

Guadalupe Ale tenía 11 años cuando en marzo del 2020, fue encontrada muerta en el placard de la Fundación Pelota de Trapo de Avellaneda, donde vivía junto a su hermano mayor, mientras su madre conseguía un lugar a donde vivir con ellos.
Las autoridades judiciales determinaron que la menor se quitó la vida con un lazo utilizado para ahorcarse, aunque la causa aún está abierta, y su madre rechaza la hipótesis del suicidio, y reclama que se investigue el crimen de su hija.
A cinco años del misterioso hecho, Elena Maidana, mamá de la niña, dialogó con el programa Política del Sur, durante una entrevista telefónica realizada el pasado lunes, en la que pidió justicia, y apuntó sus sospechas al personal que trabajaba en el lugar.
"En las pericias, salió que mi hija tenía 1,15 gramos de alcohol en sangre, y un desgarro, producto de un abuso", contó la mujer, que considera que a Guadalupe "la mataron para que no contara nada". Sin embargo, a pesar de las pruebas, el caso sigue caratulado como "suicidio".
Para Elena, se trató de un asesinato que habrían tratado de cubrir como un suicidio. Sin embargo, su hija no tenía razones para quitarse la vida. "A mi hija la mataron, pero el lugar sigue abierto como si nada, y para mí, el que mató a mi hija sigue ahí adentro", explicó.
La nena medía 1.60 metros y pesaba casi 50 kilos y se habría colgado del parante de un placard con una cuerda hecha con una sábana. Lo llamativo del caso es el comportamiento previo de la menor, el cual no presentaba indicios de un estado depresivo, además de los informes forenses, que hablan de abuso.