Los dirigidos por Forestello llegaban al "Pablo Comelli" con la obligación de ganar el partido para meterse en zona de reducido más aún considerando que Talleres de escalada arrancaba la fecha en zona de descenso siendo el último de la tabla de la zona y el que menos punto sumo en todo el año en la categoría. Más allá de la frase armada de que "en el futbol todo puede pasará", la obligación de Temperley era marcar la diferencia contra un equipo que está peleando el descenso. Si la intención de Temperley es meterse en reducido, este tipo de partidos son lo que el torneo te obliga a ganar, tal como lo hizo Morón frente a CADU el día anterior. Cabe destacar que el terreno de juego se encontraba en pésimas condiciones pero aún así no termina de ser un justificativo para el pésimo encuentro que los dos equipos de la región nos regalaron en la tarde de Domingo.

La primera parte fue poco vistosa, prácticamente ninguno de los dos equipos logro despegar algo de juego asociativo o llegadas con claridad. Talleres de mostró con más intenciones de buscar el arco rival mientras que Temperley intentaba golpear a la contra para agarrar mal parado al equipo de Martin Rolon. Las ocasiones de gol brillaron por su ausencia y lo único destacable llegó sobre el final del primer tiempo cuando el elenco Tallarín se quedó con un hombre menos por la expulsión de Zannier quien vio la segunda tarjeta amarilla por una dura patada a Federico Milo quien se retiró lesionado del partido.

De cara al segundo tiempo como era lógico Temperley tomo más protagonismo ya que Talleres retraso sus líneas para tratar de mantener el 0 en su arco pero más allá de tener un poco mas la pelota, Temperley no logro gravitar desde lo futbolístico, las asociaciones no llegaban, las traingulaciones no existían y los remates al arco o intenciones peligrosas prácticamente no existieron. En todo momento dió la sensación de que Temperley se estaba conformando con el empate. Lo más peligroso del partido recién llegaría en los últimos 20 minutos del encuentro con el ingreso de Carrasco y Frías quienes con remates desde afuera del área por lo menos hicieron trabajar un poco a Tello.

El resultado fue totalmente paralelo con el resultado. Talleres no tenía intérpretes para llevar a cabo el plan y tuvo que bajarse de esa intención tras la roja, mientras que Temperley tuvo mucho la pelota pero no hizo uso efectiva de la misma, sin ideas, sin juego, simplemente tirando pelotazos sueltos que no llevaban a nada. Definitivamente los dirigidos por Forestello dejaron pasar una nueva oportunidad de meterse en la pelea por el reducido y dejó muchas dudas sobre su compromiso y ganas.