Por: Diego Lanese

A mediados de junio, la empresa Tenaris Siat comenzó a dar de bajas varios contratos de operadores de su planta de Valentín Alsina, el Lanús. La firma del grupo Techint, que produjo los tubos para el Gasoducto Néstor Kirchner, se vio afectada por el parate de la obra pública que impuso el gobierno de Javier Milei, y comenzó con el recorte de personal, que se profundizó en julo y agosto, llegando a más de 160 trabajadores menos en sus instalaciones.

Pese a tener ganancias millonarias, se decidió avanzar en estos “despidos encubiertos”, como denuncia la comisión interna de la UOM en el lugar, que responsabilizó a la conducción empresarial por la situación que se vive. Este es un ejemplo de cómo la crisis laboral afecta a las grandes empresas, que según un reciente informe son las que más despidos produjeron desde que comenzó la gestión libertaria.

Con datos oficiales, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) concluyó que el 70 por ciento delas cesantías tuvieron lugar en lugares de trabajo con más de 500 empleados. Además, hubo una importante caída de la oferta de empleo en el país: En términos relativos, se redujo 2,49 por ciento la cantidad de empleadores de más de 500 trabajadores/, mientras que disminuyó 1,94 por ciento la cantidad de empleadores de hasta 500 trabajadores.

El informe del Centro CEPA pone de manifiesto cómo la crisis afecta a las grandes empresas, que no dudaron en despedir personal como forma de sostener su actividad. Según el trabajo, al que tuvo acceso Política del Sur, cuando se analiza la caída del empleo registrado por tamaño de empresa “se observa que durante los primeros meses de la gestión de Milei la expulsión de trabajadores se concentró en las empresas de mayor porte: 70 por ciento de la pérdida de empleo (186.357 trabajadores registrados) se focalizó en empresas de más de 500 trabajadores”.

En cambio, “en los seis meses que van entre noviembre de 2023 y mayo de 2024, la reducción de personal por parte de las empresas con menos de 500 trabajadores/as fue sensiblemente menor: disminuyeron sus puestos de trabajo en 78.951 casos, explicando el 30 por ciento el total”.

En términos porcentuales, “mientras que las empresas de más de 500 trabajadores redujeron su personal 3,90 por ciento (de 4.782.973 a 4.596.616), las empresas de hasta 500 disminuyeron su dotación 1,56 por ciento (de 5.074.200 a 4.995.249)”.

El informe se basa en datos que publicó la Superintendencia de Riesgos del Trabajo para el universo de trabajadores registrados y empleadores, y dejó varias conclusiones respecto del mercado laboral argentino. Entre noviembre de 2023 y mayo de 2024, “se redujo la cantidad de empleadores en 9.972 casos”. En el mismo período, “se perdieron 265.308 puestos de trabajo registrados en unidades productivas”.

Si se analiza la reducción de casos de empleadores, “se observa que los principales afectados, en estos primeros seis meses de la gestión de Milei, son las empresas de hasta 500 trabajadores: 99,5 por ciento del total de los casos (9.927 empresas menos)”. Por el contrario, “la cantidad de empleadores de más de 500 trabajadores/as explican sólo el 0,5 por ciento (45 casos”).

“Está todo parado”, le dijeron a Política del Sur desde Tenaris Siat, luego de los despidos por discontinuidad de los contratos. La estrategia de la firma de la familia Rocca apuntó primero a despedir a empleados efectivos –cinco en total, dos operarios y tres supervisores –para luego en junio y julio avanzar contra los contratados.

En total, se confirmaron 160 bajas, que podrían ser más porque como alertan los delegados “está todo planchado, no hay obras, y hasta fin de año se espera que siga así, según lo que dicen los propios voceros de la empresa”.  “Aprovechan la situación para querer cambiar condiciones y disciplinar a los trabajadores sin el mínimo respeto por el convenio colectivo y la ley de Contratos de Trabajo”, agregaron.

En tiempos recientes, se fabricaron allí los tubos para el Gasoducto Néstor Kirchner que unió Vaca Muerta con la localidad de Salliquelló durante el reciente gobierno del Frente de Todos. A los 110 trabajadores efectivos en la planta se le sumaron 400 con la figura de trabajadores a plazo fijo, una modalidad por la cual pueden estar contratados hasta cinco años. Por eso el temor es que los que sobrevivieron a esta primera poda puedan quedarse sin continuidad laboral antes de fin de año.

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— @TrabajadorSiat (@TrabajadorSiat) June 30, 2024

Esta menor tendencia a los despidos en las pymes tiene una explicación lógica: las empresas dependen de su capital humano capacitado para mantener su operatividad y competitividad. Despedir empleados capacitados no solo es costoso, sino que también limita la capacidad de la empresa para adaptarse rápidamente a un eventual repunte.

Desde el Observatorio de Industriales Pymes Argentinos (IPA), se argumenta que las grandes empresas tienen más capacidad de reacción en el corto plazo debido a sus mayores recursos y capacidades de predicción, lo que les permite tomar decisiones más rápidamente en tiempos de crisis.

Por otro lado, las pymes, con menos personal disponible, tienen una menor capacidad de reacción. Despedir a empleados capacitados no solo es un proceso costoso, sino que también representa una pérdida de inversión en capital humano que es difícil de revertir. Además, menos personal implica menos "cabezas pensantes" para generar estrategias diversificadas, lo que limita la capacidad de las pymes para adaptarse a nuevas demandas.

El análisis de CEPA concluye que a pesar de que las pymes fueron las más afectadas en términos de cierres empresariales, sin embargo, las grandes empresas fueron las principales responsables de la pérdida de empleos registrados.