

Alejandro Bodart es dirigente del MST y parte del Frente de Izquierda de los Trabajadores. En el año 2022, fue denunciado por la DAIA por pronunciarse a través de su cuenta de Twitter sobre el conflicto en Palestina.
Desde ese momento, el dirigente fue absuelto en dos oportunidades, la DAIA apeló y en la última resolución se lo condenó a seis meses de prisión en suspenso. En este momento Bodart volvió a apelar y se encuentra aguardando el dictamen.
Política del Sur conversó al aire con el ex legislador porteño quien adelantó que “tanto salga para un lado o para el otro va a seguir habiendo apelaciones. Esto va a terminar en la corte, porque están tocando derechos constitucionales, que es el derecho a opinar, así que esto va a llegar hasta la Corte Suprema, seguramente”.
El dirigente contó que en el 2022 “critiqué el asesinato de una periodista por parte del ejército israelí. El estado de Israel lo negó al principio, después lo tuvo que reconocer” y en base a esas denuncias la DAIA actuó.
Asimismo, explicó que “la denuncia no tiene ni pies ni cabeza. Sigo desde hace mucho tiempo el conflicto de Medio Oriente y di mi opinión sobre lo que estaba sucediendo antes de que se diera lo último, que ya es un genocidio que ha generado condenas en la Corte Penal Internacional”.
En ese sentido, Bodart remarcó que “el genocidio actual, la limpieza étnica y el apartheid que está sufriendo el pueblo palestino vino a convalidar que yo tenía razón, que ahí estaba pasando algo malo”. Y lamentó que “estamos en tiempos donde opinar está cuestionado”.
Siguiendo en esta línea cuestionó el accionar de la justicia y la denuncia de la DAIA, que “quiere acallar las voces críticas” sobre algo que es “de público conocimiento, es una causa que más de la mitad de la humanidad levanta, que es la defensa de ese pueblo que está siendo masacrado”.
“Yo creo que todo aquel que tiene sentimientos humanitarios, tiene la obligación de levantar la voz”, remarcó y agregó que “no hay antisemitismo para nada en esto, porque uno critica un estado, no critica un pueblo”.
En consonancia con esto, señaló que Israel “tiene mucho apoyo del establishment” y que “lamentablemente estamos en un país donde el presidente está completamente embanderado con la causa, no del pueblo que está siendo masacrado, sino del gobierno que está llevando adelante un genocidio”.
Siguiendo esa línea, subrayó que “tenemos muchos problemas en este país. Estamos avanzando hacia un régimen que tiene elementos autoritarios claros”.
Y continuó diciendo que “lo que está pasando en Medio Orientes es evidente” y “en el mundo crecen las expresiones de rechazo de la propia comunidad judía”.
Además remarcó que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu “tiene una causa de corrupción muy grande, está dividida la sociedad israelí porque este hombre ha querido avanzar sobre derechos democráticos importantes en el propio Israel”.
En consonancia con esto, destacó que “el problema es la comunidad internacional y los gobiernos que protegen esto. Va a llegar un momento donde esto se va a terminar y toda esta gente va a tener que pagar, el problema es el costo en el medio”.
Finalmente adelantó que “una vez que termine esto, voy a iniciar acciones penales contra los jueces y los fiscales que han llevado adelante estas causas, porque la verdad que son cómplices de esto, la justicia no tendría que darle lugar a este tipo de causas”.