

Hace varios meses que dirigentes y funcionarios de La Libertad Avanza y el PRO se encuentran en diálogo. Varios tomaron la decisión de traspasar hacia LLA, mientras que otros prefieren ejecutar una alianza entre partidos.
Para conversar sobre esta situación, ante el inminente comienzo de las campañas de cara a las elecciones legislativas, Política del Sur conversó al aire con Luciano Gómez Alvariño, dirigente del PRO en Esteban Echeverría.
“Si hay un problema que no tiene el PRO es la identidad. Todos los que formamos el PRO tenemos perfectamente claro cuáles son los valores y el marco fundamental por el cual el PRO existe en la política y lo que tiene que darle a la política tanto en la provincia de Buenos Aires como en la ciudad de Buenos Aires, como en lo nacional. El PRO como partido político también es mucho más que sus referentes y sus dirigentes. Nosotros tenemos coincidencias básicas fundamentales con el gobierno nacional, sobre todo en términos económicos, esto no es ningún secreto, lo ha dicho el el expresidente Mauricio Macri, lo dice Cristian Ritondo, nuestro presidente partidario en la provincia de Buenos Aires, y el presidente del bloque en la cámara de diputados”, afirmó Gómez Alvariño.
También remarcó las diferencias: “También hay cuestiones que son absolutamente esenciales, que creemos que no se están tomando en cuenta y que afectan en definitiva luego la economía como el tema de la institucionalidad”, con respecto al nombramiento de jueces por decreto en la Corte Suprema.
Con respecto a una posible alianza con LLA, manifestó: “Hay que seguir explorando cuáles son las coincidencias para un acuerdo programático de fondo, que no quede solo en títulos o en una cuestión electoral. Y si realmente compartimos las cuestiones de base, poder avanzar con una tarea conjunta, como en su momento fue Juntos por el Cambio, Cambiemos, que fue fundamental para que el país no cayera en la Cristina eterna y en el kirchnerismo del todo o nada”.
Asimismo, afirmó: “Me parece que aquellos que tenemos ideas parecidas en las grandes cuestiones del país, debemos hacer el esfuerzo por encontrar un camino común. Ahora bien, nadie puede obligar a nadie y eso está claro, porque eso termina muy mal. Es preferible un sano disenso y explorar primero. Como aquellos que tienen la convicción de que solos tienen una mejor propuesta, como está pasando en la ciudad de Buenos Aires, con LLA que insistieron en no formar una alianza. Y está bien, hay que hacerlo. Si hay un momento en el cual se pueda experimentar, es este, que es una elección legislativa”.
Y agregó: “Yo estoy convencido de que tarde o temprano se va a encontrar un camino común, pero no es un camino de absorción, de fusión, ni de desaparición de un espacio como el nuestro. El Pro siempre ha sido un partido frentista desde el 2009”.
En esa misma línea, remarcó: “Creo que una de las cosas que han sucedido con el PRO como partido es que fue diluyéndose su identidad y la comunicación de esa identidad frente a la ciudadanía. Los valores republicanos, por más que suenen demasiado elevados frente a la tragedia que se vive en el conurbano, termina siendo la amalgama que si no existe después se desmorona todo. Porque vos podés tener una buena gestión económica sobre la base de medidas muy antipáticas, pero necesarias, como puede ser el recorte del gasto público. Pero la institucionalidad es parte fundamental de un país normal y en serio, y no se puede dejar para después. Porque tarde o temprano, más temprano que tarde, como lo estamos viendo, tira abajo todos los esfuerzos absolutamente loables y necesarios en otras áreas”.
En ese sentido, expresó: “Un gobierno nacional no se ocupa únicamente de la economía. Hay que tener una mirada integral sobre muchas otras áreas que tienen que ver con la educación hasta ciencia y tecnología, con la infraestructura básica, hay inversiones del gobierno nacional en infraestructura que son indispensables. Hay mucho más atrás del gobierno nacional que hay que prestarle atención y que es fundamental para que este país termine de salir adelante”.