Por: Federico Cedarri

El entramado político que hilvanan los laderos del gobernador Axel Kicillof avanza a paso redoblado con vistas al proceso interno de noviembre y con la mirada solapada dirigida a la sucesión del mandatario provincial.

El más activo es el alcalde de Avellaneda Jorge Ferraresi, quién más allá de los encontronazos con La Cámpora en su distrito, fue el primero que se atrevió a esbozar que el liderazgo de Cristina Kirchner se estaba eclipsando y que debía dejar paso a nuevos bríos.

Ferraresi recorre la provincia con sus Plenarios para la Militancia donde busca, además de congraciarse con los alcalde peronistas de las distintas secciones electorales que no tengan raigambre camporista,  hacer pie en aquellos lugares donde el peronismo no es gobierno: la contención de los sin tierra es otro de los objetivos primordiales para el kicillofismo.

El gobernador considera que los alcaldes serán el sostén principal de la elección de medio término donde el mandatario librará una primera contienda con el mileísmo que puede resultar crucial para su suerte rumbo al 2027: “Sin 2025 será difícil que haya 2027”, destaca a PDS un legislador provincial que responde a un alcalde con terminal en el armado kicillofista.

Lo cierto es que la jugada también pasa por darle pista a distintos dirigentes para que comiencen a profundizar la territorialidad, sobre todo en partidos del interior bonaerense que están en manos del ex Juntos por el Cambio y que aquellos alcaldes no podrán reelegir.

La movida también tiene la intención de ajustar la clavijas en el conurbano bonaerense donde el gobernador tiene apuntado algunos lugares en donde los alcaldes no repetirán e intentara  en las legislativas  plantar candidatos con perspectiva para ir por la intendencia dos años más tarde.

Ese entramado es pergeñado por el ministro de Desarrollo de la Comunidad, el cuervo Andrés Larroque, que se muestra muy activo y entusiasta en seleccionar potenciales figuras para ir por distritos opositores en enclaves del Gran Buenos Aires.

En Tres de Febrero, tierra del bullrista mileísta Diego Valenzuela que no oculta sus aspiraciones de suceder a Kicillof y que apuntalaría a su esposa Daniela Reich para intentar pasarle la posta en 2027, el armado del gobernador pretende hacer pata ancha y Larroque impulsa a la actual diputada provincial Ana Balor que  es parte de la agrupación escindida  de La Cámpora, La Patria es el Otro.

El Cuervo pone el cuerpo a estas movidas, de hecho baja a los distritos y encabeza las Charlas Compañeras donde aprovecha la ocasión para bajar líneas de acción y esgrimir el juego político de su armado.

El ministro es miembro activo de la mesa chica del gobernador y un protagonista central del trípode que teje la estructura kicillofista, junto a Gabriel Katopodis y Jorge Ferraresi, que recorren la provincia para proveer de músculo político a la aspiraciones presidenciales del mandatario bonaerense.

La contención de los intendentes es cuestión prioritaria

El objetivo principal que alumbran los seguidores de Axel Kicillof tiene que ver fundamentalmente con la contención de los alcaldes, sobre todos los más independientes que prefieren mantener equidistancia entre La Cámpora y el armado más ortodoxo ligado al mandatario provincial.

Algunos de ellos como el tigrense Julio Zamora  esquivaron las intermediaciones y llegaron hasta la Casa Rosada para entrevistarse con el jefe de Gabinete nacional Guillermo Francos y su mano derecha Lisandro Catalán.

También han desfilado alcaldes del PRO como el juninense Pablo Petrecca y son periódicas las visitas de Diego Valenzuela,  trascendió además alguna cita con el intendente de Almirante Brown Mariano Cascallares, que se encuentra alineado bajo la égida del gobernador bonaerense.

Todos ellos buscan la opción de terminar algunas obras imprescindibles para sus distritos que eran dependencia del gobierno nacional hasta que Milei cortó el grifo de fondos para su conclusión.

En el Palacio de calle 6 están atentos a estas movidas ya que no desean que las negociaciones individuales terminen proliferando por encima de las autoridades bonaerenses.

En tanto, la provincia no cesa en sus reclamo a Nación para la finalización de obras, Carlos Bianco se reunió con Francos y logró el compromiso de una mesa de trabajo para procurar que la Nación transfiera al gobierno provincial el dragado del Canal de Magdalena y la finalización de los trabajos en Autopista Perón que recorre el oeste provincial.

Lo concreto es que se avizora el año electoral y todos preparan su juego, al kicillofismo no se le pasa por alto el detalle que en 2003 Néstor Kirchner comenzó a esmerilar el aparato duhaldista negociando directamente con los intendentes del conurbano y saltando a las autoridades provinciales.

En el tiempo que viene se iniciará una nueva pulseada del gobierno de Kicillof con Milei que tendrá como epicentro el presupuesto nacional 2025 en el que el gobierno nacional buscará reactivar la obras con financiamiento privado y es probable que el sistema de premios y castigos a gobernadores esté a la orden del día.