sábado 26 de abril de 2025 - Edición Nº2334

Gremiales | 14 abr 2025

PROTESTA DE LA CGT

Siguen las críticas a la UTA por no sumarse al paro: “Fue un error”

Desde distintos sectores dispararon munición gruesa contra la entidad que lidera Roberto Fernández por no adherir a la medida de fuerza. Incluso se analizan sanciones para el gremio.


Pese a considerar un “éxito rotundo” el paro general de la semana pasada, la CGT sigue criticando la actitud de los colectiveros, cuyo gremio decidió no sumarse a la protesta, abriendo un flanco que debilitó la protesta. El secretario gremial de La Fraternidad, Sebastián Maturano, cuestionó la decisión de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que representa a los choferes de colectivos, de no adherir al paro general argumentando que debían acatar una conciliación obligatoria.  “Creo que fue una medida de fuerza contundente. Obviamente que la no adhesión de los colectivos a la medida de fuerza repercute. Pero los colectivos no estaban llenos. El paro de actividades se notó”, dijo.

 

En este contexto, Maturano –hijo de Omar, quien es el líder de la Fraternidad –aseguró que a la dirigencia sindical le hubiese gustado que la UTA se adhiera al paro nacional para reforzar el peso de la protesta. “Pero no fue así. Se verá qué hacer con ese tema”, aseguró, en tanto, con la mirada puesta en el futuro. “A pesar de todo lo que ha sucedido se ha priorizado la unidad. Es algo difícil de llevar cuando hay tantas diferencias. Habíamos solicitado hacer una medida antes de fin de año. Porque la CGT tuvo contundencia los primeros cuatro meses poniéndole un parate a un Gobierno que va en contra de todos nuestros derechos”, recordó. Y añadió: “Puede haber diferencias, pero creo que cuando uno es parte de la CGT tiene que ser orgánico a la decisión para poder llevarla a cabo. Creo que los colectiveros no compartieron la medida de fuerza porque ellos tranquilamente pudieron haber parado”.

En este punto, aseguró que aquello de la conciliación obligatoria fue solo una excusa: “Porque la conciliación que le puso la secretaría de Trabajo era por las paritarias de ellos. Acá lo que se hizo no fue solo por la paritaria de un sector específico. Sino hacerlo por la industria nacional, por el salario de los jubilados, por el FMI”. “Hay un conjunto de cosas, y más cuando es una organización de tercer grado como la Confederación”, aseguró en el día posterior a lo que fue un paro general catalogado desde el sindicalismo como contundente y minimizado por el Gobierno de Javier Milei.

 

En tanto, La Fraternidad acusó a la empresa estatal SOFSE de difundir mensajes injuriosos en estaciones de tren durante el paro general convocado por la CGT. Rechazaron el uso del término “casta sindical” y exigieron el respeto al derecho constitucional de huelga, advirtiendo posibles acciones legales si continúan las agresiones. La misiva hace referencia a los mensajes emitidos desde las carteleras digitales y los parlantes de estaciones clave como Retiro y Constitución, en los que se acusaba a “la casta sindical” de “atacar a la República” y se instaba a los pasajeros a denunciar a quienes fueran “obligados a parar”, a través del número 134.

 

Estas frases fueron amplificadas en redes sociales por funcionarios del Gobierno, entre ellos el vocero presidencial Manuel Adorni, quien publicó un video en el que se exhibía el mensaje en tiempo real. Además, desde las cuentas oficiales se compartieron placas con el mismo tenor, en un intento de deslegitimar la medida de fuerza. En su respuesta formal, La Fraternidad calificó de “distópico” el uso del espacio público con fines de estigmatización sindical, y recordó que el derecho a huelga está consagrado en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional.

La carta documento advierte: “La empresa ferroviaria de la que usted es representante reproduce que ‘la casta sindical ataca a la República’. Le recuerdo que los dirigentes sindicales son elegidos por el voto de los trabajadores y que ejercer el derecho a huelga es parte esencial del funcionamiento de la República”. Además, el sindicato denunció que tales expresiones configuran un intento de injerencia en la libertad sindical y una posible incitación al conflicto social. “Nos vemos en la obligación de proteger la reputación de los dirigentes sindicales y, en consecuencia, la paz social y el bien común”, señala el documento.

 

Y cierra con una advertencia firme: “Absténgase de adoptar conductas injuriosas e injustificadas… bajo apercibimiento de iniciar acciones administrativas y/o judiciales correspondientes. Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”. El paro general de la CGT, que contó con la adhesión de las CTA y múltiples movimientos sociales, tuvo un alto acatamiento en la administración pública, en el transporte ferroviario y aéreo, y en buena parte del sector privado. Fue convocado en rechazo a las políticas de ajuste económico del gobierno de Javier Milei, especialmente sobre los ingresos de trabajadores y jubilados, y la intención de avanzar en reformas laborales y previsionales de carácter regresivo.

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