miércoles 25 de junio de 2025 - Edición Nº2394

Gremiales | 25 jun 2025

INTERNA SINDICAL

Vuelve el “fuego sagrado” de la UOM: Críticas a la CGT y plan de lucha sectorial

La dirigencia metalúrgica levanta el perfil combativo, en medio de la detención de CFK y la respuesta “testimonial” de la central obrera. Como marca su rica historia, el espacio quiere encabezar la nueva etapa del movimiento obrero, enfrentando de lleno a la gestión libertaria. Además, denuncia los efectos de las políticas oficiales sobre la actividad industrial.


Por: Diego Lanese

Desde su fundación en 1943, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) fue columna vertebral de la CGT. Heredera de la Sociedad de Resistencia Metalúrgica, de raíz anarquista nacida luego de la Semana Trágica, la entidad se forjó como protagonista de la historia sindical y política del peronismo, aportando nombres de mucho peso, como Augusto Timoteo Vandor, José Ignacio Rucci, y Lorenzo Miguel, todos líderes metalúrgicos y cegetistas.

Los  cambios de la economía argentina luego de los 90, le quitaron peso en el movimiento obrero a los sectores industriales, que ahora vuelve a buscar ese “fuego sagrado”, encabezando la línea más combativa de los gremios actuales. La condena a Cristina Fernández de Kirchner dejó al descubierto esta postura.

La conducción de la UOM, encabezada por Abel Furlán, fue dura con la pasividad de la CGT, y le reclamó un plan de lucha para este momento del país, no sólo por la prisión a la ex mandataria sino por las políticas libertarias, que golpean especialmente a los metalúrgicos.

Esto puede verse en los últimos datos de la cámara ADIMRA, que admite una baja de más de 10 puntos en la actividad sectorial. Las futuras elecciones de autoridades en la central obrera pone en acción alas beses del gremio, que ya se sumó a la multisectorial que marchará al Ministerio de Descentralización y no descarta una nueva alianza para desplazar al dialoguismo de la cúpula de Azopardo.

La UOM se apunta como una de las principales referencias del sector combativo de la CGT, que ya coordina con varios otros grupos que buscan confrontar con el gobierno de Javier Milei.

En la previa a la prisión preventiva de CFK, por ejemplo, Furlán emitió un documento muy duro donde reclama que la CGT “no permanezca inmóvil”, no sólo ante la detención de la ex mandataria sino además por la situación general de los trabajadores. Incluso se había hablado que en su rol de secretario del Interior de la central obrera, se podía convocar a una movida a las regionales, algo que luego fue descartado.

Pero la intensión de movilizar a las bases está cada vez más presente en esta nueva etapa de la UOM. “Hoy Argentina está sometida a un proceso de desindustrialización, de pérdida del salario, de ajuste permanente. ¿Cómo la CGT va a estar mirando para otro lado sin generar ámbitos de discusión para revertir este modelo que atraviesa a toda la sociedad?”, insistió el dirigente, en declaraciones radiales.

Furlán también puso el foco en la situación interna de la CGT y en la necesidad de una renovación con sentido político y programático. “El cambio en la CGT no puede ser de nombres nada más. Tenemos que pensar quién va a defender un modelo de desarrollo de nuestro país, gobierne quien gobierne”, señaló.

Mientras se posiciona dentro del mosaico interno, Furlán debe batallar contra las consecuencias del modelo libertario. En la misma entrevista, denunció que ya se perdieron casi 30 mil puestos de trabajo metalúrgicos desde que asumió Javier Milei. En este contexto, el dirigente sindical apuntó contra el proceso de desindustrialización, la pérdida de poder adquisitivo y el impacto de las políticas de apertura de importaciones.

“Esto termina mal porque tiene excluidas a las grandes mayorías populares”, advirtió Furlán, quien subrayó que el actual modelo “privilegia a un sector muy chiquito de nuestra sociedad” y somete al resto “a una situación de pobreza”.

“Todos los días aparece un nuevo producto ingresado por nuestra frontera en desmedro del trabajo argentino”, lamentó, y criticó a Federico Sturzenegger por “festejar” la entrada de maquinaria agrícola usada tras eliminar el Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU).

Los datos le dan la razón al dirigente. El último reporte de ADIMRA mostró que la industria metalúrgica registró una caída del 1,1 por ciento respecto de abril, lo que refleja la “inestabilidad de un sector que no logra consolidar una recuperación sostenida”.

Si bien el sector acumula un crecimiento del 3,3 por ciento en lo que va del año frente al mismo período del año anterior, ese avance “resulta insuficiente ya la producción actual se ubica 11,7 por ciento por debajo del promedio de 2023 y 14,5 por ciento por debajo de los picos históricos del sector”.

En el plano geográfico, explicó el informe al que tuvo acceso Política del Sur, “las principales provincias metalúrgicas, Santa Fe (+3,8 por ciento), Córdoba (+3,5 por ciento) y Mendoza (+2,1 por ciento), mantuvieron una leve expansión interanual, pero con una desaceleración marcada respecto a abril. Buenos Aires, la de mayor peso productivo, mostró apenas un 0,5 por ciento de crecimiento”.

Uno de los puntos más sensibles para los industriales es “el avance sostenido de las importaciones”. Según el informe de ADIMRA, las compras externas de bienes metalúrgicos aumentaron un 29,4 por ciento interanual en abril, mientras que las de bienes de capital, en particular, alcanzaron niveles récord.

“La actividad metalúrgica continúa sin mostrar avances significativos” y alertó por un crecimiento mensual promedio del 4,9 por ciento en las importaciones desde junio de 2024”, expresó el trabajo. “Todos los países desarrollados tienen una industria metalúrgica fuerte. Argentina no puede ser la excepción”, remarcó.

En este contexto, el empleo metalúrgico cayó 1,9 por ciento en la comparación interanual, aunque se mantuvo estable frente a abril. Las exportaciones, por su parte, crecieron 7,4 por ciento interanual, pero no alcanzan a compensar el ingreso récord de productos del exterior. Así, el sector enfrenta un modelo que “ha favorecido sistemáticamente la apertura importadora en detrimento del desarrollo productivo nacional”.

En medio de esta crisis de la actividad, la UOM logró un buen acuerdo salarial para la rama metalmecánica pero la secretaría de Trabajo mantiene su postura de no homologar el convenio. Como pasa en el sector mercantil, esto hace que muchas empresas decidan no pagar los incrementos, generando tensión en el sector.

En este punto, el acuerdo alcanzado entre las cámaras empresarias y la UOM en la rama metalmecánica, firmado el 4 del corriente mes y negociado sin intervención de la Casa Rosada, se convierte en un caso testigo. La caída de la actividad y las trabas para homologar los aumentos ponen en sector en constante tensión, lo que va disparando conflictos.

A comienzos de junio, por ejemplo, los trabajadores de Tenaris Siat de la planta de Valentín Alsina iniciaron un paro por tiempo indeterminado. En el lugar donde se hicieron los caños del Gasoducto Néstor Kirchner, la asamblea decidió la medida a raíz del despido de un trabajador y “diversos cambios en las condiciones de trabajo que la patronal viene buscando imponer”, según informaron.

Desde la Comisión Interna de la UOM en esta empresa del Grupo Techint plantean que el despido “es injustificado y que van a pelear por la reincorporación del trabajador despedido”. Según confirmó el delegado José Villa, a los pocos días se dictó la conciliación obligatoria, desactivando la medida de fuerza.

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