

En la localidad de Monte Grande, durante la mañana del lunes, sucedió un hecho de violencia a raÃz de una entradera a la casa de un matrimonio de jubilados. Pablo GarcÃa es hijo de la pareja que fue asaltada y maniatada.
PolÃtica del Sur conversó al aire con Pablo, quien relató los hechos ocurridos alrededor de las 9:30 de la mañana. Según lo que comentó, fue su madre quien logró desatarse y llamarlo para avisarle lo ocurrido.
“Yo vengo corriendo para la casa de mis padres, pensando que ya se habÃan ido, y cuando ingreso, mi madre me dice ‘Pablo, están en tu casa, están adentro’â€, contó el hombre. En ese momento, “yo sentà que me transforméâ€, afirmó, mientras la mujer le advertÃa que los delincuentes tenÃan armas blancas.
Luego se acercó corriendo hasta su propio domicilio, en el momento en que los delincuentes intentaban escapar. Uno de los ladrones, “perdió parte de las cosas que se estaban robando, computadoras, no sé, algunas chucherÃas que tenÃan, que se fueron quedando en el caminoâ€, contó mientras su cuñado intentaba detenerlo. Los dos delincuentes lograron escapar, “yo me subo a mi vehÃculo y salgo a buscarlos mientras intento comunicarme con la policÃaâ€, agregó.
Luego de varias vueltas a la manzana, logró divisarlos: “Los ubico en la calle Rebizo. Me doy cuenta que son ellos, porque uno estaba sin la campera. Y ahà cruzo la camioneta en Rebizo y la dejo como mirando a ellos. Se dan cuenta que los identifiqué, empiezan a caminar hacia atrásâ€.Â
Los delincuentes intentaron robarle el auto a una señora, pero Pablo les bloqueó el paso un momento y luego comenzó a perseguirlos por unas 10 cuadras hasta que un patrullero apareció para intentar detenerlos. Finalmente los delincuentes abandonaron el auto robado y se dieron a la fuga.
“Han saltado la reja que tiene como 2,20 mts. y la asaltaron como si no hubiera existido. Atrás, el paredón tiene 3 mts y entraron por atrás. O sea, no los frena nada. No es que violentaron algo, en realidad saltaron todo lo que encontrabanâ€, aseguró el hombre.
Por otro lado, manifestó preocupado: “De estos hechos uno escucha continuamente, quizás no sale nada a luz pero es es moneda corriente esto. Lo que pasa es que ya no me pueden encerrar más, basta. No hay forma de seguir encerrándonos. No podemos másâ€.
Afortunadamente para la familia no hubo heridos, aunque Pablo comentó que su padre estuvo varias horas en el hospital porque los estudios de control no daban bien, “temÃan que estuviera cursando un infartoâ€, expresó.