martes 17 de junio de 2025 - Edición Nº2386

Lanús | 17 dic 2024

NI SIQUIERA CFK QUISO UNA FOTO CON ÉL

Julián Álvarez se coronó como el peor intendente bonaerense del 2024

La última encuesta del año refleja qué porcentaje de los lanusenses rechazan su gestión. Una serie de conflictos al parecer innecesarios terminan limando el escaso capital político con el que asumió. Nadie sale a poner la cara. Falta de obras, inseguridad, peleas con Kicillof y el rechazo de la gente lo exhiben como un pésimo conductor político.


Por: Ricardo Carossino

En su discurso en Plaza de Mayo, el 15 de abril de 1953, el general Juan Domingo Perón dejó una frase que marcó a hierro caliente a más de un peronista a lo largo de la historia, más allá de que les importe o no, la herencia discursiva del único líder indiscutido del movimiento.

En esa oportunidad, Perón dejó esta frase que quizás contados legisladores, intendentes, gobernadores o presidentes peronistas después del general se atrevieron a rescatar: “Los hombres que tenemos la responsabilidad del Gobierno, sin el pueblo somos ineficaces, inoperantes e intrascendentes.”

La frase, le cabe sin lugar a dudas, a quien ya se coronó como el peor intendente de la Provincia de Buenos Aires. Lo que por descarte indica que el pueblo no lo quiere. En rigor, nunca desde que asumió tuvo una chance de cultivar una imagen positiva al menos a la altura de otros intendentes peronistas que si bien no son tan prolijamente vistos como los de la derecha al menos puntean y llenan la mitad de la tabla, pero el caso del intendente de Lanús es sintomático y hasta parece crónico.

La última encuesta de intendentes de la Consultora CB que se hace mes a mes, de nuevo vuelve a colorar a Álvarez en el fondo de la tabla, con el rechazo absoluto del pueblo lanusense. Las cifras son más que elocuentes e inocultables porque más de la mitad de la gente lo rechaza. Esto es el 53.2%, contra apenas un 37,8 que ve en esa gestión que hace agua en obras y en inseguridad, algo positivo.

Vale aclarar que entre los primeros siete de la tabla con alta imagen positiva y aceptación de sus vecinos, además de los intendentes de la derecha, también aparecen cuatro peronistas, como Fernando Gray, Leonardo Nardini, Juan Andreoti y Julio Zamora. Usando una frase de Mauricio Macri: “Sí, se puede”.

Sus primeros 12 meses de gestión fueron un descalabro político de pésimas decisiones, mal comunicadas y con enfrentamientos con todos los sectores, incluso los ámbitos más íntimos porque hasta circularon fuertes rumores el mes pasado de que el secretario de Gobierno, verdadero monje negro, Lalo Decuzzi, estuvo a punto de abandonar la gestión.

Las tensiones internas en La Cámpora de Lanús son más que evidentes, pero las tensiones llegan a todo el arco que otrora formara Unión por la Patria que ya no existe como unidad y en rigor jamás existió. Bastaría un desacuerdo en las grandes cúpulas para que todo el castillo de naipes en el que se refugia Álvarez, se caiga.

Quizás la tensión más notoria fue la que se produjo con el presidente del HCD, Agustín Balladares, a raíz de la pésima y notoria decisión de ser la carne de cañón del enfrentamiento con el gobernador Axel Kicillof. Lo que además provocó la salida del secretario del cuerpo, Gabriel Sandoval.

El intendente de Lanús, por orden de su coronel Máximo Kirchner, se lanzó a la carrera contra la Provincia creyendo que lo seguía un malón, pero lo dejaron más solo que Milei en Rusia. Ni siquiera Cristina Fernández atinó a ensuciarse las manos saliendo a apoyar la corrida política entre él y la pre precandidata a gobernadora, Mayra Mendoza. Cuando CFK tuvo que venir a Lanús, lo hizo sin estar junto a su ex viceministro de Justicia: el hombre lo miró desde su despacho.

Tan deplorable es la conducción política del intendente de Lanús que nadie de su espacio jamás dio la cara por la malísima gestión en el Municipio. Lanús recibió del gobernador Axel Kicillof en 2024, más de 46.000 millones de pesos y no sólo no se vieron traducidos en obras sino que además, públicamente acusó al gobernador que no ayudarlo económicamente.

Tamaño enfrentamiento, dejó en un frágil equilibrio la propia correlación de fuerzas internas, algo impensable para un gobernante en su primer año de gobierno, algo solo comparable a las internas de palacio del presidente Javier Milei: Nicolás Posse, Oscar Zago, Marcela Pagano, Lila Lemoine, Lourdes Arrieta, Florencia Misrahi y Diana Mondino por nombrar apenas un puñado de tantos nombres en conflicto: más de 70. Son menos nombres en Lanús, empezando por la concejala de Ferraresi, Belén Barrueco, pero la comparación es a escala.

Sin lugar a dudas el punto más flaco del intendente Álvarez ha sido y es la inseguridad, en un contexto político de enfrentamiento con la gestión provincial lo que lo pone en desventaja en cuanto a la relación con el Ministerio de Seguridad Bonaerense.

La inseguridad en Lanús crece como quedó demostrado por el informe del Ministerio Público bonaerense, que indicó que en el último año los robos denunciados ante la justicia aumentaron un 59,1%, mientras que el total de denuncias presentadas por diferentes delitos en el último año fue de 54.360.

Por otra parte, según un informe del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, los distritos más conflictivos en materia de inseguridad, son La Matanza, Quilmes y San Martín, pero vale aclarar según indica el informe, que si se consideran todas las violaciones al Código Penal en relación a la cantidad de habitantes, Lanús encabeza el podio del distrito más peligroso del país.

En ese marco otras decisiones tuvieron una polémica innecesaria para alguien que se precia de ser representante progresista del pueblo, como haber invalidado la posibilidad de que los vecinos pudieran saber de boca del propio secretario de Seguridad, qué se está haciendo para cuidar a la gente.

Luego decisiones innecesarias a la luz de la ayuda económica que recibió de Provincia, como enfrentarse con los elefantes comerciales del Municipio: COTO, VEA, CHANGOMÁS, terminará en la justicia por el polémico aumento de tasas según Álvarez de tinte “progre”, a estos hipermercados que aumentaron los precios escrachando al intendente como el que genera la inflación.

Otra pelea increíble fue la desatada con su par de Avellaneda, Jorge Ferraresi (que tiene muy alambrado su municipio) por los 700 millones de pesos de Exolgán, la empresa avalada por Kicillof en el puerto de Dock Sud, que por más que intentó judicializarla, olvidó que la Justicia está en la provincia que gobierna su neoenemigo interno.

Tras reclamar ese dinero para bachear las calles que rompen los camiones, sale y anuncia un plan de obras por 18.000 millones de pesos, sin siquiera molestarse en explicar de dónde iba a sacar el dinero, qué procedencia tendría.

Vale aclarar además, que el único concejal de peso político histórico dentro del peronismo progresista del Municipio que salió a bancar la parada fue el histórico referente de ATE, Víctor De Gennaro. El hombre no tuvo ningún prurito en tirarse sobre la granada.

Como dijo una fuente de su mismo armado: “Anuncia obras, pero en realidad no sé de dónde va a sacar la plata. Esos anuncios son manotazos de ahogados porque los conflictos que generó con Kicillof y con Ferraresi y ahora con los supermercados, lo termina hundiendo más como conductor político”.

 

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