La situación social tan particular que está atravesando la Argentina con una crisis económica y política, es de gran incertidumbre e incógnita para muchas personas. Desde la filosofía también se puede dar cuenta y analizar lo que ocurre en nuestro país.

Política del Sur pudo conversar al aire con Rocco Carbone, filósofo y analista político italiano naturalizado argentino, quien se refirió a la actualidad del país desde una mirada más profunda.

“Yo pienso la filosofía a la manera de Rozitchner y Marx, como una facultad que trata de entender lo que se resiste a ser entendido y que debe ser modificado”, afirmó Carbone, explicando que se trata de una teoría política y una acción política emancipadora y retomando. “La filosofía piensa mientras y cuando el pueblo lucha”, remarcó.

En ese sentido al referirse a la actualidad argentina, el filósofo destacó que luego de 40 años de democracia se llegó a una manera de vivir del “bien democrático”, que fue avasallado por la llegada (democrática) de un nuevo gobierno. Afirmando que este experimento quebró el régimen democrático, que además “deniega la democraticidad todos los días”.

Asimismo, expresó: “La democracia yo la pienso como un poder amplio, diseminado, reconocible en su diversidad, como un poder que se constituye alrededor del antagonismo. Y el antagonismo, un antagonismo político, de clase, implica reconocer la existencia de otro que no sos vos”. Y en esa misma línea afirmó que “si escuchamos con atención la retórica y la acción política del presidente Milei, vemos que efectivamente hay una denegatoria permanente respecto de otro que no es él”.

Continuando con su explicación, Carbone aseguró que ante las expresiones de Javier Milei, se demuestra “un poder que deniega el antagonismo democrático”. Y resaltó que “estamos frente a un poder tendencialmente totalitario y eso es un problema”. En ese sentido además expresó que este totalitarismo en la filosofía y en la teoría política se denomina fascismo.

En esa misma línea, afirmó: “Hoy, en el siglo XXI que habitamos, el fascismo prospera en todas esas sociedades que están debilitadas por el capitalismo en su fase tanática, en su fase zombie. Y hoy el fascismo que ha retornado en ciertas sociedades, no solamente en la Argentina, aspira incluso a la hegemonía cultural”. Y en ese sentido manifestó que por esa razón ha vuelto el término de “batalla cultural, pero dada vuelta a la clave de la reacción” que resalta continuamente el gobierno nacional.

Por otro lado, remarcó que hoy, el mundo ideal en el que vivimos es  “el mundo ideativo del capitalismo”, que se basa principalmente en la cuantificación de las cosas. En ese sentido remarcó que “la idea de felicidad que tenemos, también es una idea capitalista. Es una idea de felicidad vinculada con el consumo”.

Siguiendo con esta reflexión, afirmó que “el capitalismo delirante es sostenido por un poder fascista”, el cual presenta una contradicción: capitalismo vs. vida. “El capitalismo se apropia de la vida de las grandes mayorías de seres humanos, de la forma vitalista del ser natural y también de la forma vitalista del ser animal. Estamos frente a un capitalismo desbocado”.

En esa misma línea, remarcó que “son rasgos que podemos encontrar en la especificidad del poder encarnado por el presidente Milei. Cuando decimos fascismo, no enunciamos un improperio, una mala palabra. Sino que aplicamos una categoría antigua para entender el comportamiento de un poder y también la teoría del gobierno del estado que está desplegado en la Argentina que habitamos”.

Afirmó que el odio es “un mal incurable, que el sujeto odiante no puede interrumpir su odio”. Explicando además que “cuando esa pasión se despliega políticamente, tiende a producir el mayor de los males. Y el mayor de los males está dirigido en contra de grandes colectivos sociales”.

En otro orden, se refirió a las elecciones del pasado domingo en Capital Federal y afirmó que las personas que no fueron a votar es porque "están descontentas con lo que está pasando con la política nacional y a la espera de una nueva imaginación emancipadora, nacional y popular, argentina. Porque este poder representa los intereses de clases privilegiadas”.