

El pasado 3 de junio se cumplieron 10 años de la primera marcha de Ni Una Menos, la cual surgió luego del femicidio de Chiara Páez, como una expresión de hartazgo por parte de las mujeres contra la violencia machista.
Este movimiento acompañado por diferentes sectores feministas fue creciendo a lo largo de los años y se convirtió en una referencia de lucha en diferentes países de América Latina. Hoy las mujeres continúan resistiendo ante la avanzada contra los derechos ganados, por parte de las políticas del gobierno de Javier Milei.
Política del Sur conversó al aire con Celeste Perosino, parte de la Asamblea de Ni Una Menos, quien invitó a participar de la marcha que se llevará a cabo este miércoles 4 de junio en donde se decidió acompañar la movilización de los jubilados y de los trabajadores del hospital Garrahan.
“Esta tarde tenemos una concentración en la Plaza de los dos Congresos a las 16 hs, esperando que haya una respuesta multitudinaria por la cantidad de frentes que se encuentran abiertos y que atraviesan muchas de las luchas del movimiento feminista en Argentina”, adelantó Celeste quien reafirmó el acompañamiento a todos los demás reclamos, junto con el del fin de la violencia hacia las mujeres y el colectivo LGTBIQ+.
Con respecto al despliegue de seguridad que se instaló alrededor del Congreso, la referente feminista señaló que “es a lo que nos está teniendo acostumbrados el gobierno de Javier Milei desde desde que asumió la presidencia”. Destacando que en cada manifestación, la cantidad de efectivos de seguridad “desborda en cantidad de números a las personas manifestantes”.
En ese sentido remarcó el escenario de cada miércoles en relación a la marcha de los jubilados, donde “la cantidad de efectivos que sacan a la calle da cuenta de que hay un disciplinamiento social, de que quieren meter miedo, quieren romper los lazos de solidaridad y que la gente no se manifieste”.
Asimismo apuntó a la intención del gobierno nacional de suprimir la protesta social como forma de reclamo, yendo en contra de las garantías institucionales. Y denunció que “no es solo el respeto del protocolo antipiquete, porque lo que estamos viendo es que aún manifestándonos en la vereda o dentro de la plaza, igual reprimen”.
En relación a la organización de la gente previo a cualquier manifestación, Celeste señaló que se toman medidas de seguridad y autocuidado, que “se van fortaleciendo”. Porque “hoy sabemos que no son las marchas ni las concentraciones de años atrás, sabemos que puede haber represión” y recordó el ataque a Pablo Grillo en el mes de marzo.
Continuando en esa línea, afirmó que “eso implica estar todo el tiempo en comunicación entre nosotras y movernos en grupo. Todas esas medidas hacen que podamos salir más seguras a manifestarnos, pero eso está latente”.
Además, sostuvo que con la crisis económica también se rompen las posibilidades de manifestarse. “La masividad de las manifestaciones también se está jugando en términos económicos, producto de la crisis económica y social que vivimos. Hoy movilizarse desde el conurbano a capital, para muchas compañeras es muy caro”, agregó. “Es un plan estratégico”, finalizó.