

En un Aula Magna colmada de estudiantes, dirigentes sindicales, autoridades eclesiásticas y políticas, la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) fue escenario el jueves 10 de julio de una emotiva y profunda reflexión sobre la figura de Jorge Bergoglio. Bajo el título “Entrevistando a Francisco para conocer su vida y pensamiento”, cinco reconocidos periodistas que tuvieron la oportunidad de entrevistarlo durante su pontificado —Bernarda Llorente, Gustavo Sylvestre, Jorge Fontevecchia, Elisabetta Piqué y Daniel Hadad— compartieron sus experiencias y miradas sobre el Papa argentino.
Organizado por el espacio Unidos por Francisco, el conversatorio fue moderado por el padre Máximo Jurcinovic, director de prensa de la Conferencia Episcopal Argentina. También participaron los obispos Marcelo Margni (Avellaneda-Lanús), Marcelo Colombo (Mendoza) y Oscar Ojea (San Isidro), quienes destacaron la vigencia del pensamiento de Francisco como guía ética y política para los tiempos actuales.
“La brújula de nuestro tiempo”
La jornada comenzó con las palabras del rector de la UNLa, Daniel Bozzani, quien subrayó la relevancia de mantener vivo el legado del Papa: “En tiempos donde vivimos en un mundo desordenado y confuso, su palabra emerge como una brújula ética clara y valiente, que interpela a la humanidad”.
Por su parte, Jurcinovic explicó la lógica del encuentro: convocar a quienes, como periodistas, fueron “más que simples entrevistadores” y supieron captar “las huellas, gestos y esperanzas” que Francisco deja en cada conversación.
Testimonios íntimos y reflexiones políticas
Cada periodista aportó una perspectiva personal y profesional. Desde Roma, Elisabetta Piqué relató cómo su vínculo con el entonces arzobispo de Buenos Aires se forjó mucho antes de su elección papal y destacó su capacidad para comunicar con claridad y humildad: “Era un mago de la comunicación, pero siempre con humanidad y sin ponerse por encima del otro”.
Bernarda Llorente se detuvo en la dimensión política de Francisco: “Fue un líder que democratizó una estructura vertical, que puso en valor la cercanía y el diálogo en la diferencia. Nos enseñó que la política es noble cuando se hace con honestidad y entrega a los demás”.
Daniel Hadad recordó su propia sorpresa al comprobar que un Papa podía dedicar tanto tiempo y atención a los periodistas: “Nos dijo cosas que quedarán en la historia. Fue más juzgado que oído en la Argentina. Para mí, su palabra clave es misericordia”.
Gustavo Sylvestre evocó su defensa pública de Francisco frente a los ataques políticos y subrayó su llamado permanente al diálogo y la superación del odio: “En la Argentina de hoy, falta diálogo y sobra odio. Francisco siempre convocó a escucharnos incluso en las diferencias”.
Por último, Jorge Fontevecchia habló desde su agnosticismo, destacando la capacidad de Francisco para trascender la Iglesia y convertirse en un líder espiritual para creyentes y no creyentes: “Su grandeza fue hacernos creer que hay gente buena”.
Legado y esperanza
En el tramo final, los cinco coincidieron en que el mensaje del Papa sigue vigente y urgente. Hadad llamó a rescatar la tolerancia y la capacidad de perdonar; Piqué expresó su deseo de que la Argentina, algún día, comprenda la magnitud de su figura; Sylvestre insistió en que su pensamiento es más necesario que nunca para reconstruir la unidad nacional; Fontevecchia se mostró optimista respecto a que su legado permanecerá; y Llorente concluyó: “Si no vino a la Argentina, fuimos nosotros quienes nos lo perdimos”.
El cierre lo dio Jurcinovic, agradeciendo la pluralidad de voces que, desde distintas tradiciones y convicciones, se encontraron en la figura de Francisco como un faro para pensar el bien común y la justicia social.
El conversatorio fue transmitido en vivo por el canal oficial de YouTube de la UNLa y se inscribe en las actividades de Unidos por Francisco, un espacio de reflexión conformado por dirigentes, sindicalistas, académicos y referentes de movimientos sociales inspirados en las enseñanzas del Papa.
“Todos, todos, todos”
A lo largo de las intervenciones, una frase resonó en varios momentos, citada por los periodistas como síntesis del pensamiento de Francisco: “Es con todos”. Más allá de credos, ideologías o posiciones políticas, la invitación fue clara: recuperar el diálogo, la empatía y la justicia social para construir una sociedad más fraterna.
El Aula Magna despidió a los oradores con un cálido aplauso, recordando que —como dijo Bernarda Llorente al final— “Francisco está más vivo que nunca, porque su pensamiento es lo que hoy necesitamos”.