El Gasolero visitaba la casa de Almirante en búsqueda de continuar aumentando el buen andamiaje en el campeonato con una víctoria que le brindará la tranquilidad a la hora de mantener los puestos de prestigio más aún considerando el mal momento que está atravesando Almirante Brown el cual hace 3 meses que ganaba como local por lo que el contexto en la previa era bastante favorable aunque le ponía un desafío interesante por delante ya que el estilo de juego de Forestello funciona a la perfección a la hora de ser un equipo reactivó que no tenga que ser el que propone, sin embargo en este duelo le tocaría ser el que proponga fútbol ya que Almirante iba a cuidar sus líneas.

Ese previo analisis se evidenció rápidamente en el encuentro, Almirante se coloco en un bloque bajo con una linea de 5 defensores y 4 protagonistas, cediendole el completo protagonismo a Temperley que intento abrir juego por los costados para buscar con pelotas filtradas a Luis López dentro del área, sin embargo los dirigidos por Forestello nunca pudieron hacer un uso efectivo de la tenencia de pelota y constantemente faltaba claridad en la terminación de la jugadas, eso sumado a un peso arbitraje de Nelson Sosa que cobraba faltas inexistentes y cortaba constantemente la circulación del juego dejando al desnudo un pésimo trámite del partido donde las jugadas de peligro escasearon y prácticamente no hubo remates al arco.

En el complemento la situación no se modifico en lo más mínimo, los dos equipos no lograban coordinar más de dos pases consecutivos y mucho menos asociaciones claras cerca del último tercio de la cancha. El estado del campo de juego tampoco beneficiaba al espectáculo haciendo que el poco juego por el piso que se intentaba se diluía en nada. La única jugada clara del partido estuvo del lado de Almirante tras un corner que fue bien contenido x Mastrolia.

El partido deja un saldo muy negativo. Más allá de alargar la racha sin derrotas a 11 partidos, los dirigidos de Forestello demostraron en este encuentro que cuando el partido les exige ser protagonistas no lo pueden llevar a cabo. En los últimos encuentros donde el rival era el que tenía la intención de conducir el partido, Temperley se sentía cómodo al tener que contragolpear pero en esta ocasión donde el rival le cedió el protagonismo a Temperley este no supo que hacer con ese contexto y estuvo carente de plan e inteligencia.