

El radicalismo continúa teniendo su propia polémica con respecto a las elecciones internas de la provincia de Buenos Aires. Las cuales, luego de una revisión por parte de la justicia electoral fueron anuladas en varios distritos, solicitando una nueva votación.
Esta situación llevó a que el partido continúe sin un presidente electo y manteniendo a su actual presidente, Maximiliano Abad, con una prórroga ilegal, según algunos dirigentes. Para conversar sobre la situación actual del partido, Política del Sur debatió con Juan Manuel Casella, histórico dirigente radical y ex Ministro de Trabajo.
Casella se refirió a esta cuestión en el marco de las elecciones legislativas: “Esto implica que el radicalismo en estas condiciones no va a tener la presencia electoral potencial que podría tener. Si no hay autoridades designadas en la provincia de Buenos Aires, no hay campaña electoral, no hay determinación de quién va a elegir a los candidatos ¿Cómo vamos a llegar a la elección? Es imprescindible que el Comité Nacional declare una intervención”.
“Es evidentemente inconsulto e ilegal que el Comité de la Provincia resuelva su propia continuidad en los 24 miembros del Comité de la Provincia, cuyo mandato venció hace tiempo, se reunieron y decidieron prorrogar su propia autoridad. Acá hay un proceso electoral interno no concluido, vencimiento del mandato de las autoridades previamente elegidas. Acá hay una campaña electoral que hay que afrontar de la mejor manera posible y, por lo tanto, hace falta constituir una autoridad formal que gobierne el proceso en la provincia de Buenos Aires”, afirmó con respecto a la carta que varios miembros del partido le enviaron al presidente de la UCR, Martin Lousteau.
En esa línea, con respecto al debate provincial sobre el calendario electoral, Casella expresó: “Vamos a tener el primer desafío electoral en septiembre, porque las elecciones en la provincia han sido divididas. Vamos a tener en septiembre las provinciales y en octubre las nacionales. De manera que hay que llegar a ese a ese momento con candidatos que estén oficializados. Si hay coalición, con coalición oficializada. Hay todo un trámite que hay que cumplir, que exige tiempo, exige una autoridad que la conduzca. El Comité Nacional debe declarar la intervención de la provincia de Buenos Aires, simplemente para que el partido tenga presencia en este proceso electoral”.
Con respecto a este debate provincial, el dirigente expresó: “Esta es una decisión complicada de tomar. Cada distrito electoral tiene una realidad local determinada” y señaló la interna del peronismo, a la vez que remarcó: “El radicalismo carece de una táctica electoral, de una forma de elección de candidatos, carece en este momento de una autoridad política interna que conduzca al proceso electoral. Esa es la enorme desventaja que estamos padeciendo”.
Y en ese sentido, con respecto a la existencia de una figura de liderazgo, afirmó: “Falta un conjunto de dirigentes que tenga la condición de representar. Y en segundo lugar, la coherencia necesaria para incluir, para encontrar el camino hacia el cual conducir al radicalismo. Esa es una desventaja notoria, que no se va a solucionar de aquí a octubre, sino que requiere un proceso de mayor desarrollo. Pero hay que buscar una solución urgente para desarrollar el proceso electoral. Por eso pedimos la intervención”.
Asimismo, sobre Facundo Manes y Martín Lousteau, expresó: “ En apenas dos años y medio, llegaron desde la afiliación a la presidencia. Eso implica tal vez, una falta de experiencia, una falta de conocimiento cabal de cómo se maneja el partido, cómo se manejó el partido históricamente. Pero de cualquier manera debemos agradecer la presencia de Manes y Lousteau, porque son figuras que enriquecen la política a partir de una visión distinta de la política tradicional”.
Y agregó: “Hoy estamos frente a una política más especulativa, más individualista, más egoísta, de menor categoría, me parece a mí. Y esto es un problema que afecta a todo el sistema político argentino. Porque en otros partidos ocurren cosas bastante similares. Muchos dirigentes políticos argentinos interpretan que la función de los partidos es convertirse en agencias electorales coyunturales. Que buscan simplemente la mejor ubicación en una lista. No el objetivo central de reformar la situación social, de salir de los problemas económicos sociales que estamos padeciendo”.