

La investigación por el crimen del sargento de la Policía Bonaerense Alexis Cancino, asesinado en Ingeniero Budge el 6 de febrero pasado durante un intento de robo, cuenta con tres detenidos, mientras su familia vive atemorizada, y con custodia policial, por la presencia en el vecindario de los familiares de los asesinos.
"Pasan y se hacen notar, son gente del barrio, que vive cerca", contó Susana Mabel, la madre de la víctima, al explicar los actos intimidantes que harían de manera reiterada las personas cercanas a los acusados, de modo amenazante. Por esa razón, solicitaron protección. "Todavía no le dije a mi nieto, de 3 años, que a su papá lo mataron", expresó con mucho dolor.
En diálogo con el programa de radio Política del Sur, la mujer expresó también su temor a que el último de los detenidos, quien se habría entregado, sea liberado a raíz de su edad, ya que es menor de edad. "Queremos justicia, y no porque sea menor el último detenido, se le baje la pena", señaló.
El último prófugo detenido fue apresado en inmediaciones de una vivienda ubicada en Bustos al 4700, casi en el cruce con Blandengues, en medio de un operativo supervisado por la Justicia de Lomas de Zamora. Fue a metros del lugar del crimen.
Los otros acusados tras las rejas, de 19 y de 40 años, fueron apresados el 15 de febrero y el 27 del mismo mes, respectivamente. El segundo de ellos se hallaba alojado, aunque a raíz de otro asalto, en la Alcaidía Roberto Pettinato de La Plata.
Por su parte, el cuarto integrante de la banda, que era padre del último delincuente capturado, fue abatido por Cancino durante el tiroteo en el que lo asesinaron para robarle, mientras estaba franco de servicio, y trabajaba como remisero.
Alexis Emanuel Cancino, sargento del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) de Lomas de Zamora, fue asesinado a tiros el pasado 6 de febrero a la madrugada, en Blandengues y Homero Bis, en el barrio Santa Marta, donde delincuentes armados lo abordaron con intenciones de robo mientras manejaba su Chevrolet Corsa.
Sin dudarlo, el policía, que estaba de civil y en su día de descanso, extrajo su pistola reglamentaria, una Glock 19 calibre 9 milímetros, e intentó repeler el ataque. En ese instante, se desató un tiroteo.
Cancino recibió un disparo en el abdomen, con orificio de entrada y salida, que lo dejó gravemente herido. A pesar de los esfuerzos de los paramédicos que llegaron al lugar, falleció camino a la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Fiorito. Uno de los agresores, identificado como Guillermo Ramón Torrez, de 40 años, también resultó herido de bala en el hombro y el tórax.