Opinión | 30 ago 2024
Por Antonio Novielli
Calzado o Alimento ¿ Qué es prioridad?
Si Pepe Argento, el icónico personaje de la serie Casados con hijos, enfrentara hoy la realidad argentina, su situación sería mucho más complicada que la de aquel padre de familia de clase media que luchaba por llegar a fin de mes.
En lo que va del año la industria manufacturera, lleva una caida del 45 %, en cuanto a la industria del calzado, un sector que llegó a generar 25.000 empleos directos, y otro tantos indirectos, está siendo devastada, por el aumento de las importaciones y los beneficios otorgados a las mismas sumando nuevas modificaciónes.
Otras medidas tomadas por la Secretaría de Industria y Comercio para “facilitar la importación de textil y calzado”: Eliminación SIRA, Eliminación Licencias No Automáticas, Eliminación Declaración Jurada de Composición de Producto (DJCP), Eliminación rojo aduanero obligatorio, Eliminación control aduanero.
Y por ultimo se suma la eliminación de la etiqueta de origen para productos extranjeros, entre otras políticas que agravan su situación.
A partir de julio de 2024, la eliminación de la etiqueta de origen para productos importados ha facilitado la entrada de calzado internacional al país, lo que pone en desventaja a los productos locales. Antes, si un producto no contaba con dicha etiqueta, se requería una autorización de la Secretaría de Industria y Comercio para su reetiquetado.
Con la nueva resolución 156/2024 y 159/2024, las empresas deben ahora asegurarse de que los productos estén correctamente etiquetados antes de su comercialización, bajo la supervisión de la Subsecretaría de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial.
La simplificación de los procesos de importación, que incluyó la eliminación de las Licencias No Automáticas y la Declaración Jurada de Composición de Producto (DJCP), ha resultado en un duro golpe para la producción nacional. Según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC, entre enero y junio de 2024, el rubro "Prendas de vestir y calzado" aumentó un 55,2%, un porcentaje que queda muy por debajo de la inflación general, que se disparó aún más.
Estas políticas, lejos de aliviar la situación, han llevado a que varias empresas ya han cerrado en el trascurso del año y de las que estan en actividad, se encuentran con el 60% de las máquinas estén paradas, pues la producción se ha reducido a tan solo 2 o 3 dias por semana. La falta de actividad industrial provoca suspensiones de empleados y, en muchos casos, despidos. Relegando a los integrantes del sector al peor de los mundos.
Frente a este panorama, la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (UTICRA) y la Federación de la Industria del Calzado Argentina (FAICA) lograron acordar un incremento salarial escalonado para los empleados del sector. Este acuerdo, que se aplicará entre junio y agosto de 2024, establece aumentos del 10%, 16,8% y 23,6%, respectivamente. No obstante, tras este período, ambas partes se reunirán nuevamente para evaluar el impacto económico y decidir los pasos a seguir.
Por otro lado, la Cámara de la Industria del Calzado (CIC) ha manifestado su preocupación por la caída de las ventas, que han disminuido entre un 40% y 50% en el último año. Este desplome se atribuye al debilitamiento del consumo interno y al aumento de las importaciones, lo que ha llevado a los empresarios a posponer inversiones y a ajustar sus plantas.
La situación se agrava al considerar que las familias argentinas, al igual que Pepe Argento, deben priorizar sus gastos en alimentos, servicios y transporte, postergando la compra de calzado y ropa.
En un entorno económico en el que se pierden 10.000 pymes en solo seis meses, la industria del calzado, como la textil, actúa como un termómetro del consumo interno, revelando la gravedad de la crisis.
Las empresas, en un intento desesperado por sobrevivir, ofrecen promociones para generar liquidez, pero el panorama sigue siendo sombrío. A medida que los despidos se multiplican, el ciclo de consumo continúa debilitándose, creando un efecto multiplicador que afecta a toda la economía.
Mientras tanto, la clase política sigue en su estado de egocentrismo y en su eterno juego de vanidades, desconectada de la realidad cotidiana, alejándose cada vez mas de la realidad del hombre de a pie, con una ciudadanía que ya recurre a la compra de alimentos en cuotas con tarjeta de crédito en su lucha por subsistir.
En resumen, en la Argentina de hoy, dista mucho de aquella que supor ser el "granero del mundo", la prioridad se encuentra en tratar de llenar la heladera, un reflejo de la angustia y la incertidumbre que atraviesan muchos sectores del país.