viernes 13 de junio de 2025 - Edición Nº2382

Gremiales | 12 jun 2025

ANALISIS

CFK condenada, resistencia y gremios: Lo que puede enseñarnos Andor

La serie del universo Star Wars que cuenta la forma en que nació la Alianza Rebelde parece una buena metáfora para pensar el capítulo que se abre con la prisión de la ex presidenta. Cómo reaccionarán los dirigentes cercanos, en un país dividido por el odio. Hasta dónde puede llegar el descontento, en un país cada vez más dividido.


Por: Diego Lanese

En el último capítulo de la primera temporada de Andor, un spin-off de la saga Star Wars que cuenta la formación de la Alianza Rebelde, la comunidad del planeta Ferrix despide a Maarva, una referente social que grabó un mensaje para su velorio.

Cuando su droide personal lo proyecta, en medio de un fuerte operativo de tropas del Imperio Galáctico, sus palabras se vuelven un gripo de guerra y un llamado a la rebelión. “A la mierda con el Imperio”, era su arenga, luego sacada por Disney de la versión final.

Esto enardece a los concurrentes, que a los gritos enfrentan a las tropas imperiales. En redes sociales, muchos pusieron “usted está acá”, focalizando en esta escena luego de la condena a Cristina Fernández de Kirchner.

La idea que la prisión de la ex presidenta generará un foco de rebelión automático y unilateral invadió varios de los análisis, y las miradas apuntaron a la CGT.

Es que si algún sector puede generar impacto social de importancia a partir de una movilización es la central obrera, a través de una herramienta temida por la Casa Rosada: el paro general.

Pero los últimos discursos de CFK no parecen un llamado a la rebelión, y el clima que en la previa podía pensarse como “de crisis social”, a las pocas horas se volvió más especulativo, por lo menos hasta que se concrete la detención de la ex mandataria.

La condena a CFK generó el repudio generalizado de los gremios, que ya se habían sumado a la reunión del PJ nacional.

Muchos se declararon en “estado de alerta y movilización”, y apenas confirmadas las versiones periodísticas, se ratificaron.

El gremio de los nodocentres FATUN llamó al primer paro contra la decisión judicial, alentado por la toma de varias facultades de la UBA.

Las conversaciones entre los dirigentes se multiplicaron, e incluso cruzaron el Atlántico, ya que muchos de los “pesos pesados” del movimiento obrero están en Suiza, en la cumbre de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

A la par que los documentos volaban, los teléfonos dejaban de atender. Y la cautela se instala en el sector. Los sectores combativos de la CGT, que agitaron desde que Javier Milei asumió la presidencia la necesidad de un plan de lucha frontal, se pronunciaron por un paro, pero necesitan a la central obrera para que sea general.

“Solo la CGT puede llamar institucionalmente a un paro general, los gremios pueden motorizar medidas en sus sectores, muy limitadas”, fue la explicación a Política del Sur de varios dirigentes en las primeras horas del fallo.

Muchos interpretaron el mensaje “institucional” de CFK como un pedido de cautela, más allá de las presiones mediáticas de los dirigentes más cercanos a su entorno.

Entre los repudios que se fueron dando, varias regionales de la CGT se sumaron con documentos propios. En este tiempo, las seccionales tuvieron una agenda mucho más dinámica, vinculada a la tarea de Abel Furlán, el líder de la UOM que tiene a su cargo la Secretaría del Interior.

Desde allí se motorizaron una gran cantidad de normalizaciones –de echo quedan sólo siete sin autoridades confirmadas, entre ellas la de Lanús-Avellaneda –y se dio mayor protagonismo, en especial en las medidas de fuerza.

Una versión que circulo es que el paro general sea llamado desde la asamblea que forman las regionales, cómo se hizo en la previa a la tercera protesta nacional contra el gobierno de Milei. Por el momento esa instancia quedó en suspenso. “no hay postura tomada, ni ninguna decisión al respecto”, le dijo a Política del Sur un referente de estos espacios, con fuerte llegada a Azopardo. Ni siquiera han llamada una reunión.

El malestar puede derivar, admiten, en protestas locales, como las realizadas por SMATA. En horas de la tarde del martes, circuló una idea bastante curiosa: algunos dirigentes reunidos en la sede del PJ nacional pensaron en cortar la Autopista Ricchieri, en horas de la tarde, para impedir que la Selección Nacional llegue al Monumental para jugar su partido por la noche de eliminatorias.

Las versiones apuntaron a “algunos grupos metalúrgicos locales”, pero el gremio lo desmintió. La idea de darle visibilidad al tema de esa forma fue descartada, pero fomenta una forma de resistencia bastante vinculada a otros tiempos del país.  

En la Argentina de los extremos, la interpretación del fallo fue como un péndulo. Algunos piensan que estamos en presencia del fin del peronismo, lisa y llanamente.

Otros, que este será la prenda de unidad necesaria, y que en San José y Humberto Primo se gestará la resurrección del movimiento y el fin de sus diferencias intestinas.

Ambas posturas parecen equivocadas, pero marcan la esencia política y social que gestó esta realidad: la fractura ante el peronismo. El desafío es saber cómo se generan esquemas de convivencia en un país donde una buena parte de la sociedad odia a otra. Y viceversa.

Un odio que se mantendrá con el tiempo, donde el pulso de la historia se marca con por esa dicotomía de peronismo-antiperonismo. Y que ninguno de los bandos verá sucumbir al contrario.

Esto no es nuevo, como si el movimiento popular gestado por Juan Domingo Perón haya nacido con su propia contracara, que cada tanto pierde la compostura y provoca una catástrofe. Así se gestaron los bombardeos a Plaza de mayo, o el asesinato del general Juan José Valle.

“Se perdieron los modales”, fue una de las frases que se popularizaron esos días, por la forma del fusilamiento contra el reglamento militar, respecto del extremo al que se llevó esta puja.

Hoy, la Corte Suprema de Justicia perdió esos modales, y si bien las acciones no son comparables, tiene el mismo efecto: Correr la lógica de lo posible.

“Nosotros defendemos al pueblo, al que ustedes le están imponiendo el libertinaje de una minoría oligárquica, en pugna con la verdadera libertad de la mayoría, y un liberalismo rancio y laico en contra de las tradiciones de nuestro país”, escribió Valle antes de enfrentar la muerte.

“Todo el mundo sabe que la crueldad en los castigos la dicta el odio, sólo el odio de clases o el miedo. Como tienen ustedes los días contados, para librarse del propio terror, siembran terror. Pero inútilmente. Por este método sólo han logrado hacerse aborrecer aquí y en el extranjero. Pero no taparán con mentiras la dramática realidad argentina por más que tengan toda la prensa del país alineada al servicio de ustedes”, agregó en tono premonitorio.

La condena a CFK abre una nueva etapa en el peronismo, que debe ser cauto a la hora de reaccionar. Entendiendo que el fallo no cierra o resuelve el debate interno pendiente, todo lo contrario. Si no se resuelven esas diferencias en torno de la representación y las formas de estructurar el poder, los errores que permitieron este escenario se repetirán. Al margen de la rebelión que se desate.

Porque como sucede en el capítulo mencionado de Andor, a los gritos de dolor y el llamado a relevarse le sucedió una tragedia. Los stormtrooper masacraron a los habitantes de Ferrix, mientras Cassian completaba su escape y transformación en líder rebelde.

Para que tomen notas los dirigentes nacionales, que no pueden pedirle nuevos sacrificios al golpeado pueblo argentino, sin un proyecto claro y concreto a donde llevarlos.

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