

Calígula es una histórica obra de teatro, escrita y dirigida por el reconocido artista y director, Pepe Cibrián. Gracias a una gira que está realizando por el conurbano, está mítica historia que habla sobre el poder, la locura y la ambición llega a Banfield y será presentada en el Teatro Maipú el próximo jueves 24 de abril.
Política del Sur conversó al aire con el dramaturgo acerca de su obra y la presentación que realizará en zona sur: “La obra la estrené en el ‘83 en la dictadura. No soy un héroe, no soy un revolucionario, pero ya era la decadencia de la dictadura, y sentí que era mi forma, por eso es la obra que más me gusta mía, porque me identifico con todo lo ahí escrito. Lamentablemente no cambió el texto, es el mismo, lo que cambia es la apuesta, lo que cambia es el criterio de los personajes que, a través de los años, creo haber madurado como para verles algo más de aquello que yo escribí en el 83, pero siempre habla de lo mismo. No tenemos dictadura, pero tenemos igual la corrupción, la impunidad, el hambre del pueblo. Dice un personaje ‘pobre pueblo que ingenuo todo vuelve a empezar’. El texto es el mismo, lo que cambia es el actor”.
En esa misma línea, afirmó: “Es una obra realmente muy atractiva, muy empática, a pesar de que la empatía no es la más simpática. Pero no es una obra antipática, es una obra que habla del poder, de sueños, de fantasías, habla de un deseo de un pueblo de salir adelante. Habla de ese poder omnímodo y omnipotente de este personaje tan delirado, que en el paso del tiempo, para nosotros, es un símbolo de lo que sería la locura, el poder”.
Y agregó: “Lo que hoy en día nos parece tan aberrante, en esa época tenía cierta aceptación, como lo que tiene que ver con la sexualidad, con ciertas cosas que nosotros las vivimos desde otro lugar. Pero hoy en día, la gente es muy inteligente y entiende todo. Realmente es una obra que disfruto, tiene una producción fantástica de luces, de vestuario, de todo. Lo cual no lo hace mejor, porque si no, la gente joven cree que hay que hacer teatro con tantas luces como pone Pepe. No, hay que hacerlo con una mesa y una vela y talento”.
“Van a ver un espectáculo en vivo, con gente joven muy talentosa, con una música espléndida. Obviamente, con un vestuario estupendo, unas luces bárbaras, todo está muy bien. Pero la obra en sí creo que es muy conmovedora, y a eso los invito, por supuesto”.
Pepe Cibrián además reflexionó: “Hay que escribir, hay que equivocarse, hay que hacer teatro en la calle, en un sótano, da igual. Después pasa el tiempo y da igual todo, no importa nada. Mientras uno está vivo y vigente, hay que hacer, hay que dar espacios a los jóvenes, yo no paro de hacerlo. Y de ser coherente con mi vida, hacer lo que digo, y me causa mucha ilusión hacer una gira, recorrer esta ciudad, recorrer todo el país. Amo mi país”.
Por otro lado, manifestó: "Tratamos de poder cumplir las fantasías utópicas, estas quimeras, que son quimeras, pero uno pelea por cumplirlas. Ojalá nuestros gobiernos fuesen menos utópicos, porque uno busca un gobierno utópico, no hay gobiernos utópicos. Hay gobiernos humanos terribles, maravillosos, pero no utópicos. Entonces, yo creo que la acción en sí misma es el éxito”.