Una organización criminal de origen colombiano fue desarticulada en las últimas horas durante un importante operativo de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.

La banda delictiva operaba en la zona sur del Conurbano Bonaerense, y se dedicaba a la concesión de microcréditos clandestinos bajo la modalidad conocida como “gota a gota”, aplicando tasas de interés usurarias que asfixiaban económicamente a sus víctimas.

La investigación que derivó en estos operativos se inició en marzo, cuando agentes de la Comisaría Comunal 1 Sur identificaron en la calle Hornos al 10, en el barrio porteño de Constitución, a un joven de nacionalidad colombiana, de 24 años de edad, que transportaba una suma considerable de dinero a bordo de una motocicleta.

Durante la requisa, se le incautaron más de seis millones de pesos argentinos en efectivo, cerca de trescientos mil pesos colombianos, un teléfono celular de alta gama y se constató que carecía de registro y seguro del vehículo.

La detención reveló su pertenencia a una red de prestamistas colombianos con un amplio radio de acción en el conurbano, con especial foco en las localidades de Quilmes, Lomas de Zamora y Berazategui.

A raíz de esta aprehensión inicial, el Juzgado Nacional en lo Penal Económico Nº2 emitió una orden de allanamiento dirigida a la División Investigaciones Criminales, la cual se concretó en una vivienda ubicada en la localidad de Quilmes.

En este procedimiento, las autoridades lograron el secuestro de más de catorce millones de pesos en efectivo, armas de fuego, vehículos de alta gama, una máquina contadora de billetes, dispositivos móviles y documentación de gran relevancia para el avance de la causa judicial.

Posteriormente, los investigadores desplegaron operativos adicionales en diversos puntos estratégicos del conurbano, lo que permitió la detención de otros dos ciudadanos colombianos que formaban parte de la estructura de esta organización delictiva.

En el conjunto de los allanamientos realizados, se incautaron once motocicletas que eran utilizadas por la banda para sus operaciones, cinco automóviles, dos escopetas, dos pistolas de grueso calibre, una suma superior a los diez mil dólares estadounidenses, más de treinta millones de pesos argentinos y documentación detallada que evidencia las maniobras financieras ilícitas llevadas a cabo.

La operatoria de los préstamos “gota a gota” implementada por esta banda de origen colombiano exponía a las víctimas a un ciclo de endeudamiento perpetuo, llegando incluso a verse obligadas a entregar motocicletas o vehículos como forma de garantía, manteniéndolas bajo una constante presión y amenaza.