lunes 05 de mayo de 2025 - Edición Nº2343

Provincia | 23 oct 2024

Pugna centenaria

UCR: Que se rompa pero que no se doble

Se profundiza la pelea radical luego del agitado proceso interno. Su nuevo titular Miguel Fernández afronta la ardua tarea de restañar un espacio político partido en dos por contrastes ideológicos. Manes resuelto a ser candidato en el 2025 en un frente con lilitos y margaritos. El abadismo no descarta una remake de Juntos por el Cambio con sectores del PRO renuentes a un acuerdo electoral con el mileísmo.


Por: Federico Cedarri

Cuando asomaba en el horizonte la posibilidad concreta de una interna en el radicalismo para discernir liderazgos, la sensación que laceraba al abadismo pasaba por el temor de llegar a un punto de enfrentamiento que no tuviera retorno: una vez conocido el resultado oficial intestino favorable a Miguel Fernández aquella presunción se encuentra cerca de transformarse en realidad.

Si bien la Junta Electoral partidaria oficializó la victoria de la conjunción del abadismo y la mayoría de los alcaldes por alrededor de 3000 votos, el sector disidente que conforman manistas y evolucionistas no lo reconocen y concurrieron a la justicia: ergo, la fractura está un triz de materializarse.

“Sera difícil recomponer, nosotros advertíamos que no era conveniente llegar a esta instancia interna pero ellos insistieron, a Manes y sus soberbia le cabe una gran responsabilidad en este desbarajuste”, acusa ante PDS una legisladora cercana al oficialismo radical.

Le será complejo al nuevo titular partidario, el trenquelauquense Miguel Angel Fernández volver a unificar criterios en el seno partidario e intentar una unificación que asoma alambicada.

Las diferencias ideológicas que habían desembocado en la interna hacían prever un escenario complejo en el partido de Alem, la fractura acaecida a principios de año en el bloque del radicalismo en la Cámara Baja provincial configuró un preludio de lo que más tarde se magnificaría con el proceso eleccionario.

En el momento en que el radicalismo perseguía nuevamente una identidad autónoma del PRO, luego del matrimonio político de casi diez años, nuevamente se encuentra a la puerta de una divisoria de aguas que asoma difícil de restañar.

Si bien existía una buena predisposición en ambos campamentos para avanzar con la unificación de los bloques en Diputados para convertir al radicalismo en la segunda minoría, hoy esa premisa estalló por los aires luego de la contienda intestina.

Pablo Domenichini, el candidato derrotado, ya había pegado el salto del bloque abadista hacia el del manista Claudio Fragul, mientras que la también evolucionista Belén Malaisi llevó adelante una pirueta peculiar: saltó hacia el manismo en primera instancia pero retorno al bloque de Garciarena denunciando ninguneo de parte del espacio disidente.

No obstante, se espera que la diputada provincial luego de estas escaramuzas revea su situación y de mínima se ampare en un monobloque: “Belén debe irse del bloque de Abad después de esto”, profetiza ante PDS una fuente ligada a Facundo Manes.

El resultado interno sorprendió al abadismo, esperaba una victoria por casi 10 mil votos y la cortedad del resultado lo priva de la chapa necesaria para adjudicarse en soledad la potestad de avanzar con el proceso de alianzas para el año electoral.

Desde el manismo le explican a  este medio que seguirán adelante en su idea sui generis de que el radicalismo encabece un frente de centro con espacios afines: “El candidato será Facundo que es quién mejor mide”, anticipa un referente cercano al médico diputado.

El abadismo atraviesa el mismo inconveniente que lo asolaba cuando negociaba espacio de poder con el PRO: la falta de referentes con alto nivel de conocimiento en el electorado: “Hoy el mejor candidato que tiene el radicalismo para el año que viene es Manes pero Abad no lo tolera”, analiza el escenario ante este medio un referente centenario.

Mirando el 2025

Será ardua la tarea que deberá afrontar al nuevo titular partidario Miguel Fernández, ya que tendrá la ardua misión de acomodar bajo su mando a los 27 alcaldes con los que hoy cuenta el radicalismo y tratar de pulir las diferencias que existen entre dos sectores con miradas antagónicas desde los ideológico.

El espacio que comanda Abad imagina un radicalismo pujante y con candidatos propios y no descarta la posibilidad de consumar una remake de Juntos por el Cambio con sectores del PRO que no digieren una eventual alianza electoral con el mileísmo.

Desde el sector que integran Evolución y Facundo Manes desechan de plano la posibilidad de volver a coincidir en un espacio común con el PRO y buscarán acuerdos con los lilitos de la Coalición Cívica y el GEN de Margarita Stolbizer.

El radicalismo tiene otras cuestiones por resolver en el corto plazo, asoma la discusión por un sillón en la Corte Suprema de Justicia provincial que Kicillof le tiene reservado al partido centenario: los dos sectores en pugna pulsearán por colocar a alguien de su riñón.

También se aproxima otro trascendente conciliábulo que deberán afrontar los boina blanca con el Ejecutivo provincial: la puja por el Presupuesto 2025.

El abadismo fue el representante en las negociaciones del diciembre anterior cuando se discutió endeudamiento y Ley Impositiva: en aquella ocasión desde el manismo denunciaron que fueron dejados de lado y despechados no apoyaron las propuestas del gobernador.

Hoy el escenario parece haber variado, si bien el abadismo buscará nuevamente sentarse a la mesa con los funcionarios de Kicillof por tener de su lado a la mayoría de los alcaldes del foro de intendentes, el sector de Facundo Manes y Martín Lousteau es quien más afabilidad ideológica despunta con el gobernador.

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