenco salteño fue el que más probó sin mucha claridad pero tuvo los únicos remates del primer tiempo. Lo único destacado es que faltando 20 minutos para el final del encuentro, Esparza tuvo que salir de cambio por una molestia física.

En el segundo tiempo el trámite del partido no se vio modificado en lo mas mínimo, Temperley siguió sin poder generar ocasiones de gol claras de cara al arco rival y Central Norte de Salta si cabe agravó más aún su intención de dormir el partido, principalmente con su guardameta que en toda ocasión que fuere posible se tiraba al piso a robar unos segundos de reloj. El partido deambulaba sin rumbo entre un equipo que quería ir al frente pero no podía encontrar los argumentos necesarios para generar un juego vistoso o mínimamente efectivo y el otro que con lo conseguido hasta el momento ya estaba conforme. Todo parecía indicar que la historia se consumiria en un amargo empate, sin embargo al minuto 42 del segundo tiempo, en lo que quizás fue la única buena asociación del partido, Pombo con el cuerpo le ganó la posesión a su marcador, cedió el balón para Nieto que elevó un centro al área que encontró la cabeza de Ayunta quien por primera vez probó la resistencia del arquero Salteño quien en esa primera ocasión respondió excelente, el rebote le volvió a quedar a Nieto quien nuevamente volvió a elevar un centro al punto de penal que ahora fue rematado por el debutante Gaona quien con su cabeza logro batir al arquero y convertir el primer tanto del encuentro.

Momento único donde los haya, el nacido en las inferiores del club. Tan solo 9 minutos desde su debut oficial en primera división, logro marcar un gol sumamente importante que hizo explotar de jubiló a todo el teatro de Turdera y lógicamente también a todo el plantel, banco de suplentes en un grito de gol interminable que quedará guardado por siempre en la mente de Gaona.

Una victoria increíble que lógicamente no se puede explicar desde el juego ni desde el merecimiento pero si desde las ganas, desde el no bajar los brazos yendo a intentar aunque las cosas no salgas. Una victoria que se explica únicamente en esos libros de fantasía en el que todos soñamos escribir alguna vez. Una victoria que le deja mucho para pensar a Forestello pero siempre es mejor hacerlo desde un triunfo, con este resultado Temperley mantiene los puestos de prestigio con 35 unidades y queda a 6 del liderato.