La Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APyT) llevó a cabo una cadena humana alrededor de la institución pediátrica, con el objetivo de visibilizar “la grave crisis” que atraviesa, a través de un abrazo simbólico. En este sentido, se alertó que por el ajuste presupuestario y la baja salarial, que hace emigrar a profesionales, corre peligro la continuidad del principal centro de referencia pediátrico del país. Según sus trabajadores, ya son 200 los empleados de planta permanente “que renunciaron por los salarios de miseria” que perciben; asimismo, aseguraron que "van camino a cerrar por goteo” si no aumentan los sueldos y “frenan las renuncias masivas".
Sin afectar urgencias por guardia ni la atención de pacientes internados, el cese de tareas que comenzó al mediodía se extendió hasta las 14 horas y culminó con una concentración sobre la calle Combate de los Pozos. “S.O.S. Garrahan: Salvemos la salud de las y los chicos. El Hospital está siendo destruido por una motosierra presupuestaria y un goteo de renuncias masivas; movilización y cadena humana en defensa del hospital", sostiene el comunicado de APyT.
Además de reclamar mejoras salariales, señalaron que el presidente Javier Milei y el jefe de Gobierno de la Ciudad, Jorge Macri, son los responsables de esta situación, dado que el hospital depende en un 80 por ciento de Nación y un 20 por ciento de Ciudad de Buenos Aires y, desde sus respectivas gestiones, “están cerrando esta institución tan prestigiosa” no sólo a nivel nacional sino internacional. “En parte se autofinancia gracias a los fondos que llegan de pacientes con obras sociales o prepagas, porque muchos padres y madres eligen la excelencia del Garrahan antes que un privado”, manifestaron.
Según la secretaria general del gremio, Norma Lezana, un médico emergentólogo de guardia “cobra apenas 7 mil pesos por hora” e indicó que "la falta de recursos está desmantelando los equipos interdisciplinarios que hacen posible la atención de alta complejidad” que caracteriza al hospital. “No se trata de hacer obras de teatro con rubias voluptuosas, como dijo el Presidente en tono de burla en el programa de sus empleados. Se trata de garantizar presupuestos y salarios dignos para quienes salvan vidas”, concluyó Lezana.
“Desde el año pasado, tuvimos aumentos que no llegaron a más de 1 o 2 por ciento. Un residente que está entrando, cobra 790 mil pesos más o menos y un residente de 4° año por ahí llega a los 900 mil pesos pero igualmente queda muy por debajo de lo que correspondería para un médico formado. Somos todos médicos que ya hicimos nuestra carrera, que tenemos nuestra matrícula, la que ponemos en juego todos los días, y nos pagan como si fuésemos estudiantes de medicina”, afirmó Laura, trabajadora del Garrahan.
Respecto de las negociaciones, explicó: “tuvimos varias reuniones con los administrativos del hospital, con gente del Ministerio, obteniendo respuestas nulas o irrisorias, como por ejemplo, si yo fuera médico, trabajaría gratis con tal de trabajar en el Garrahan, como diciendo el prestigio y la vocación es lo que más importa, y lamentablemente no es así. Porque uno tiene que vivir, pagar un alquiler, comer, hay personas que tienen familia porque somos toda gente adulta y se hace muy difícil. Y ante la falta de respuesta se decidió llegar a esto porque claramente las reuniones, las cartas, tratar de ser políticamente correctos, no está funcionando”.
En enero de este año, el gobierno nacional publicó un anuncio que informa sobre el nuevo Consejo de Administración del Hospital. Allí se afirma que aumentaron los cobros por prestaciones y que “se logró una mejora en el valor de la hora de guardia”. Consultada sobre estas declaraciones, Laura explicó: “el aumento de cobro de prestaciones a nosotros no nos afecta porque son ingresos para el hospital y nuestro sueldo depende del Ministerio de Salud. Lo de la mejora del valor de la hora de guardia, tampoco nos afecta a los residentes. Nuestros sueldos incluyen las guardias, no nos las pagan aparte. A los médicos de planta sí les pagan las guardias aparte. Pero igualmente las pagan muy por debajo de lo que se paga en cualquier sanatorio privado. Quizás una guardia de 24 horas la pagan lo mismo que en un sanatorio privado pagan las de 6 o 12 horas Hay muchísima diferencia. Es vergonzoso”.
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