

Por: Federico Cedarri
La Legislatura bonaerense parece haber entrado raudamente en la vorágine del proceso electoral hacia el próximo 7 de septiembre.
Víctima de esa particularidad es el proyecto de endeudamiento que envió allá por fines de abril al Senado el gobernador Axel Kicillof.
En el marco de los contratiempos financieros que detenta la provincia, el Ejecutivo solicitó una toma de deuda por hasta el equivalente a 1045 millones de dólares a lo que se agrega una emisión de Letras de parte del Tesoro por el equivalente a 225 millones de dólares.
Lo cierto es que las negociaciones que comenzaron a todo vapor con la bajada del ministro de Economía Pablo López al Parlamento para evacuar las inquietudes de los titulares de los bloques legislativos fueron perdiendo fuerza paulatinamente para decantar en este momento, donde la atención predominante esta focalizada en el cierre de listas y alianzas.
El expediente consiguió dictamen positivo por el voto de la mayoría simple de Unión por la Patria en la comisión de Presupuesto e Impuestos que conduce el bahíense Marcelo Feliú.
La posición de rechazo del PRO, como también la del abadismo y la del bloque dialoguista en el momento de la votación puso en evidencia lo complejo que será para el peronismo aunar consensos en torno al expediente del Ejecutivo.
Lo concreto es que las diferencias que en un principio estaba centradas en el total del monto para el fondo a intendentes, que iba a salir del 8% del total de la deuda tomada, fue deviniendo en una oposición que quiere un debate más integral que incluye cargos en estamentos del Estado provincial.
“No fue resuelto el entuerto de diciembre pasado cuando se negoció el Presupuesto y el primer pedido de endeudamiento, desde ahí está todo podrido”, explica a este portal el nudo gordiano del desacuerdo un legislador amarillo.
De hecho, más allá de que los alcaldes opositores no estaba satisfechos con el monto que se dispondría para los municipios y pedían por lo menos el 15% del total de la toma de deuda, tanto el PRO como el abadismo comenzaron a presionar al Ejecutivo para que envié un nuevo Presupuesto y así poder negociar con números más claros.
No generó más apoyo al expediente el guiño de Axel Kicillof a los intendentes al acceder a cambiar la letra del proyecto original cancelando definitivamente las deudas de los municipios con la provincia por los fondos asignados durante la pandemia de covid 19 y los recursos girados en 2023 para afrontar el pago de la suma fija dispuesta por Sergio Massa.
Así las cosas, y pese a la aprobación en la comisión de Presupuesto e Impuestos el destino de la propuesta del Ejecutivo es incierto.
Fuentes del oficialismo habían deslizado que quizás en la semana entrante, la última antes de receso legislativo, tuviese lugar una nueva intentona para llevar el proyecto al recinto del Senado pero la ausencia pronunciada de diálogo entre emisarios del Ejecutivo y la Legislatura hace pensar que la cuestión no se resolverá en el corto plazo.
Lo cierto es que la provincia necesita de dicho financiamiento para poder saldar pagos de la deuda reestructurada en 2020 por lo que se presume que luego del cierre de listas seguramente insista con la chance de que el expediente pueda tratarse en la Cámara Alta.
“Después del cierre de listas viene la campaña, lo veo muy verde al asunto” suelta ante PDS una referencia parlamentaria radical.
Al desacuerdo persistente por el fondo para intendentes se agrega la pretensión opositora de incluir en la negociación por el endeudamiento la discusión por los cargos en los entes estatales, sillones en el Directorio del BAPRO y discutir las vacancias en la Corte Suprema de Justicia.
Vale consignar, que el Ejecutivo necesita imperiosamente de un consenso mayoritario debido a que el capítulo de endeudamiento debe alcanzar irremediablemente los dos tercios: en la Cámara Alta ese número se alcanza con 31 voluntades
“Si no hay negociación integral no sale nada”, traza el cuadro de situación ante este medio un parlamentario amarillo.
Así las cosas, todo indica que el Ejecuto acelerará con las negociaciones una vez que quede definitivamente zanjada la confección de listas en el marco de la puja interna con el cristinismo y el Frente Renovador: “Todos los sectores están concentrados en eso, ahora nadie piensa en el endeudamiento”, se sincera una fuente oficialista.