

Por: Federico Cedarri
La mayoría de los 27 alcaldes centenarios bonaerenses que conforman el Foro de Intendentes Radicales, la columna vertebral partidaria, han resuelto en base a las distintas consultas efectuadas con las bases territoriales la conformación de una alianza de centro.
En rigor, la chance de sumarse como quieren sus ex aliados del PRO al armado que prohijan cuidadosamente Sebastián Pareja y Cristian Ritondo no encontró asidero en los referentes centenarios: “Estábamos predeterminados a ser furgón de cola de Milei”, se sincera ante este portal una fuente legislativa del abadismo.
Puertas adentro legisladores e intendentes radicales denostan la forma de negociación que llevan adelante los violetas, cuestionan que quieren deglutir sin más la identidad partidaria de los ex integrantes de Juntos por el Cambio bajo la bandera violeta.
Según pudo chequear PDS, al menos 20 alcaldes ya han dejado traslucir su intención de intentar una alianza de centro que preserve los valores republicanos del radicalismo y ponga el acento en la defensa de la educación pública, una bandera que no piensa dejarle servida al kirchnerismo.
Los centenarios esperan que las intrincadas negociaciones del mileísmo con el PRO dejen un tendal de intendentes amarillos heridos que puedan evaluar la opción de adoptar la vía de una unión política con sus ex socios.
Apuntan principalmente a los alcaldes ligados al jorgemacrismo que son los que más resisten el embate mileísta de terminar de desdibujar por completo la identidad del partido creado por Mauricio Macri en 2003.
Tanto el abadismo como Evolución, que actúan por el momento en tándem mientras esperan una normalización de lasautoridades partidarias, cavilan que la opción de una alianza de centro es hoy la única oportunidad que les brinda el escenario electoral.
Si bien existe el temor de quedar atrapados en una posible polarización entre el mileísmo y el kirchnerismo que podría terminar complicado a los intendentes en los Concejos Deliberantes, en el radicalismo entienden que no hay otra posibilidad.
Habría quedado definitivamente archivada la chance de concurrir a las elecciones de septiembre con la histórica lista 3.
Como viene informando PDS, el partido centenario sufrirá una importante sangría en los bloques parlamentarios a partir de diciembre por lo que la posibilidad de conformación de una alianza de centro con sectores afines tiene como destino aspiracional el amortiguar la pérdida de diputados y senadores provinciales.
En el Senado, el abadismo perderá 6 legisladores y un aliado quedando en pie solamente la banca de Nerina Neumann, mientras que en Diputados caducan efectivamente los mandato de la mitad del bloque de ocho miembros que maneja Diego Garciarena.
En lo que tiene que ver con los radicales disidentes, en el espacio que integran en Diputados con aliados del GEN terminan su mandato siete de ocho miembros: solo tiene dos años más el tandilense lunghista Matías Civale.
Los sectores que hoy integran tanto el Comité como la Convención de contingencia calculan que el radicalismo ejercerá la columna vertebral del armado de centro lo que les permitiría a priori despuntar una incidencia clave en los armados seccionales.
Los aliados naturales para el virtual entendimiento que ensayará el radicalismo de una alianza de centro hay que buscarlos por el lado el GEN de Margarita Stolbizer y la Coalición Cívica de Elisa Carrió, dos desprendimientos políticos del partido centenario.
También se avizora la chance de continuar aliados con el peronismo monzonista, aunque bajan los decibles a la chance de entablar negociaciones con algunos alcaldes peronistas sueltos como Fernando Gray y Julio Zamora, sostienen en voz baja que podrían volver al PJ si el camporismo pierde incidencia política luego de la condena Cristina Kirchner.
Por el momento asoman reparos a la posibilidad concreta de que Facundo Manes pueda sumarse al armado del centro del espectro político que impulsan los boina blanca, lo encasillan como cercano a Sergio Massa y más de un abadista lo culpa por el desbarajuste del proceso interno aún inconcluso en el politburó centenario bonaerense.
El objetivo que trasuntan los principales referentes radicales, tanto legislativos como territoriales, en sus incesantes cabildeos internos hace hincapié sobre la necesidad de capitalizar el nicho poblacional que hoy ocupan quienes sienten aversión por las actuales ofertas electorales y no participan de las elecciones. El abstencionismo ha sido una característica común en los comicios provinciales en este 2025.
Leyendo encuestas, llegan a la conclusión de que hay un universo de alrededor del 20% de los bonaerense que no muestran entusiasmo en concurrir a votar en los comicios del 7 de septiembre al no sentirse representados ni por el actual oficialismo nacional ni por el kirchnerismo en sus distintas variantes.