El gobierno de Axel Kicillof convocó nuevamente a los gremios estatales de la provincia de Buenos Aires a una mesa de negociaciones paritarias, luego del rechazo a la oferta salarial presentada el pasado 29 de abril. La nueva reunión está programada para el 7 de mayo, con el objetivo de intentar llegar a un acuerdo que mejore las condiciones salariales de los trabajadores del sector público, en medio de una situación económica crítica y una inflación que continúa afectando el poder adquisitivo de los empleados.
La primera propuesta del Ejecutivo consistió en un aumento salarial del 7 por ciento, dividido en dos tramos: un 4 por ciento a cobrar en mayo y un 3 por ciento en julio, basado en los sueldos de marzo. Sin embargo, tanto la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) como la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN) consideraron la oferta insuficiente. Los gremios señalaron que los incrementos no alcanzan a compensar la pérdida de poder adquisitivo provocada por la inflación, que afecta a los salarios desde hace meses.
Claudio Arévalo, secretario general de ATE, fue tajante al respecto: "Es necesario un mayor esfuerzo del Gobierno provincial", y añadió que la propuesta inicial "no resuelve la crisis económica que estamos atravesando los trabajadores". Por su parte, UPCN también rechazó la oferta, argumentando que los aumentos escalonados no cumplen con las expectativas del sector.
Tras el rechazo de la oferta inicial, el gobierno provincial decidió convocar nuevamente a los gremios para continuar con las negociaciones. El nuevo encuentro está previsto para el miércoles 7 de mayo a las 12:30 horas en la sede del Ministerio de Trabajo, ubicado en La Plata. ATE fue el primero en confirmar su participación, a través de un comunicado en sus redes sociales: "Luego del pedido de ATE fuimos convocados a paritarias de la Ley 10.430 el día miércoles 7 de mayo", destacaron. A pesar de que otros gremios aún no se pronunciaron, se espera que se sumen a la mesa de diálogo, y también se prevé que los docentes, quienes rechazaron la misma propuesta, sean convocados para ese día.
La necesidad de una mejora salarial urgente sigue siendo el principal reclamo. Los gremios exigen que el aumento sea acorde a la inflación real, que en marzo se ubicó en un 3,7 por ciento general, con un impacto aún mayor en los precios de alimentos y bebidas, que subieron casi un 6 por ciento. En este contexto, los trabajadores exigen que las paritarias no queden atrás de los aumentos de precios.
El rechazo no se limitó únicamente a los gremios estatales. Los docentes de la provincia, agrupados en el Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB), también calificaron la oferta como insuficiente. En una reunión celebrada en el Ministerio de Trabajo, los sindicatos advirtieron que los incrementos propuestos son demasiado bajos para compensar la inflación y la pérdida de poder adquisitivo.
El FUDB había firmado previamente un acuerdo en febrero de 2025 con un aumento del 7 por ciento que se aplicó a los salarios de marzo. Sin embargo, la inflación continuó su avance y, por lo tanto, los sindicatos pidieron un ajuste mayor. En su postura, coincidieron con ATE en que el aumento no cubre las necesidades mínimas de los trabajadores.
Los gremios estatales y docentes pidieron que el aumento salarial se vincule directamente con el comportamiento de la inflación y que se ajuste a la realidad económica actual. ATE, por ejemplo, ha solicitado que el acuerdo paritario impacte en los salarios de abril, que se cobran en mayo, con el fin de minimizar la pérdida de poder adquisitivo durante los primeros meses del año.
Además, los sindicatos pidieron la restitución del 3 por ciento de antigüedad, un beneficio que había sido retirado anteriormente. Arévalo señaló que también es urgente avanzar en la construcción de un convenio colectivo que amplíe los derechos laborales y, a la vez, solicitaron la implementación de mesas técnicas sectoriales para garantizar la participación activa de los trabajadores en la toma de decisiones sobre sus condiciones laborales.
El gobierno de Axel Kicillof, consciente del malestar generado por la oferta inicial, buscará llegar a un acuerdo antes de que el conflicto se profundice. La nueva convocatoria busca restablecer el diálogo y, en lo posible, alcanzar una solución que satisfaga a los gremios. No obstante, la situación económica sigue siendo el principal obstáculo. La negociación será clave para evitar un conflicto más grave que podría afectar la imagen del Ejecutivo provincial en el marco de un año electoral.
A medida que se acerca la fecha del 7 de mayo, los trabajadores estatales y docentes de la provincia de Buenos Aires se mantienen expectantes ante el resultado de las negociaciones. El futuro de las paritarias y de la relación entre los gremios y el Gobierno provincial está en juego.
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