Un jubilado que había sido detenido en febrero del 2023 por un brutal intento de femicidio ocurrido en una iglesia de Villa Caraza, donde quiso apuñalar a su ex esposa con un cuchillo de carnicero delante de decenas de testigos, fue llevado a juicio, pero está libre, luego de una por una polémica resolución: la Justicia no escuchó a la víctima.

Se trata de un hombre de 64 años que habría tratado de asesinar dentro de en la Parroquia Nuestra Señora de los Trabajadores a su ex pareja, que sobrevivió gracias a la rápida reacción de una mujer, que intervino para evitar lo que hubiera sido un sangriento ataque, motivado por los celos del agresor, que la acusaba de "acostarse con el cura".

Fuentes judiciales informaron a Política del Sur que el acusado, identificado como Óscar Eduardo Casagrande, conocido en el barrio como "El Turco", fue juzgado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de Avellaneda-Lanús, y condenado el 23 de febrero pasado. Sin embargo, los jueces lo declararon culpable de un delito que le valió una pena menor a la esperada en un principio.

Según detallaron a este medio, el fallo consistió en dos años y tres meses de prisión de ejecución condicional y costas por resultar autor de "amenazas agravadas por el empleo de arma en contexto de violencia de género", y "amenazas agravadas por el empleo de arma".

"El Turco", había sido denunciado por la víctima, Dolores Mirta Rolón (61), quien habría soportado, según declaró a la Justicia, más de 30 años de maltratos. Tras su separación, los acosos continuaron, a pesar de que el agresor tenía restricción perimetral.

De acuerdo a la reconstrucción del hecho, el violento se ubicó en la última fila de asientos de la parroquia y luego de comulgar, abordó a la víctima y sacó de una bolsa de nylon una cuchilla similar a la que usan los carniceros, con mango blanco, con la que intentó apuñalarla.

"Había terminado de comulgar, había 70 personas, el padre termina de comulgar. Casagrande ya me estaba diciendo en ese momento 'cómo va a estar esta puta de mierda acá, que me dejó sin casa, que se acuesta con el cura, es una arrastrada que me cagó la vida'", declaró la damnificada a la fiscal María Soledad Garibaldi.

Como Casagrande no pudo herir a su primer objetivo, atacó al cura. "Yo no le daba caso, seguía cantando. La señora Hermenegilda se da cuenta de que me iba a apuñalar y ella me empuja, vi el cuchillo a 30 centímetros de mi pecho. Cuando el padre se dio vuelta para ir a comulgar al coro, como no me pudo apuñalar a mí, intentó apuñalar al cura que estaba a medio metro", detalló Rolón.

El acusado trató de hincarle un cuchillo al cura en la nuca, pero este alcanzó a moverse justo a tiempo. Como último recurso, trató de quitarse la vida, pero se lo impidieron. 

La UFI 8 de Avellaneda-Lanús había caratulado la causa como "femicidio por tratarse de un homicidio agravado por el vínculo y por ser cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género en grado de tentativa en concurso real con amenazas calificadas por el empleo de arma".