Desde la mesa chica de la CGT, una fuente indicó que las opciones para el reemplazo se reducen a dos figuras: el propio Hugo Moyano o Jorge Taboada, secretario adjunto de la Federación Nacional de Camioneros y dirigente en Chubut. "Hasta ahora, será el propio Hugo o Jorge Taboada; no hay otros candidatos", aseguró una versión. Sin embargo, los rumores en torno a Taboada se disiparon rápidamente. En declaraciones periodísticas, Taboada desmintió rotundamente su posible designación como sucesor. "No está en mis planes ocupar ese puesto", afirmó categóricamente, dejando el camino despejado para que las miradas vuelvan a posarse en Hugo Moyano, quien en enero cumplirá 81 años.
El liderazgo de Moyano no solo enfrenta desafíos políticos, sino también familiares. Fuentes cercanas indican que su esposa, Liliana Zulet, habría manifestado preocupación por su salud en un rol que exige un nivel extremo de exposición y presión. El próximo martes, la CGT tiene previsto definir el nombre del nuevo integrante del Triunvirato en una reunión clave en la sede de la UOCRA, con Gerardo Martínez como anfitrión. Este encuentro será determinante para encaminar la conducción de la central hasta las elecciones previstas en los próximos meses.
Mientras tanto, Pablo Moyano reapareció públicamente este sábado a través de las redes sociales de Camioneros. En un mensaje directo a los trabajadores, afirmó: "Por más que hoy me haya alejado del cargo de la CGT, nadie me va a sacar de la calle defendiendo a todos los trabajadores de todos los sindicatos del país que la están pasando mal".
En cuanto a la paritaria, fracasó otra audiencia de las negociaciones salariales del Sindicato de Camioneros y crece la tensión porque las posiciones entre gremialistas y empresarios siguen sin acercarse, en una paritaria monitoreada de cerca por el Gobierno para que no acuerden una mejora que supere la pauta oficial. “Es muy difícil, estamos lejos y pasamos a un cuarto intermedio hasta el miércoles próximo”, reconoció a Infobae, en un tono pesimista, uno de los protagonistas de las tratativas, que se realizaron en las oficinas de la Secretaría de Trabajo ubicadas en la avenida Callao 114.
El Sindicato de Camioneros reclamó a los empresarios un aumento del 5 por ciento en el trimestre diciembre, enero y febrero para cada uno de esos meses, mientras el Gobierno ya le hizo saber que el Ministerio de Economía no acepta que la cifra supere el 3 por ciento mensual, a tono con la inflación prevista.
Ante las dificultades para cerrar un acuerdo, Hugo Moyano visitó el 26 de noviembre pasado al secretario de Trabajo, Julio Cordero, para interiorizarlo sobre el desarrollo de las negociaciones. El ex abogado de Techint ya tuvo un gesto de buena voluntad en la traumática paritaria de abril pasado cuando aceptó que el jefe de Camioneros reformulara el aumento salarial del 45 por ciento en dos tramos para que quede en un 24 por ciento bimestral, salteándose la mejora de junio, y así los libertarios homologaran el convenio que estaba trabado porque superaba el tope puesto por Economía.
Hoy, el dilema del jefe de Camioneros es que si no logra un buen acuerdo salarial se le puede complicar su relación con las bases, que ya están en estado efervescente, como lo demostraron las críticas e insultos contra Pablo Moyano y otros dirigentes que estallaron entre los recolectores de residuos de Capital. La realidad del transporte automotor de cargas tampoco lo ayuda. La actividad pasa por un momento de contracción y por eso las pymes advirtieron que no pueden pagar el 15 por ciento de aumento trimestral, más el bono de 650 mil pesos y el aporte extraordinario para la obra social.
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