viernes 23 de mayo de 2025 - Edición Nº2361

| 1 oct 2014

Luego de la muerte de tres trabajadores, continúan las irregularidades en el corralón municipal de Avellaneda


Desde hace siete años, un grupo de trabajadores denuncia graves faltas de medidas de seguridad e higiene en sus puestos de empleo. La primera denuncia masiva surgió luego de un hecho trágico: la muerte de Luis Pons, mientras realizaba una guardia nocturna. A pesar de las promesas de mejoras por parte del Ejecutivo, en 2011 y 2012 sucedieron nuevos fallecimientos.

Desde la Agrupación Luis Pons, reiteraron la problemática luego de que un trabajador debiera ser hospitalizado al pasarle una camioneta por el pie, y también luego de que sufrieran un principio de incendio en un cuarto del edificio. Aseguran que los últimos documentos donde expresan esta situación y que fueron firmados por el gobierno local en marzo y julio de este año continúan sin solución.

 

El delegado gremial Norberto Morón, que desde hace siete años encabeza las denuncias contra las autoridades que dirigen el corralón municipal de Avellaneda, se apresuró a recibir a este medio y reiterar públicamente sus históricas denuncias. Junto a un grupo de trabajadores, todos cercanos a las dos décadas de antigüedad, muestran los innumerables documentos y denuncias que realizaron. Morón, nos acercó dos: de marzo y julio de este año. Ambas tienen la firma y sello del subsecretario de Obras Públicas local, Jorge Luis Boffetti.

Medidas básicas como ropa y elementos de protección, falta de buenas condiciones en los camiones donde los municipales realizan diariamente sus funciones, son algunos de los puntos que intentan visibilizar, sumados al peligro que conlleva tener un depósito de combustible sin medidas de seguridad, y hasta tres baños para unos mil trabajadores y trabajadoras.

La desidia con la que conviven hace años, tomó la vida del trabajador Luis Pons en 2007. Juan Enríquez contó que en agosto de aquel año este trabajador falleció luego de inhalar monóxido de carbono durante una guardia nocturna. No obstante, recordó también que en 2011 Adrián González murió al caerse mientras podaba un árbol, y un año más tarde, en 2012, Carlos Andrés González falleció al ser aplastado por un viejo camión en funciones y sin frenos mientras realizaba tareas de mantenimiento en el complejo vial “Siete Puentes”.

“Cada vez estamos peor. Va transcurriendo el tiempo y nunca llegamos a una solución”, subrayó Enríquez a este medio.

En el edificio que funciona en Crisólogo Larralde y Condarco, de dependencia municipal, los trabajadores aunados en la Agrupación Luis Pons decidieron tomar medidas de fuerza después de estos hechos. Hace unos siete años que mantienen retenciones de tareas.

Además, Enríquez denunció persecución gremial a través de sus salarios: “La situación es compleja para los 200 trabajadores municipales, que sumados a los cooperativistas ascienden a unos mil, ya que la composición de nuestro salario es mayoritariamente a través de bonificaciones. Nuestro básico es de 2 mil 600 pesos y todas las bonificaciones quedan en manos de nuestros jefes que condicionan a los trabajadores a la hora de continuar con los reclamos”.

Varios de los documentos que expresan estas problemáticas están firmados por el subsecretario de Obras Públicas, Jorge Luis Boffetti, a quien acusan de “autoritario” y “soberbio”.

De hecho, apuntaron: “Boffetti, luego de firmar el acta de compromiso, nos dijo que no se le daba la gana de entregarnos la ropa de trabajo a nosotros en particular”.

Esta situación, agregan es parte de las “persecuciones gremiales” en la que se encuentran, por lo que no descartan sumar medidas de fuerza al histórico conflicto.

 

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