miércoles 27 de agosto de 2025 - Edición Nº2457

Provincia | 16 oct 2024

Polémica plantada

Furia boina blanca: ¿Posible ruptura?

La incertidumbre en torno al resultado electoral interno desencadenó denuncias cruzadas que amenazan con una ruptura. El abadismo sostiene que el tándem Manes- Lousteau pretende convertir al partido en una colectora del kirchnerismo mientras desde Futuro Buenos Aires insisten en que el marplatense auspicia una conjunción con el mileísmo y macrismo.


Por: Federico Cedarri

La situación interna del radicalismo dista de ser la ideal luego de su intrincado proceso electoral surcado por acusaciones y amenazas de judicialización entre los dos bandos en pugna.

Lo cierto es que a más de una semana de la elección aún no se  sabe a ciencia cierta el resultado oficial, hasta el momento solo trascendió un conteo provisorio que le da el triunfo al abadista Miguel Fernández por alrededor de 3000 votos y que la conjunción de evolucionistas y manistas no reconoce.

El radicalismo no sólo discierne en este proceso electoral quién manejará los hilos del máximo órgano partidario provincial, sino que busca tener en claro que sector será el encargado de llevar adelante la política de alianzas con vista al año electoral.

En esa sintonía comienza a cobrar sentido el juego de los distintos espacios, el evolucionista platense Pablo Nicoletti acompañado por el quilmeño Fernando Pérez irrumpieron en la sede central del Comité Provincia con un grupo de militantes exigiendo el conteo de la urnas de Quilmes que le daría, según sostienen, el triunfo a Pablo Domenichni por un número cercano a los quinientos votos.

“Que cuenten los votos de Quilmes y ahí aflorará el resultado verdadero para terminar con las operaciones”, soltó Nicoletti ante PDS.

Cabe consignar que desde el abadismo denuncian que el resultado del distrito riberense del sur del conurbano está inflado con votos de La Matanza: “Nadie de ellos puede explicar porque hay más votos en Quilmes que en La Matanza donde tenemos el doble de padrón”, acusa una fuente parlamentaria ligada al bloque de Diego Garciarena ante este medio.

El titular de la bancada del radicalismo en el Senado, el chacabuquense Agustín Máspoli, confirmó ante la consulta de PDS la victoria de Fernández: “Ganamos nosotros por 3000 votos”, soltó sucintamente.

La situación hasta el momento embiste ribetes impensados: “Nos estamos herminizando”, destaca con crudeza una fuente abadista a este portal.

Hasta el momento la junta electoral partidaria continúa recabando denuncias de los dos sectores sin emitir pronunciamiento alguno.

Es que cuando promediaba el conteo de las urnas de Quilmes que confirmaban el resultado volcado en las planillas, la aparición de un audio en el que Fernando Pérez presiona al abadista Francisco Blefari para volcar el resultado de Tigre volvió las instancias a fojas cero y la posibilidad de judicialización del proceso es una realidad.

“No se va a saber nunca quién ganó esta elección, ya la pudrieron”, sintetiza el cuadro de situación un histórico dirigente ligado al espacio de Miguel Fernández.

En este escenario convulsionado la amenaza de una ruptura del tejido correligionario bonaerense está más latente que nunca.

Juego de recelos

La desconfianza que invade la situación interna centenaria diluye paulatinamente la posibilidad de que finalmente la cuestión decante en una instancia de unidad.

Tampoco adquiere entidad la chance de que los bloques en la Cámara Baja provincial puedan fusionarse y el radicalismo quedarse con la segunda minoría del Cuerpo: “Eso por ahora se torna imposible” admiten a este medio cerca de Diego Garciarena.

El juego de las diferencias es cada vez es más notorio en la fuerza que fundó Alem, mientras el abadismo busca dotar al partido de una identidad propia y presentarse a los comicios con la sigla clásica luego de los diez años de convivencia política con el PRO, desde el tándem Manes- Lousteau peregrinan la conformación de una alianza progresista de centro equidistante del mileísmo.

“Si estos ganan entregan la llave del partido al kirchnerismo, quieren domesticarnos para ese propósito y no lo van a lograr”, sostiene apesadumbrado a PDS un ex alcalde centenario ligado al abadismo.

Un dirigente del riñón de Facundo Manes contó a este medio que de no haber un claro proceso de conteo de votos que conforme el triunfo de Domenichini será complejo encarar un proceso de unidad: “Ellos nos acusan de kirchneristas pero quieren hacer una triple alianza con Milei y el macrismo para el 225”, denuncia.

Lo evidente es que Facundo Manes desea reelegir su banca de diputado en 2025 y en sus planes cavila la chance de encabezar una lista de confluencia de fuerzas afines de pensamiento que contenga a un sector del  radicalismo distante del abadismo.

La lucha no cejará un ápice y la incertidumbre del proceso electoral interno atiza los ánimos, en el entorno de Abad aseguran que el triunfo de su sector salvará la identidad radical y evitará terminar convirtiéndose en una colectora del kichnerismo: “Ni Lousteau ni Manes nos van a manejar con joystick desde la Capital Federal, que se olviden”, sueltan desafiantes

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